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La diplomacia occidental consiste en implorar a los terroristas talibanes, blasonando de la más repugnante cobardía

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Por si no hubieran sido suficientemente humillados, funcionarios norteamericanos trataron de –a cambio de ayuda financiera y de otro tipo– obtener garantías del Talibán de que no atacaría la embajada de EEUU en Kabul. En la imagen, tomada el 30 de julio (Sayad Husain/AFP, vía Getty Images), un mural pintado en uno de los muros de la embajada de EEUU en Kabul.
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“Lo que hemos visto esta semana en Afganistán representa un punto de inflexión en el declive de Occidente”, escribió Ayaan Hirsi Ali el pasado día 18. “América se preocupa más por los pronombres que por el destino de las mujeres afganas”.

Sirva como prueba la respuesta de la diplomacia occidental a la conquista de Kabul por parte del Talibán, sin disparar un sólo tiro y con sus combatientes deambulando como turistas por la ciudad.

«El Gobierno afgano debería reunirse con el Talibán y llegar a un acuerdo inclusivo». Aun antes de que Afganistán cayera en manos de los talibanes, el intrépido responsable de la política exterior de la UE, Josep Borrell, ya estaba implorando a los afganos que llegaran a un acuerdo con los islamistas.

Ese mismo día, Associated Press dio cuenta de lo que les espera a millones de afganas. En un parque de Kabul convertido en refugio para desplazados, unas chicas que regresaban a sus hogares fueron detenidas y fustigadas por… ir en sandalias. Desde entonces se ha informado de mujeres violadas, vendidas a terroristas como esclavas sexuales, asesinadas por no llevar el burka; mujeres a las que se ha sacado los ojos; de razias puerta a puerta en busca de niñas aun de sólo 12 años para convertirlas en “esclavas sexuales” o forzarlas a casarse con combatientes del grupo terrorista…

Borrell advirtió de que el Talibán se expondría al no reconocimiento, el aislamiento y la falta de apoyo internacionales, así como a la perspectiva de que el conflicto y la inestabilidad continuaran en Afganistán, si tomara el poder por la fuerza y restableciera un emirato islámico.

Ah, y si usted piensa que para Occidente los talibanes son enemigos, se equivoca. ¿Enemigos? “Creo que hay que ser muy cuidadoso a la hora de utilizar la palabra enemigo“, ha afirmado sir Nick Carter, jefe del Estado Mayor de la Defensa del Reino Unido. El Talibán, explica, “quiere un Afganistán inclusivo para todos”. Palabras de rendición. Mientras, el Gobierno francés se afana en listar sus “condiciones para el reconocimiento del régimen talibán”.

“Si imponen la sharia, no seguiremos dándoles nuestro dinero”, declaró el ministro alemán de Exteriores, Heiko Mass, que seguramente habrá aterrado a los talibanes. Seis semanas antes, Maas pronunció un discurso heroico en el Bundestag [Parlamento] sobre la inminente “retirada ordenada de las tropas de la OTAN en Afganistán”, entre las que se contaba una unidad del Ejército alemán (Bundeswehr) radicada en Kunduz, ciudad que conquistó el Talibán sólo unos días después. Maas ensalzó el desempeño de su país, que ha hecho “algo extraordinario en Afganistán”. Sí, sí. Extraordinario.

Creado en plena Guerra Fría, el Ejército alemán fue la columna vertebral de la OTAN en Europa. Hoy, es el flácido bajo vientre de las fuerzas militares europeas. Una “cuasi organización humanitaria, una especie de Médicos Sin Fronteras con armas”. Ya a finales de abril, el ministro alemán de Exteriores advirtió al Talibán de que “cualquier ayuda se basará en [el cumplimiento de unos] estándares democráticos”. Aparentemente poco impresionados por las amenazas germanas, los muyahidines afganos dieron inicio a su marcha sobre Kabul, matando mujeres, soldados, intérpretes, periodistas y poetas.

El Reino Unido, cada vez menos churchilliano, anunció que “trabajará con el Talibán si recupera el poder”, tal y como informó el secretario de Estado para la Defensa, Ben Wallace, al Telegraph.

