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En Ceuta, el PP se quita la careta: El Partido Popular pacta los presupuestos con el PSOE y celebra dejar “solo a VOX con su discurso racista, xenófobo y contra las mujeres”
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3 años agoon
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Redacción
El Pleno de la Asamblea de Ceuta ha aprobado este miércoles con los votos a favor de PP (nueve), PSOE (siete), Caballas (uno) y dos diputados no adscritos el Presupuesto de la Ciudad para 2021, el mayor de su historia con 320,2 millones de euros, que solo ha recibido el voto en contra de los cuatro representantes de Vox, partido al que la consejera de Hacienda del Ejecutivo autonómico, Kissy Chandiramani (PP), ha dejado “solo con su discurso racista, xenófobo y contra las mujeres”. “Ahí no nos van a encontrar al resto”, ha zanjado después de romper su acuerdo de hace once meses.
La miembro del Gobierno local ha defendido que las cuentas “continúan la senda trazada en el presente ejercicio” y que “están diseñadas para contribuir a aliviar las consecuencias sobre las personas de la crisis económica y social causada por el Covid-19”, aunque no renuncian a diseñar “un nuevo modelo de ciudad”.
Según la consejera, las cifras se han cuadrado para atender dos necesidades “fundamentales” para Ceuta: la situación generada por la enfermedad del coronavirus y el “mantenimiento de la convivencia, el respeto, la estabilidad y el acuerdo”.
En esa línea, el documento está vertebrado por cuatro prioridades: “la lucha contra los efectos de la pandemia ocasionada por la COVID-19”, “la calidad de los servicios en un contexto que exige primar las políticas de gasto de carácter social”, “el empleo directamente dependiente” de la Administración local” y la estabilidad y sostenibilidad presente y futura de la institución.
“No son nuestros presupuestos, pero ante la gravedad de la situación actual, los socialistas no estamos votando a favor del Gobierno sino de lo que en estos momentos es mejor para los ceutíes”, ha justificado su apoyo el secretario general del PSOE, Manuel Hernández. El localista Mohamed Ali (Caballas) también ha enmarcado su respaldo en la “situación excepcional” que reclama “arrimar el hombro de forma sincera y no plantear jugadas partidistas”, así como para restar influencia sobre el Gobierno ceutí a “la extrema derecha”.
El portavoz de Vox, Carlos Verdejo, ha presentado al PP de Ceuta como “el más bolchevique y a la izquierda de toda España” y ha criticado que mantenga las subvenciones a entidades musulmanas, feministas o dedicadas a atender a la inmigración y promocionar la multiculturalidad que considera “chiringuitos” afines a un “lobby promarroquí”.
“Quédense solos con su discurso racista, xenófobo y contra las mujeres porque ahí no nos van a encontrar al resto. Quédense”, le ha contestado Chandiramani, “con ese odio y ese enfrentamiento, con esa confrontación que quieren traer y que, de corazón, no van a conseguir: ahora no hay más trinchera que la de superar esta pandemia y su confrontación es una puñalada a quienes no nos identificamos culturalmente con ustedes”.
La líder del MDyC, Fatima Hamed, ha lamentado que PP y PSOE no aceptasen remover a un diputado de Vox de la Vicepresidencia Primera de la Asamblea antes del Pleno de este miércoles, la condición política que había puesto para apoyar también el Presupuesto.
Ceuta
El Muro está para usarlo: el que lo saca para enseñarlo es un parguela
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2 años agoon
19/05/2021
Los progres no quieren defender el Muro, al igual que sus amigos de derechas
Si algo ha dejado claro la presente crisis diplomática de Ceuta, como la llama el eunuco Casado, es que los españoles cada día somos más tontos y estamos más expuestos a que nos pase cualquier cosa. De hecho, en buena parte me alegro de lo que está pasando, para ver si despertamos de una puñetera vez y nos damos cuenta del enorme problema que tenemos.
En primer lugar, decir que no voy a dirigir este artículo a los tolerantes de los cojones. Esos nerds que se han leído todos Juego de Tronos, pero que a la hora de la verdad no se han enterado de que el Muro está para defenderlo. Lo único que les queda por decir es que joder, después de haber visto las imágenes, está claro que esos chicos vienen en son de paz. Pero esto no puede sorprender ya a nadie cuando la endofobia es, junto a la nomofobia, uno de los problemas más graves que tiene Occidente. Esas ganas colectivas de correr hacia el suicidio porque sí. Porque no saben ni qué hacer con su puñetera vida y eso lo quieren extrapolar a los demás.
¿Casado irá a defender el Muro o a poner el culo?
