La cotización en bolsa se ha posicionado como uno de los negocios más atractivos para quienes desean obtener beneficios a través del movimiento de sus sumas dinerarias. Además, la presencia de sectores de distinta clase en el mundo bursátil hace que en él tengan cabida todo tipo de compradores y vendedores interesados en las distintas posibilidades que el mercado oferta. No obstante, siempre existen opciones más rentables e intersantes que otras en las que los profesionales de la bolsa fijan sus puntos de mira. Un ejemplo de este fenómeno se encuentra en el mercado de las energías, que maneja cifras elevadas y suele ofrecer un rendimiento positivo.

En este contexto, invertir en gas natural se ha convertido en una de las prácticas más recurrentes de la actualidad mercantil, ya que su posición como energía competidora del petróleo y su multiplicidad de usos han motivado una demanda suficiente como para que, a pesar de la oscilación de precios que sufre constantemente, su volatilidad no derive en pérdidas. Prueba veraz de este hecho es la continua demanda de las acciones que las distintas empresas del sector del gas natural sacan a bolsa.

Para los más curiosos y aficionados al mundo de las finanzas, se expone a continuación una breve reseña de información necesaria para entender la inversión en esta materia energética.

¿Cómo invertir en gas natural?

Lo primero que se debe saber acerca de las inversiones en gas natural es que existen varios modos de completar esta operación. En función de los conocimientos financieros que el comprador encierre y de las posibilidades económicas de que disponga serán más adecuado unos u otros. Principalmente los contratos de futuros y las acciones son los formatos más extendidos de adquisición en el mundo bursátil.

Los futuros suponen una de las formas más rentables de inversión que existen, además de ser el modelo original de inversión en commodities. Sin embargo, su complejidad requiere de conocimientos financieros profundos, por lo que este método queda más reservado para quienes se han convertido en grandes expertos del sector y no para inversores medios que podrían no afinar con este tipo de operaciones. La gran ventaja de los futuros es que ofrecen la exposición, lo que difícilmente puede encontrarse en otros lugares del mercado.

Por otro lado las acciones, aunque pueden no resultar tan rentables y lucrativas como los futuros, son el medio ideal de compra para aquellos inversores neófitos o medios cuyo saber financiero no va más alla de operaciones controladas y medidas. Para ello es necesario acceder a la oferta de las distintas empresas comercializadoras del gas natural que sacan sus acciones a bolsa. Además, existen sectores asociados a este tipo de empresas que, aunque no trabajan directamente con este material, se incluyen dentro de la industria que trabaja con ella, por lo que también sus acciones pueden ser una buena opción de inversión con ganancias a corto plazo.

¿Cómo fluctúan los precios?

El precio del gas ha fluctuado históricamente de acuerdo con una ley básica de la economía y los precios: a mayor oferta, precios menores y viceversa. De este modo, que el coste del gas natural se encuentre al alza o a la baja depende en buena medida de la cantidad de material que la producción sea capaz de ofrecer. A razón de esta condición, se pueden identificar cuatro factores clave que marcarán la mayor o menor cifra del gas natural.

En primer lugar, el clima es fundamental, ya que los temporales extremos de calor o frío pueden alterar exageradamente la ley de la oferta y la demanda. Como es natural, durante una oleada de frío severa el precio del gas subirá si su producción está por debajo de su demanda.

En segundo término, el almacenamiento marca en muchas ocasiones el precio de esta energía, ya que en función de si hay excedente o déficit los precios pueden mantenerse bajos o incrementarse.

El tercer factor se corresponde con las alternativas, especialmente con las renovables como la eólica o solar, que dependiendo del rendimiento que ofrezcan pueden hacer mayor o menor competencia al gas, por lo que su costo será mayor o menor.

Por último, el crecimiento económico de las empresas suele derivar en un aumento del precio de esta energía debido a la alta demanda por parte de la industria, que se sirve de ella para diferentes procesos.

¿Qué ventajas hay en invertir en gas natural?

Los principales motivos que los especialistas aducen para invertir en gas natural se corresponden con sus posibilidades de futuro, lo que redunda en favor de su cotización. En  primer lugar, la condición de energía fósil poco contaminante hace de esta materia como candidata a liderar la transición ecológica que el mundo vive debido a su ligado potencial, a lo que se añade la alta posibilidad de descubrir nuevos yacimientos. Además, el desarrollo del gas renovable y el hidrógeno también posicionan a esta energía como una fuente motriz de la que el mundo se serviría como del petróleo en los próximos años.