En cuanto a los Estados Unidos, desde la Administración Biden llegó una petición extraña, según el New York Times. Por si no hubieran sido suficientemente humillados, funcionarios norteamericanos trataron de obtener garantías del Talibán de que no atacaría la embajada estadounidense en Kabul. A cambio, recibiría ayuda. El embajador Zalmay Jalilzad, representante especial norteamericano para la Reconciliación Afgana, “espera convencer a los líderes talibanes de que la embajada debe permanecer segura, si es que el grupo espera recibir ayuda financiera y de otro tipo por parte de EEUU para un futuro Gobierno afgano”.

Por su parte, el papa Francisco llamó al “diálogo” con la misma gente que había estado muy ocupada en Lahore atentando contra un parque infantil y matando a 70 cristianos, muchos de ellos niños, así como contra una iglesia en Peshawar, donde mataron a 106 personas.
«Canadá cierra su embajada en Kabul”. «Alemania deja en mínimos su embajada en Kabul». «Dinamarca cierra su embajada en Kabul». «España inicia la repatriación de su personal en Kabul». «Países Bajos prepara la evacuación de su embajada en Kabul». «Reino Unido envía 600 soldados para la evacuación de su gente en Kabul». «Noruega cierra su embajada en Kabul». La retirada occidental es ahora una letanía.

“Por favor, no reconozcan al Talibán”, rogó entre lágrimas la periodista afgana Lailuma Sadid durante una conferencia de prensa del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, tenía otras prioridades: así, «imploró» a los talibanes que “reconozcan los derechos humanos”. “Hay que ayudar al Talibán para ayudar a Afganistán”, afirmó Gregor Gysi, carismático líder del Partido de la Izquierda alemán. “¿Por qué no podemos ofrecer ayuda al Talibán, de quien dependen las mujeres, y poner condiciones a ese ofrecimiento?”.

¿Un fondo especial para las tres millones de niñas expulsadas de las escuelas? Las feministas afganas contaban con la solidaridad de sus colegas alemanas. Pero el Partido Verde por lo visto está muy ocupado en eliminar a los políticos varones de las fotos para su propaganda feminista. Bueno, ¿entonces el Ejército sueco? Nada, está muy ocupado enarbolando la bandera LGBT. OK, ¿y el australiano? Está combatiendo con Photoshop para eliminar la cruz de las fotos oficiales de su soldado más condecorado. El Talibán estará bien orgulloso, no en vano proclama abiertamente estar en guerra con “los cruzados”. En cuanto al Ejército de EEUU, está muy ocupado enseñando “teoría crítica de la raza” en West Point. Cómo luce el frente occidental…

«Mostradnos que habéis cambiado”, dicen los países occidentales a los talibanes. El caso es que no han cambiado. Han abolido las clases mixtas, por ser “el origen de todos los males”. El Washington Post informa de que la música ha desaparecido de los cafés. El Instituto Nacional de la Música afgano, revela el New York Times, va a echar el cierre luego de formar músicos femeninos desde hace años. Los rostros de mujer han desaparecido de las tiendas de la capital. Un periodista de Kabul le ha dicho a la revista Outlook que los talibanes han entrado en los gimnasios: “No muestres los músculos, cubre tu cuerpo y déjate crecer la barba…”. Los periodistas ya están siendo víctimas del Emirato Islámico de Afganistán.

Un pariente de un periodista de la cadena estatal alemana Deutsche Welle ha sido asesinado. En cuanto a los cristianos, están absolutamente aterrorizados. “Hemos oído testimonios fiables de que los talibanes piden a la gente sus teléfonos, y si te encuentran una Biblia descargada, te matan en el momento”, reporta SAT-7. Los talibanes han golpeado a ciudadanos norteamericanos. Las agencias de inteligencia temen que se produzca un escenario como el de la toma de diplomáticos norteamericanos como rehenes en el Irán de 1979.

«Talibanes: el mundo os está observando”, advirtió la audaz Nancy Pelosi, al tiempo que el Departamento de Estado norteamericano pedía al Talibán que formara un “Gobierno inclusivo”; como si se estuviera refiriendo a un “espacio seguro” de una de esas enloquecidas universidades americanas.