El problema, sin embargo, es mucho más extenso, cuando el payaso Casado acaba de decir que esto es una crisis diplomática. Evidentemente lo es, pero antes de nada es una invasión en toda regla, mamón, como la que llevamos sufriendo durante demasiados años ya, en este descontrol total de las fronteras, del que sólo se benefician las mafias del tráfico humano. No tanto los países receptores ni los propios inmigrantes, a los que tiranos como Mohamed utilizan como carne de cañón siempre que pueden.
Te lo he dicho en anteriores artículos, Casado, eres tonto del bote. Ver tu cara de mamón es peor que la perspectiva de 50 turistas de Ceuta intentando forzarme la puerta. Porque realmente eres inútil y en tu casa sí lo saben.
En realidad, este niño tonto del PP no hace otra cosa que seguir la estela del babión anterior, un tal Mariano, que pese a ser Registrador de la Propiedad nos dejó dicho que él no creía en las fronteras. Que él no sabía qué era eso de las fronteras. Debe ser que él duerme con la puerta de casa abierta y los pantalones bajados, a ver qué pasa.
El registrador de la propiedad que no creía en la propiedad
Pero, pedazo de pedazo, vamos a ver: si las fronteras no existen, no entiendo por qué tienes que ser tú registrador de nada. Porque todo Estado empieza en sus fronteras y toda propiedad empieza en su Estado, luego ya me contarás. Y entonces, amigo Mariano, no sé qué pintas ni de Presidente ni de Registrador de nada. ¡Me imagino lo que tiene que pensar la gente que tiene que pagar tus servicios a la hora de registrar su vivienda! ¿Qué seguridad les dará un registrador de la propiedad que no cree en la propiedad y que de facto ha favorecido la okupación?
Tú eres capaz hasta de registrar una okupación, pedazo de discapacitado mental.
Porque si algo habéis demostrado los peperos, cuando estabais en el poder, es que aparte de ser ladrones no os importa ni lo más mínimo la propiedad de todos los españoles. Empezando por las okupaciones ilegales que se producen por todo el país todos los días, hasta el punto de que los propios okupas se dedican a agredir a los propietarios e insultarles delante de la Policía, como ha sucedido el otro día en Santander. Y seguro que se van de rositas porque a fin de cuentas no estaban intentando entrar a la fuerza en la casa de otras personas, entre otras cosas para robar. Pero tú y tu sucesor, que parece imbécil, seguramente porque lo es, no defendéis la propiedad de nadie ni mucho menos las fronteras. No hay más que ver la mierda de Ejército que nos ha quedado después, sobre todo, de los famosos recortes de Rajoy.
Unos recortes militares en España de los que no se quejó nunca la izquierda
De estos recortes no se quejan. Manda cojones. Porque nadie sabe para qué sirve un tanque hasta que hace falta, ¡no te jode! Empleados públicos mareando papeles por todas partes, eso sí. Eso que no falte. Pues nada, mejor, nos desarmamos del todo y entonces que vengan los simpáticos del ISIS a rebanarnos el pescuezo. Así acabamos antes.
Y es que lo que tenemos ahora es un Ejército de la señorita Pepis que no podría defender Ceuta, ahora mismo, de un ataque bien organizado. Pero al Sultán no le hace falta en el recurrir a eso. Él sí que va a por todas y por eso se ha armado hasta los dientes, hasta con drones israelíes, con los que se dedican a matar a la gente en el Sáhara antes llamado español. Una realidad como un templo que a los peperos les da igual, claro, que para eso tienen al PP y a Vox. Para amansarlos. Y como detrás de toda la película están sus amigos y protectores, gringos e israelíes, pues se acabó. Mejor no hablar demasiado del tema y seguir con su rutina de viejas de meterse con Sánchez, que con eso ya están contentos.
Por eso son patriotas de mierda, de pulserita y compartir memes por whatsapp. Porque para eso sí estamos todas.
La derechita cobarde y Marruecos: tan culpables como la izquierdita
Y es que el problema de fondo no es que os la sude todo, amigos de la derechita traidora, sino que vais por delante del PSOE en todo lo que sea joder a vuestro propio país. Porque sois los más tolerantes con todo, con los lobbies más degenerados y hasta con la corrupción de la casta política, porque hay que ser imbécil para seguir votando quien sea y más al PP, que no son más que son una versión cómica del PSOE.
Es hora de reconocer que estáis de acuerdo en todo con los ladrones autóctonos y extranjeros que nos quieren robar a todos los españoles. Tanto a nivel individual, con peajes abusivos, okupaciones y todo tipo de putadas, como a nivel estratégico, pues carecemos de la más mínima defensa contra ningún enemigo exterior. Y entonces, estamos a la deriva, como en el 98, cuando el cabrón de Sagasta y sus amigos regalaron nuestras provincias de Ultramar a unos cerdos. Ya sabemos todos a quiénes me refiero.

¿Cómo empezó la Guerra del Sáhara Occidental?
La historia del conflicto es muy larga y ha involucrado hasta a una tercera nación, al principio, como es Mauritania, que constituye la auténtica hermanita pobre del Magreb y que aceptó el reparto realizado por Hassan II, aunque no tardó en sufrir las consecuencias. Y es que el Frente Polisario vio su oportunidad de quitarse de encima al más débil de sus enemigos, que a pesar del apoyo aéreo francés no pudo hacer nada para repeler la entusiasta tenacidad de los guerrilleros saharauis. Y la pérdida del Sáhara Occidental mauritano significó solamente dolor y esfuerzo en balde para esa pobre nación y un Estado que se resintió mucho de ese fracaso. Porque las cosas no sé hacen así.
De hecho, sobre la chulería de Hassan II de decir que tomaría el café en El Aaiún, esa misma semana, un alto mando español dijo que ojalá lo hubiera intentado. Porque es casi seguro que se hubiera llevado una buena paliza. Que ya en Mahbes había resultado humillado sin necesidad de que sonasen los tiros, por fortuna, porque esas tropas suyas que lo intentaron quedaron rodeadas y se entregaron. Y ante la posible reacción militar española en defensa del Sáhara Occidental, era tal su desconfianza en sus propias posibilidades que colocó a sus mejores fuerzas muy por detrás de la vanguardia, en una muy prudente reserva. Por si acaso la paliza a manos españolas se le iba de las manos y los nuestros le perseguían hasta bien entrado Marruecos.
¿El Ejército Español tiene reservistas suficientes?
El Ejército Español de entonces no era como el de ahora, que tiene en su propia organización extranjera el vicio de su propia autodestrucción: unas Fuerzas Armadas que no dejan a sus ciudadanos recibir instrucción militar ni aunque lo pidan como voluntarios, tal y como yo mismo demostré hace poco y lo tengo publicado. Un auténtico desastre en ciernes que ya están pagando los canarios y que pronto pagaremos los demás. Para que unos y otros nos puedan entregar con las manos atadas al Sultán y disfrutemos de las mismas lindezas que los saharauis en esta prometedora década de 2020.
Como aviso, en efecto, tenemos la noche triste del pueblo saharaui, en esa supuesta celebración de la Marcha Verde en 1975 que supuso el inicio de un exilio de décadas. Que ha implicado la muerte y heridas terribles para miles de soldados y civiles saharauis y también marroquíes, con prisioneros incluso desaparecidos en ambos bandos. Y lo peor siempre se lo llevan los pueblos de carecen de Fuerzas Armadas insuficientes para defenderse de agresiones como las que lleva sufriendo el pueblo saharaui desde hace más de 40 años.
La estrategia de los muros en el Sáhara Occidental
La primera estrategia de Marruecos, para combatir a lo que ellos llamaban una banda de traficantes del desierto, el Frente Polisario, fue la llamada estrategia de las columnas en el Sáhara, en la cual sufren serios reveses a manos de esos supuestos traficantes del Polisario. Así los llamaba Hassan II, ya en la antesala de la Marcha Verde, pero, ¿cómo una banda de traficantes va a derrotar a un ejército regular armado por Occidente y fogueado en duros combates contra España o Argelia?
A continuación, vino la estrategia de los muros en el Sáhara, construidos con el apoyo de gobiernos yanquis muy progres y muy anteriores al constructor de muros Trump, y que pareció justificar en un principio la fuerte inversión que suponía, aunque los saharauis aprendieron a atacar el muro del Sáhara Occidental con éxito, si bien ya nunca pudieron moverse por el Sáhara ocupado con tanta fluidez como antes. Y al igual que en la primera guerra mundial con las trincheras, la pérdida de la iniciativa por ambos bandos produjo el estancamiento militar que llevó al alto el fuego en el Sáhara Occidental en 1991.
Un alto el fuego en el Sáhara Occidental que se ha roto
Un nuevo estallido que se está saldando con nuevas dosis de sangre saharaui y marroquí derramadas sobre la arena. Se trata de un concepto que no conviene a ninguno de los dos bandos, por lo que parece imponerse la necesidad de llegar a algún acuerdo que permita desatascar una situación que nunca se va a normalizar del todo. Porque los actuales soldados del Sáhara Occidental nacieron ya en el exilio o bajo el yugo del Sultán marroquí y nada parece haber cambiado en todo este tiempo.