Tras la caída de Kabul, el representante de la política exterior de la UE, Josep Borrell, salió con otra idea: luego de que el Gobierno de unidad nacional afgano muriese antes de nacer siquiera, invitó al Talibán a “dialogar”.
Al mismo tiempo, el exministro griego de Finanzas Yanis Varufakis celebró la derrota americana:

En el día en que el imperialismo liberal-neocon ha sido derrotado de una vez por todas, los pensamientos del DiEM25 [movimiento político paneuropeo promovido por el propio Varufakis] están con las mujeres de Afganistán. Nuestra solidaridad probablemente represente poco para ellas, pero es lo que podemos ofrecer por ahora. ¡Hermanas, resistan!

Un portavoz del Ministerio de Defensa alemán comentó, a cuenta de la responsabilidad de evacuar al personal afgano: “No les obligamos a colaborar con nosotros”.

Quizá sea este el colmo de la depravación moral. El más honesto fue Kick Kay, exembajador británico en Kabul, que confesó a la BBC: “Me muero de la vergüenza”.

Mientras la captura de Kabul es como un vendaval para el radicalismo islámico en todo el mundo, en el sedicente “mundo libre” se respira un espeso e insalubre aire de traición. Como dijo el otro día un líder talibán a la CNN: “Habrá yihad no sólo en Afganistán sino en todo el mundo”.

¡Occidentales, resistan!


Por Giulio Meotti

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Pinochet: El régimen militar que salvó a Chile del comunismo y del terrorismo de Salvador Allende

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LAS BASES DEL PROGRESO DE CHILE SE ASENTARON DURANTE ESE PERÍODO

La incómoda verdad sobre Pinochet y el régimen militar que salvó a Chile del comunismo

 

En la primera entrega dedicada al 11 de septiembre chileno, se abordó cómo Salvador Allende llevó a Chile a la deriva. Su Gobierno fue declarado anticonstitucional y antidemocrático por la Corte Suprema y el Congreso, mientras los chilenos vieron cómo su sueldo se depreciaba por la inflación alcanzada. Asimismo, el desabastecimiento de alimentos y el racionamiento de ellos fue parte de la cotidianeidad. Para 1973 Chile estaba extremadamente polarizado por las narrativas marxistas-leninistas, por lo que la disyuntiva para ese entonces era dar cauce a la dictadura del proletariado o, en su defecto, a un régimen militar.

Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 los militares se pronunciaron y derrocaron a Salvador Allende, acción que permitió a Chile liberarse del comunismo. Hay que tener en cuenta que los dilemas de aquel entonces se enmarcan en la Guerra Fría, donde la lucha ideológica se diseminó por todo el mundo.

No obstante, en el presente las izquierdas chilenas han tomado una cómoda posición de víctimas sin realizar mea culpas ni tomar responsabilidades de cómo su sector llevó al país al abismo. De hecho, el Gobierno de Gabriel Boric ha hecho de esta fecha todo un hito, que se traduce en más polarización en el presente.

El mandatario chileno ha invitado a todo el espectro político a firmar el Acuerdo para el «nunca más» este día lunes, sin embargo, las derechas han rechazado firmarlo porque sostienen que es un homenaje a Salvador Allende. Y tienen motivos para sospecharlo, ya que Boric realizará una conmemoración a la que invitó políticos y artistas abiertamente de izquierdas, como la presidente de las Abuelas de Plaza de Mayo, la argentina Estela Barnes de Carlotto; la secretaria general de la Internacional Socialista, Benedicta Lasi; Tom Morello, guitarrista de Rage Against the Machine y Audioslave, quien ha apoyado abiertamente al grupo terrorista Sendero Luminoso; y Mon Laferte, feminista cercana al Frente Amplio chileno.

De hecho, Chile Vamos firmó su propio compromiso con la democracia, la Constitución y las leyes, el respeto a la dignidad humana y sus libertades, entre otros puntos, e invitó al presidente Boric a firmarlo, mientras advirtieron del peligro de instalar una sola verdad desde el Ejecutivo.