Lo único que ha sucedido es un desastre humanitario constante para el pueblo saharaui y una guerra horrible que ha constituido una auténtica sangría de recursos para un país en desarrollo como es Marruecos. Un desastre en general que esperemos que termine pronto, pero desgraciadamente hay demasiados intereses geoestratégicos en la región y además están las Canarias y Ceuta y Melilla. Pero también está Argelia, el llamado León Dormido del Norte de África, con un ejército armado hasta los dientes y su apoyo sin fisuras a la causa del Polisario. Y detrás de cada León magrebí, Marruecos y Argelia, están las consabidas potencias de siempre, los mismos bloques que en la Guerra Fría, a los cuales sólo les importa mantener las hegemonías de unas élites y someter a las malas a la población civil.

Un campamento militar que ha sido de españoles, marroquíes y saharauis
La del Sáhara Occidental es una de las grandes epopeyas de los tiempos recientes, protagonizada por soldados y civiles magrebíes y recrudecida por las características de pasión, bravura y joven nacionalismo que caracterizan a saharauis y marroquíes. La gran diferencia es que la nación del desierto ha llevado desde el principio la peor parte con el exilio y la mayor cantidad de bajas civiles. Y nuestros amigos sobre el terreno nos envían muestras del entusiasmo revolucionario y nacionalista saharaui, reavivadas tras el último estallido del conflicto del Sáhara Occidental en diciembre de 2020:
Dicen que ahora más que nunca lucharán por su patria. Que lucharán hasta la victoria. Y así es su día a día. Hasta que no vean el Sáhara Occidental libre como país no parar de luchar.
“Debido a los ataques de mis soldados se ven las llamas en el muro de mis enemigos y que así siga, que así siga, triunfaré a pesar de mi imposible revolución”.
Parece mentira que un discurso así pueda realizarse en un territorio bajo soberanía española, de iure, en pleno siglo XXI. Porque no estamos hablando de las guerritas de cartón de los separatistas autóctonos, sino de una guerra de verdad que en primera tuvo también a España como protagonista en el Sáhara Occidental. Y hablaremos de ello en este artículo, aunque por muchas décadas el Estado Español haya pasado bastante del tema. No fue siempre así. Pero lo que no cambia en esta historia es el empeño nacional de los saharauis, que se aferran a esta lucha de generaciones:
Nada es imposible en esta vida. Mira que después de 47 años luchando por nuestra patria, si Dios quiere, lo conseguiremos todos juntos.
Eso seguro, puesto que nada se podrá hacer sin el beneplácito del Señor. Y es que la actual campaña no es sino la última de una larga serie de guerras que os queríamos resumir aquí.
La derrota de Marruecos en Mahbes
Son muchos los rincones del Sáhara Occidental que han sido regados de sangre en tantas batallas y escaramuzas, pero hoy queríamos detenernos en uno en concreto donde españoles y saharuis obtuvieron grandes triunfos frente al Sultán.
La posición de Mahbes es uno de los enclaves estratégicos más importantes del Sahara Occidental. Domina la ruta entre Tinduf y Smara y es la puerta de entrada al Sur del Reino de Marruecos. De ahí que se hayan librado allí sangrientas batallas, ya desde los tiempos de la dominación española en la región, siendo Mahbes un nombre de pésimo recuerdo para las Fuerzas Armadas del Sultán.
En 1979, cinco periodistas y entre ellos un corresponsal de El País, visitaron los restos del gran desastre marroquí en Mahbes, a manos de las guerrillas del Frente Polisario. El olor a muerte era descrito como pestilente e insoportable por la gran cantidad de bajas que había sufrido el Ejército Real de Marruecos. Y es que la posición había sido arrasada por el sorpresivo ataque de los guerrilleros saharauis, que por entonces la controlaban a pesar del empeño de Rabat por negarlo todo. No era la primera vez que sufrían un revés semejante en esta misma localización y entonces, como hacen hoy, pretendían ocultar la realidad de una guerra que incomoda a demasiados intereses creados en el Sáhara Occidental.
Hassan II se puso chulo con los españoles, pero resultó humillado en Mahbes
Los primeros en recibir la visita militar de los ocupantes marroquíes en Mahbes fueron las tropas españolas y nativas, las ATN saharahuis, que repelieron una agresión del Sultán ya antes de la Marcha Verde.
El intercambio de frases altisonantes a lo largo de 1975 había sido la tónica entre el Sultán Hassan II y las tropas españolas, que mantenían la moral muy alta pese a la incertidumbre que suponía la agonía del General Franco. Y esperaban acontecimientos en sus barracones del desierto mientras las amenazas del Estado vecino, Marruecos, subían de tono cada día. El Sultán había llegado a decir que se tomaría el café en El Aaiún en dos días, en la capital del Sáhara Occidental, lógicamente después de echar de allí a nuestras tropas, pero sus planes de arrancárselo por la fuerza a los españoles se fueron disipando con el tiempo. En primer lugar, por un olvidado fracaso de su Ejército en ese mismo mes de junio de 1975, cuando pronunció esa famosa frase, pues su tanteo inicial en Mahbes resultó en la rendición de un buen contingente de sus soldados.
Mahbes es una de tantas localizaciones clave que el Ejército Marroquí ha pretendido siempre controlar y controla, pero no sin haber pagado un alto tributo de sangre. Y si el Sultán quiere controlar las rutas que conducen a los más importantes enclaves del Sáhara Occidental siempre tendrá que tener previamente el control sobre esta posición.
Derrota de Hassan II en Mahbes a manos españolas
En tiempos de la presencia española, había en Mahbes una considerable guarnición del Tercio, que compartía su acuartelamiento con las fuerzas nómadas de origen indígena. Y el Sultán intentó tomarlo por la fuerza, antes de la Marcha Verde, con el mismo modelo de operaciones que ya empleó en Ifni entre 1957 y 1958.
Sin embargo, sus hombres terminaron rodeados y pidiendo la rendición a los legionarios que había por allí, los cuales desmontaron un ataque sorpresa marroquí que estaba destinado a ser una humillación y una advertencia a los demás puestos fronterizos. Y los prisioneros no tardarían en ser devueltos a su país, por cierto, pero el Estado Español ocultó a la opinión pública esta muestra de superioridad militar española sobre Marruecos: convenía más y sigue interesando presentar a los españoles la gran amenaza del vecino del Sur, cuya economía es 9 veces más reducida, como un desafío frente al que vivir siempre acojonados.
Pero la victoria española en Mahbes en 1975 demostró, sin embargo, que ese primer guantazo que quiso darnos el Sultán se le volvió en contra. De hecho, no volvería a pensar en tomar el Sáhara Occidental con sus soldados, sino con escudos humanos de su propio país, en la maniobra de guerra sucia usando a civiles que se conoce como Marcha Verde.
División de los saharuis en la expulsión de España del Sáhara Occidental
¿Pensaba el Sultán que el Ejército Español se desbandaría sin más si conseguían tomar Mahbes, así como otras posiciones que él consideraba abandonadas por sus guarniciones, tal vez sin muchas bajas y forzando una retirada que él creía inevitable?
El escenario de la época, desde luego, invitaba a pensar en una victoria rápida para el Reino de Marruecos: el Frente Polisario hostigaba a las tropas españolas sobre el terreno y no teníamos muchos amigos, ni en Europa ni en ninguna parte, aparte de que estaba claro que la próxima muerte de Franco sólo ayudaría a los planes del Sultán.
Su estrategia de forzar a las guarniciones españolas del desierto a la rendición, mediante asedios y ataques sorpresa, le había funcionado en gran medida en Ifni, menos de 20 años antes. Y a esto se unía la cooperación en sus planes de un Frente Polisario que se había convertido en la pesadilla de las tropas españolas y con los cuales mantenía un objetivo en común: la expulsión de los españoles del Sáhara Occidental. Un fin que no todo el pueblo saharaui por igual compartía, pues, por ejemplo, muchas de las fuerzas de las Agrupaciones de Tropas Indígenas (ATN), seguían la tradición iniciada ya antes de la Guerra Civil Española: colaborar con las autoridades españolas con sus armas. Igual que los soldados de Regulares, de las harkas o los Tiradores de Ifni, legendarias fuerzas indígenas de gran valor para España.
Por aquel entonces, pienso, el Frente Polisario tomó una mala decisión fundamental al atacar con tanta energía a los españoles y a sus paisanos de las ATN, pues esto sólo aceleró los planes anexionistas de Marruecos en el Sáhara Occidental. Pero lo que muchos saharauis creyeron que sería una liberación, la famosa Marcha Verde de 1975, se convirtió muy pronto en el inicio de la más brutal represión vivida hasta entonces por su pueblo. Muchos de ellos no quisieron tolerarlo ni adaptarse a la nueva situación. Y el mismo Frente Polisario que había peleado contra los españoles, primero, en connivencia con los objetivos del Sultán, esa misma noche tornaba sus armas contra el nuevo y más peligroso ocupante de su territorio: el Ejército de Marruecos.
La República Árabe Democrática del Sáhara Occidental nacía así en el destierro del desierto, perseguidos sus ciudadanos por las fuerzas marroquíes y obligados a una precariedad como nación que persiste aún hoy.
La victoria de los saharauis en Mahbes en 1979
El tremendo triunfo de España en Mahbes, aparte de olvidado, gracias a Dios no se saldó con ninguna baja y los prisioneros serían devueltos de inmediato a Marruecos.