Y dado que desde el Gobierno se impulsó una «Comisión Asesora contra la Desinformación» que busca determinar qué es «verdad» y qué es «fake news», y por otro lado, que el oficialismo, en especial desde el Partido Comunista, pidieron la renuncia de Patricio Fernández —quien fue nombrado por Boric para asesorar la conmemoración de los 50 años del 11 de septiembre chileno— solo por decir en una entrevista radial que «Los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio», conviene en esta segunda entrega hablar de la incómoda verdad para las izquierdas del Régimen Militar.

El Régimen Militar

Se ha caricaturizado al Régimen Militar liderado por Augusto Pinochet como un Gobierno que propició exclusivamente la violación de los derechos humanos, luego que instaló un neoliberalismo que profundizó las desigualdades de los chilenos, y que todos los malestares actuales se deben a este periodo. De hecho, las revueltas de octubre de 2019 sostuvieron esta hipótesis y han tratado de desplazar la Constitución de 1980 con los procesos constitucionales. Sin embargo, todas las críticas de las izquierdas en el presente son tendenciosas o fungen como discursos que desinforman a las nuevas generaciones.

En primer lugar, por honestidad intelectual y por el respeto a la historia, efectivamente hubo violación a los derechos humanos. Sin embargo, se han hecho grandes esfuerzos por todos los sectores políticos del país, incluyendo a las derechas, en poder aclarar estos hechos y alcanzar la reconciliación. Sin embargo, el Gobierno Militar está lejos de lo sanguinario que fueron los regímenes totalitaristas de Mao Tse-Tung (se le atribuyen 78 millones de asesinatos); de Josef Stalin (quien es responsable de 23 millones de muertes); y de Adolf Hitler (responsable de 17 millones de muertes). Es más, Augusto Pinochet ni siquiera aparece dentro de los diez primeros regímenes del mundo con más muertes.

Por otro lado, desde el mismo año 1973, el Régimen Militar entendía que se debía reconstruir una institucionalidad colapsada, por lo que se fijó una ruta para ello. Por este motivo, se convocó a abogados constitucionalistas para que presentaran a la Junta Militar un proyecto constitucional que permitiera a Chile subirse al camino del desarrollo.

La Comisión de Estudios de la Nueva Constitución Política de la República de Chile, mejor conocida como Comisión Ortuzar, estuvo encargada de esta labor. Sesionó entre el 24 de septiembre de 1973 y el 5 de octubre de 1978, es decir, trabajó durante cinco años un texto que, efectivamente, le permitió a Chile avanzar en el desarrollo.

En su primera sesión, se fijó que «El establecimiento de un precepto constitucional, similar al contemplado en la Carta de Alemania Federal, que declare contrarios a la Constitución a los Partidos o movimientos que sustenten Ideas o doctrinas marxistas«, la importancia de la segunda vuelta presidencial, el derecho a la propiedad privada como fuente de las libertades públicas, entre otros aspectos.

Finalmente, el texto constitucional presentado y promulgado en 1980 estableció que las personas son libres e iguales en dignidad y derechos; que se defiende la vida del que está por nacer hasta la muerte natural; la familia es el núcleo fundamental de la sociedad; y es el Estado el que está al servicio de la persona humana y no al revés. Asimismo, se estableció el derecho de propiedad y el principio de libertad personal y económica. De igual forma, se estableció la importancia de la subsidiariedad —concepto que no aparece explícitamente en el texto— la que dialogó con el plan económico conocido como «El Ladrillo», un aporte de chilenos que estudiaron en la Universidad de Chicago, conocidos como «Chicago Boys», que permitieron establecer las bases del progreso económico.

En consecuencia, se impulsó una política fiscal ordenada: el gasto fiscal como porcentaje del PIB pasó de 32,7% en el año 1985 a 22,4% en 1990; tras la crisis inflacionaria de 1982, se realizó una reforma tributaria en 1984 que puso el foco en incentivar el ahorro privado y la inversión, y se abrió la economía y el comercio. La inflación en 1973 bordeaba el 1000% anual, y al momento de que Augusto Pinochet entregó el poder tras el plebiscito de 1989  que preguntó a la ciudadanía si quería continuar en un gobierno militar o quería elecciones presidenciales, la inflación en era del 27% (correspondiente al año 1990). Igualmente, se estableció la autonomía del Banco Central.