No ha sido así en los encuentros a vida o muerte con otro tipo de enemigo, el Frente Polisario, en un conflicto tan cruel que no se han intercambiado los prisioneros en décadas. Que se ha saldado con numerosas bajas por ambas partes. Y cuando los saharauis tomaron Mahbes, 4 años después del anterior episodio de 1975 contra la Legión, desgraciadamente fue a un alto precio en sangre marroquí.
Pero volvemos a 1979, ya después de la traición borbónica, que humilló como nunca a las Fuerzas Armadas españolas en la Marcha Verde y dejó a su suerte a ciudadanos españoles, como son todavía hoy de iure los saharauis, para que Sultán pudiera pisotearlos sin oposición. O eso creía, a lo mejor, porque enseguida comenzaron los combates a muerte contra los verdaderos habitantes del Sáhara Occidental, los cuales demostraron con sus escasos medios y su heroísmo que defender aquello no era una misión imposible para un Ejército Español, siempre muy superior a marroquí. Todo aquello fue un mantra que se inventaron los propagandistas del Régimen del 78, todos ellos arremolinados en torno a su salvador monarca, que es el mismo que hoy está desaparecido mientras los comunistas campan a sus anchas por todas partes y su sobrino Mohamed nos invade las Canarias.
Victoria del Polisario en Mahbes
En esta Batalla de Mahbes de 1979 se demostró, por enésima vez, que las fuerzas marroquíes no eran ni mucho menos invencibles. Otra cosa era que el Frente Polisario, como todo ejército irregular, pudiera defender el territorio conquistado por mucho tiempo. Siguiendo su típica estrategia de golpear y huir, evitando siempre enfrentarse con el enemigo cuando éste muestra demasiada superioridad, los saharauis se retiraron de Mahbes para evitar convertirse en blanco de la aviación marroquí.
Unos pocos cientos de hombres del desierto habían conseguido derrotar a una fuerza de tanques de origen francés, misiles yanquis y baterías antiaéreas soviéticas. Un armamento muy moderno en manos de 1.200 soldados del Sultán, pero que no pudieron resistir el fiero ataque sorpresa de una tropa ligera saharaui y fueron puestos en fuga. Y tras esta gran victoria del Polisario, las fuerzas ocupantes de Marruecos tardarían bastante en poder reorganizarse y montar nuevas ofensivas en la zona.
España oculta la victoria olvidada de Mahbes en 1975
Al Régimen actual de España no le interesa contar la verdad: que la superioridad militar de España sobre Marruecos ha sido la tónica de esta historia y que así debería seguir siendo, si de verdad queremos tener paz. Porque el rearme de Marruecos y el desarme de España equilibran la balanza de poder y esto sólo hace más probable una guerra. Sin embargo, en lugar de corregir esta deriva suicida, los políticos actuales siguen el mismo modus operandi de entregar el Sáhara y lo que haga falta, como siempre, lo que sea con tal de evitar una guerra.
Sin embargo, el total fracaso de Hassan II en Mahbes demuestra que muchas veces no es necesario llegar a una guerra que a nadie interesa, empezando por el propio Sultán. Siempre fueron derrotados cuando tomaron esa iniciativa militar y es un riesgo que la cúpula marroquí no puede permitirse, porque ya un Gobierno de Mauritania cayó por culpa del Sáhara. Y es que a ningún Régimen le conviene perder una guerra total y ya Marruecos resultó derrotado en Ifni (1958), como también fueron expulsados de El Perejil (2002) sin necesidad de llegar a ninguna confrontación directa.
Ya se lo dijo Aznar a Hassan II, ante una indirecta del Sultán sobre que Marruecos y España no entrarían nunca en guerra por Ceuta y Melilla:
Y haría muy bien Marruecos en no entrar en Guerra, Majestad, puesto que la perdería.
Y es que las cosas pudieron haber sido muy diferentes si los legítimos defensores del Sahara, españoles y saharauis, hubieran llegado a algún tipo de acuerdo rápido que no diera lugar a las maquinaciones del Sultán y, sobre todo, a la siempre traicionera intervención del Tío Sam, la República Francesa y demás familia occidental. Más de 40 años después de la Marcha Verde, por desgracia, el desierto del Sahara se sigue teniendo de sangre marroquí y saharaui por la falta de acuerdos y sobre todo de legitimidad por parte de la potencia ocupante actual, que es el Reino de Marruecos. El mismo Estado que está invadiendo nuestro muy legítimo territorio y amenazándonos constantemente, pero hay otras superpotencias por detrás.