Este panorama económico se tradujo en una mejor calidad de vida de los chilenos. En la década de los setenta, la tasa de mortalidad infantil en menores de 1 año era de 63,4%, y en los noventas bajó a 12,9%. Hoy está en torno al 6,5%. Asimismo, la desnutrición infantil para los setenta era del 19% en niños menores de seis años mientras que en la actualidad es del 2,6%.

El acceso al agua potable es una realidad para los chilenos, independiente de si viven en zonas urbanas o rurales. Se superó el analfabetismo, y hoy vemos que ingresar a la universidad es posible en todos los sectores socioeconómicos. Según la encuesta Casen, corregida a la metodología actual, en 1990 el 68,5% estaba en situación de pobreza, pero para el 2017 solo el 8,6% estaba en esa situación. No obstante, hubo un retroceso ya que para el 2020 aumentó al 10,8% debido a la crisis institucional y económica que el país ha enfrentado explícitamente desde las revueltas de octubre de 2019 y las restrictivas medidas que se impusieron en la pandemia.

Boric y el 11 de septiembre

En suma, todas las bases del progreso y el desarrollo de Chile se asentaron en el Régimen Militar, y esto se ha traducido en mejor calidad de vida, acceso a bienes y servicios, y altos índices de libertad. Y esta es la incómoda verdad que a la extrema izquierda no le conviene aceptar. Sin embargo, todo lo construido desde esta época se ha visto fuertemente amenazado por políticas estatistas, como la amenaza de las reformas tributaria y previsional que ha tratado de empujar el Gobierno de Boric. Asimismo, las izquierdas no han cesado de instalar discursos que dividen a los chilenos, homenajeando a Salvador Allende en la víspera del 11 de septiembre.

De hecho, el domingo 10 de septiembre, el presidente Gabriel Boric se unió a la marcha convocada por la extrema izquierda para conmemorar los cincuenta años del 11 de septiembre, marcha capturada por la violencia y el vandalismo. Sin embargo, inmediatamente los insurrectos lograron entrar al frontis del palacio presidencial, tras enfrentarse con bombas molotov a Carabineros, quebrando seis ventanales de La Moneda. Y en el Cementerio General vandalizaron y quemaron tumbas como la de Jaime Guzmán, uno de los redactores de la Constitución de 1980 y posteriormente senador, asesinado por el grupo terrorista Frente «Patriótico» Manuel Rodríguez en 1991.

Si bien, y lamentablemente, es usual que cada víspera del 11 de septiembre los vándalos de la extrema izquierda muestren su real cara a través de la violencia, por primera vez un presidente se ha sumado a una marcha exponiendo el palacio presidencial. El mismo presidente que insistió a las derechas firmar su Acuerdo en el que sostenía «más democracia», que en clave post-marxista implica radicalizar la democracia, es decir, subvertirla desde los marcos institucionales.

No obstante, los chilenos se han pronunciado categóricamente contra las ideas divisorias de la extrema izquierda. Así lo evidenció el rechazo a la propuesta de nueva Constitución el 4 de septiembre del 2022. Incluso, no comparten el diagnóstico de La Moneda sobre el 11 de septiembre. Según la encuesta de Pulso Ciudadanose impone la percepción en la ciudadanía de que Salvador Allende tiene más responsabilidad en «el Golpe de Estado» que Augusto Pinochet.

En definitiva, el 11 de septiembre continúa siendo un clivaje irreconciliable para los chilenos. Sin embargo, desde el oficialismo se han encargado de profundizarlo al tratar de hacer de esta fecha todo un hito de lucha, e instalar una verdad oficial sesgada. Esa apuesta no contribuye a la sana convivencia democrática, que finalmente nos aleja y divide en la diferencia.

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España, desolada. Los muertos por el terremoto de Marruecos superan los 2.000

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Al menos 2.012 personas han muerto y otras 2.059 han resultado heridas, de las cuales 1.404 se encuentran en estado crítico a causa del terremoto de magnitud 7 en la escala Richter registrado en la provincia de Al Hauz, según ha informado el Ministerio del Interior de país.

Hasta 1.220 víctimas han resultado heridas de gravedad, si bien todas ellas están siendo trasladadas a varios hospitales de la zona, tal y como han señalado las autoridades en un comunicado en el que han indicado que la mayoría de fallecidos se concentran en la provincia de Al Hauz, con 542 muertos, mientras que la segunda más afectada es Tarudant, con 321 fallecidos.

Por detrás se encuentran Chichaua, con 103 fallecidos; Uarzazate, con 38; Marrakech, con 13; Azilal, con 11; Agadir, con 5, y Casablanca, donde hay por el momento tres muertos a los que se suma un deceso registrado en Yusufiya. Los heridos han sido trasladados a los hospitales más cercanos para recibir la atención adecuada.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas marroquíes ha declarado la movilización total y servicios de Emergencias y Protección Civil siguen movilizando recursos para atender a los heridos y afectados y tratar de rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros a medida que las autoridades analizan la gravedad de los daños.

El Ministerio de Infraestructuras y Agua ha comenzado a trabajar ya en la localización de las carreteras cortadas por los daños causados por el terremoto para su posterior reparación. El Ministerio ha movilizado a toda su plantilla y medios materiales para lograr reabrir al tráfico los puntos afectados.

Además, ya se ha solicitado a la población que acuda a los centros de donación de sangre para poder así atender a los heridos. El centro de transfusión del Hospital Mohamed VI de Buskura, Casablanca, ha abierto una unidad de donación de sangre que funciona desde las 10.00 horas de este sábado y que espera poder realizar la primera entrega a primera hora de la tarde.

El Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Marrakech ha hecho un llamamiento a la donación de sangre a mujeres y hombres mayores de 18 años. Mientras, ONG y partidos políticos han lanzado campañas de fondos para ayudar a las víctimas en Rabat, Salé y Kenitra y la Asociación Nacional de Clínicas Privadas ha puesto todos sus medios a disposición de las autoridades para ayudar a las víctimas.

El Instituto Nacional de Geofísica de Marruecos (ING) ha informado de que el terremoto se detectó a las 23.11 minutos de la noche (0.11 horas en la España peninsular) con una magnitud de 7,2 en la escala de Richter. El fenómeno se registró a una profundidad de 10,7 kilómetros. El director del ING, Naser Yabur, ha descartado la posibilidad de que se produzcan seísmos secundarios durante las próximas horas.

Este terremoto es el más grave registrado en Marruecos por número de víctimas desde el que afectó a la región de Alhucemas el 24 de febrero de 2004. Entonces murieron 629 personas, 926 resultaron heridas y 12.539 quedaron sin hogar.

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Nos mienten como a los burros analfabetos que somos. Todas las profecías climáticas fallidas: el Apocalipsis que nunca llega

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El alarmismo climático se ha intensificado en los últimos años. Pero no es un fenómeno nuevo ni exento de errores.

Catástrofes naturales hay muchas. Incluso auténticos apocalipsis en los que desaparecen tres cuartas partes de las especies sobre la faz de la Tierra. No en vano, el planeta ha sufrido, al menos, cinco grandes extinciones a lo largo de su historia, como consecuencia de diversos fenómenos, incluyendo el impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios.

Sin embargo, predicciones climáticas incumplidas, también. Y muchas, a la vista de las profecías que tanto abundan como consecuencia del calentamiento global. La mayoría de medios y políticos no dejan de repetir, una y otra vez, que el cambio climático causará grandes desastres de todo tipo, desde la elevación del nivel del mar y la desaparición de los casquetes polares, hasta pandemias y hambrunas, con la consiguiente extinción de animales y plantas.

La última tuvo lugar ayer mismo, después de que el planeta registrara este año el verano más caluroso de la historia, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), cuya base se remonta a 1940. A raíz de este dato, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha afirmado en un comunicado que “el colapso climático ha comenzado”.