Desmilitarización de España, el país donde los ciudadanos no tenemos derecho a defender a la Patria
En estos momentos, sin embargo, nuestras Fuerzas Armadas se encuentran en un estado de abandono y desmoralización total. No se invierte en ellos, se los paga mal y esto a pesar de que son la base de todo nuestro Estado de Derecho y nuestra seguridad. Han sido incluso movilizados para tareas que otro personal podría realizar, en la crisis sanitaria, si tuviéramos reservas civiles para estas cosas. Sin embargo, no disponemos de gente suficiente para enfrentarnos a catástrofes graves, puesto que para empezar no se quiere formar a los que queremos recibir instrucción militar como voluntarios y lo último: ahora se usa a los soldaditos hasta como conejillos de indias, para probar vacunas que no han pasado controles de verdad. Y yo creo que no es de recibo nada de esto, pero tampoco puedo cambiar las cosas yo solo.

Aunque la mayoría del pueblo español lo ignore, se trata en efecto de un territorio que todavía para la ONU consta como por descolonizar bajo la responsabilidad de España. La realidad sobre el terreno, sin embargo, ha sido el Derecho Internacional de las armas y la sangre: una lucha a muerte desde hace décadas entre el Frente Polisario saharaui y las fuerzas de ocupación marroquíes que pagan, como siempre, los que menos culpa tienen: civiles y soldados que cumplen órdenes. Pero no los estadistas marroquíes y sus amos, de potencias muy poderosas y con gran tradición en expoliar a los españoles y a los que un día lo fueron, como es el caso de los saharauis.
Un conflicto que nunca terminó del todo, pero que se encontraba encapsulado desde el alto el fuego del Sáhara del año 91 y que ahora ha resurgido con fuerza. Con ataques y hostigamientos a las fuerzas marroquíes por parte del Frente Polisario y una doble respuesta, militar y represiva, por parte de estas fuerzas de ocupación. Y como es ya una muy vieja costumbre en ellos, el Estado de Marruecos la ha con la población civil de los territorios ocupados.
La manifestación en la carretera de Guerguerat terminó a tiros
En un principio, hace ya largas semanas, el Gobierno marroquí se tentó mucho la ropa de intervenir en fuerza en el disputado paso del Guerguerat, que es donde se inició esta crisis con un boicot de las carreteras de esta zona por parte de civiles saharauis. Unos piquetes que bloquearon una importante carretera entre Mauritania y la costa con el fin de interrumpir el fluido tráfico comercial del que el pueblo saharaui no se está beneficiando para nada, pese a ser una vía de comunicación que atraviesa su territorio. Porque estamos ante el único territorio de África pendiente de ser descolonizado y no es que lo digan los saharauis, sino que lo dice la ONU. Un organismo que, aunque funcione como un desastre auténtico, se supone que es neutral en estas cosas.
Esta manifestación, formada por civiles sin armas, pero no organizada sin un claro objetivo propagandístico, sólo podía terminar de una manera y fue que las fuerzas de Marruecos aparecieron por allí para descongestionar ese tremendo atasco que ya se había formado. Apenas llegaron, los civiles se resistieron y entonces empezó todo, porque fuerzas del Frente Polisario se encontraban en las cercanías y se enfrentaron de inmediato a los soldados marroquíes. Y desde entonces hasta hoy, pese a los continuos esfuerzos de esta redacción, ha sido muy complicado tener información sobre lo que está realmente sucediendo sobre el terreno.
Los civiles con los que tenemos contacto directo en los campamentos de refugiados saharauis, los cuales viven de continuo en España, no tenían mucha información y de todas formas no podían pasarnos muchos datos la porque la jefatura militar saharaui prohibía cualquier tipo de comunicación. Por lo tanto, estos refugiados sólo podían ser testigos del continuo trasiego de tropas desde los campamentos hasta las zonas ocupadas.
El desierto de las mil batallas: la nueva guerra del Sáhara 2021
Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un escenario del combate gigantesco y muy difícil. Se trata del mayor desierto del mundo, compartido por naciones que no se pueden ni ver y con los saharauis en el centro del huracán. El Estado de Argelia les ha apoyado siempre en este exilio, permitiéndoles instalarse en su parcela del Sahara y proveyéndoles de armamento, como otras naciones aliadas de los saharauis, pero nada es porque sí. Argelia tiene muchísimo que ganar o que perder en esta guerra, igual que en las anteriores, cuando han estado en conflicto directo con Marruecos en tiempos de Hassan II. La Guerra de las Arenas.
La suerte de esos conflictos siempre ha sido dispar. Los marroquíes han sufrido graves palizas como la de Mahbes, donde los saharauis repitieron el éxito anterior de las tropas españolas contra Hassan, pero éste derrotó a argelinos y saharauis en la Guerra de las Arenas. Y ocupó el Sáhara usando escudos humanos, como hoy hace con las Canarias, en la famosa Marcha Verde que los saharuis sufrieron más que nadie.