Pero, ¿hasta qué punto aciertan dichos pronósticos? Al margen del rigor y exactitud que, finalmente, demuestren los actuales expertos del clima, lo cierto es que los fallos son algo bastante habitual en este particular campo de la ciencia. No es algo nuevo ni excepcional. A continuación, algunos ejemplos, que se suman a otros muchos

  • 1939: “Todos los glaciares del este de Groenlandia se están derritiendo rápidamente”
  • 1947: “Posibilidad de un aumento prodigioso en la superficie del océano con la consiguiente inundación generalizada”
  • 1952: “Los glaciares de Noruega y Alaska tienen sólo la mitad del tamaño que tenían hace 50 años”
  • 1967: “Ya es demasiado tarde para que el mundo evite un largo período de hambruna”
  • 1970: “Los científicos predicen una nueva edad de hielo para el siglo XXI”
  • 1971: “El mundo podría estar a tan sólo 50 ó 60 años de una nueva era de hielo desastrosa”
  • 1972: “Tenemos 10 años para detener la catástrofe”
  • 1974: “Los satélites espaciales muestran que se acerca rápidamente una nueva Edad de Hielo”
  • 1978: “Un equipo internacional de especialistas ha llegado a la conclusión, a partir de ocho índices climáticos, de que no se vislumbra un final para la tendencia al enfriamiento de los últimos 30 años, al menos en el hemisferio norte”
  • 2006: “A menos que se tomen medidas drásticas para reducir los gases de efecto invernadero en los próximos 10 años, el mundo llegará a un punto sin retorno”
  • 2007: “Si no se toman medidas antes de 2012, será demasiado tarde”
  • 2012: “Disfrute de la nieve ahora… para 2020, habrá desaparecido”
  • 2014: “¿El fin de la nieve?”
  • 2018: “La posibilidad de que quede hielo permanente en el Ártico después de 2022 es esencialmente nula”

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Internacional

Qué hay detrás de la red de tráfico de cubanos para unirse a las tropas rusas en Ucrania

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Complicidades, engaños e intereses económicos podrían formar parte de un turbio acuerdo entre La Habana y Moscú a pesar de que el castrismo ahora habla de “desmantelar” una “red de tráfico de personas”

 

 

A través de un comunicado, el régimen castrista anunció que está trabajando en “desmantelar” una  “red de tráfico de personas” que incorpora ciudadanos cubanos al ejército de Rusia para que participen en la guerra contra Ucrania. En el texto, difundido este 4 de septiembre, la dictadura hace alusión a “enemigos” del país y agrega que “han neutralizado intentos de esta naturaleza y se han iniciado procesos penales sobre personas involucradas”.

No es para menos que la revelación ocupe titulares incluso en la prensa estadounidense. Que una supuesta red de trata engañe a cubanos para llevarlos a pelear a favor de Rusia, constituye no sólo un crimen en relación con derechos humanos sino que asienta un grave precedente histórico.

Sin embargo, detrás del comunicado hay mucho más y está vinculado con un tema que al dictador Miguel Díaz-Canel se le está saliendo de las manos. Desde hace meses hay denuncias al respecto y más detalles han salido a la luz los últimos días. Una de las pruebas más contundentes hasta ahora es el testimonio de dos jóvenes que cuentan lo que están atravesando en suelo ruso luego de firmar un contrato en otro idioma.

“Fue una estafa. Nos dijeron que era para la construcción. Arreglar casas devastadas por la guerra y abrir trincheras, pero fue una estafa. No nos han pagado y no tenemos pasaportes, ni documentos”, dijeron en parte de un video publicado en exclusiva por AméricaTeVe.

Anzuelo para captar cubanos

El reclutamiento de cubanos para pelear en la invasión que el presidente Vladímir Putin inició contra Ucrania  trascendió hace algunos meses. Según medios rusos, se les ofrecía la ciudadanía a los firmantes y sus familias, además de un pago por unos 2300 euros. Por esa misma fecha, también se conoció el envío de tropas cubanas a Bielorrusia para “recibir formación militar”.

Ahora trascendió que otras personas firman contratos entendiendo que no van a enlistarse. El contrato, estipulado por un año y en idioma ruso, plantearía tareas de construcción, tal como relataron los jóvenes, aunque en realidad, los llevan al frente de la guerra. “El régimen cubano, viendo que se le viene desmontando todo el tema del tráfico de personas —algo que también hace con los médicos— ha salido a hablar”, explicó Javier Larrondo, director de la organización Prisoners Defenders en diálogo con PanAm Post, refiriéndose al reciente anuncio de la dictadura.

Sospechosa conexión aérea

En julio pasado llegó al destino turístico de Varadero, Cuba, un vuelo inaugural de la compañía Rossiya (parte del grupo Aeroflot) procedente desde Moscú. El evento “marcó la reanudación de la comunicación aérea directa entre Rusia y la isla”, indicó la embajada de Putin.

Irónicamente, otras aerolíneas como las españolas Iberojet e Iberia cancelaban sus rutas a la isla o disminuían la frecuencia de viajes debido a la poca venta de boletos. Aviación Online, United Airlines, Delta Air Lines y JetBlue anunciaron decisiones similares casi en paralelo.

Entonces cabe preguntarse, ¿por qué Rusia retoma esta conexión con La Habana teniendo en cuenta la baja demanda? “Es que los vuelos de Aeroflot estarían sirviendo para el traslado de los cubanos que terminan en la primera línea de la guerra”, respondió Larrondo. A esto se suma otro cuestionamiento, ¿por qué el régimen cubano no se ha referido a los dos jóvenes víctimas de trata que expusieron en video los abusos en territorio ruso? Una de las hipótesis es que posiblemente estas personas sean enviadaas a la guerra para silenciar esta línea testimonial que se ha abierto en contra del castrismo.

 

Un contrato, dos fases

Una reclutadora en Moscú contó en mayo pasado cómo funcionaba la captación de cubanos que viven en Rusia. “Hay que estar en Rusia sí, el gobierno no paga pasajes, acepta al que está aquí con papeles o sin papeles, hable ruso o no hable ruso”, dijo al portal Cubanos por el Mundo. Otra línea de reclutamiento funcionaría desde Cuba y se enfocaría en jóvenes que aspiran salir de la isla debido a la represión y la crisis generalizada por la falta de alimentos y servicios públicos.

Un detalle relevante en esta historia, es que las leyes de Cuba establecen que ningún militar puede salir de la isla, ni entrar en dicho conflicto sin haber sido enviado por su gobierno con el pasaporte “oficial”. De manera que tal como advertía en junio Prisoners Defenders, serían soldados “alquilados” a Rusia, pues de otra manera “no pueden salir de la isla por Ley”. Como consecuencia, a pesar de que el castrismo dice en su nuevo comunicado que “Cuba no forma parte del conflicto bélico en Ucrania”, sus acciones demuestran lo contrario.

Intereses económico de La Habana

Ahora bien, toda esta historia —cuyos cabos una vez atados configuran lo que habría detrás del envío de ciudadanos cubanos a Rusia— parte de un interés económico porque el castrismo necesita dinero. Las ganancias por las misiones de médicos cubanos en el extranjero quedaron afectadas luego de que el Parlamento Europeo las calificara como trata de personas y esclavitud moderna. Por otro lado, el turismo mermó con la pandemia y no menos importante, desde Venezuela ya no llega el mismo flujo de dinero tras años de corrupción chavista.

El envío de cubanos a Rusia podría ser ese ingreso que la dictadura necesita, y a cambio el gobierno de Vladímir Putin consigue soldados para una guerra que se extiende cada vez más. Aunque no hay cifras de cuánto estaría consiguiendo a través de esto, allí estaría la respuesta de por qué Díaz-Canel desafía incluso leyes internacionales. A pesar de que Cuba puede importar todos los alimentos y medicinas que quiere —incluso comprarlos a EE. UU., lo que desmonta la retórica del bloqueo—, la crisis de ingresos es tal que es necesario buscar otras fuentes.

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