Marruecos utiliza a los emigrantes africanos de Canarias como avanzadilla de otra invasión
Nuestra amiga Alamu, saharaui comprometida con la causa de su exiliado pueblo, nos cuenta el parecer general de la joven nación africana:
El Gobierno español tiene una obligación histórica, ya que sigue siendo nuestra potencia administradora, pero sus políticos y reyes sólo saben traicionarnos. El pueblo español siempre con nosotros, claro, pero los dirigentes sólo antes de las elecciones y luego ya no. Todos los del PSOE son hijos predilectos de Marruecos y, entonces, ¿qué nos podemos esperar?
Con respecto a la llegada masiva de inmigrantes a las costas canarias, lanzados como munición por el Sultán de Marruecos y los que le patrocinan, nuestra amiga saharaui Alamu lo tiene claro:
Él siempre, cuando se enfada, suelta sus putas pateras. O sea, para nosotros no es nada nuevo.
Lo mismo sucede con los propios saharauis y las visitas que reciben por parte de las tropas marroquíes. Porque estamos ante un Estado (el Reino de Marruecos) que no respeta las fronteras de los demás, pero con la gran diferencia de que los saharauis se defienden mientras que el Estado español deja a sus ciudadanos a su suerte. Desarmados y con las manos atadas para que cualquiera turba de energúmenos pueda matarnos, violarnos y robarnos.
El Guergerat es una zona desmilitarizada y hemos estado muchos años callados
mientras han estado pasando nuestra mercancía a Mauritania por aquí, pero ya se acabó lo que sea daba.
Nuestros colegas de la prensa española mantienen el silencio informativo en el Sáhara
No es por nada, pero uno acaba sintiendo envidia muy sana por un pueblo que las está pasando canutas, pero que lo tiene claro en lo fundamental. No se dejan avasallar y la prueba está en el sacrificio de tantos cientos de soldados saharauis, generación tras generación, preparándose para la guerra y haciendo la guerra mientras los españoles ven Netflix y obedecen los mensajes buenistas de la televisión.
Ahí están los pobres, llevan meses dando la cara, nos dice Álamu, en referencia a sus también jóvenes compatriotas y no tan jóvenes. Esos soldaditos que marchan día tras día a un destino incierto en una guerra durísima, contra el ejército marroquí, mientras estos cerdos (la mayoría de medios de comunicación) callan la guerra.
Nuestro vecino del Sur gasta unas cantidades impresionantes en mantener y acrecentar su ejército mientras Rajoy y otros traidores se han dedicado durante décadas a desmilitarizar España. Todo para que cualquier dictadura bananera pueda poner en entredicho nuestra seguridad nacional, y esto mientras el pueblo marroquí pasa grandes necesidades y existe una gran problemática en cuanto a abusos sexuales, incluso a menores, que no se termina de atajar.
Trump con el Sultán de Marruecos y la derecha española… ¿Con Trump?
Unas Fuerzas Armadas del Sultán que se encuentran cada vez mejor pertrechadas y entrenadas, por los yanquis y demás chusma de la OTAN, pero los próximos en sufrir la capacidad de fuego del tirano magrebí podemos ser los españoles: nuestros propios soldados y población civil. Debido a la falta de preparación y de conciencia de los que dicen constantemente que hay que reducir el presupuesto militar y de esos que dan vivas al rey, en los desfiles, pero que nunca se enteran de la fiesta.
Si no es por el Frente Polisario, Marruecos ya habría tomado Canarias, Melilla y Ceuta
Y no quiero despedirme sin una reflexión. Si no fuera porque Argelia y el Frente Polisario distraen grandes cantidades de tropas y recursos de las Fuerzas Armadas de Marruecos, dada la suicida política de Defensa española, haría ya mucho tiempo que se hubieran lanzado con los tanques a recuperar, como dicen ellos, Ceuta y Melilla o incluso Canarias, que hay que recordar que jamás en la vida pertenecieron a ningún otro Estado que el español.
No podemos permitir que la mafia de los genocidas yanquis, británicos, franceses y demás amigos de toda la vida se oculten detrás de Marruecos mientras son ellos los que están ocupando por las malas nuestras islas. No en vano Trump, antes de dejar la Casa Blanca, ha reconocido el dominio del Sultán sobre el Sáhara Occidental definitivamente. ¡Muchas gracias, presi, por quitarle la careta a vuestra política antiespañola! Tenemos que saber quiénes son nuestros amigos y quiénes nos quitaron nuestras provincias de Ultramar y organizaron la Guerra Civil, la de Ifni, la Marcha Verde, la ETA o las autonomías.