«Si en sus frases no meten ese despreciable “todos y todas” o la burda expresión “brecha de género” les da algo. Siguen emulando a sofistas aturdidos»
Al PSOE le ha salido bien la cortina de humo para que no se hable de la presunta corrupta a la que Sánchez se ha llevado a la India. Siempre actúa igual cuando las cosas se ponen feas; no quiere que le salpique más fango de lo que ya tiene encima. Ni siquiera quiere saber nada del agresor sexual, Íñigo Errejón: lo deja todo para quienes sí sabían de su vicio exagerado y degenerado como Urtasun, Yoli, Ada Colau, Bergerot, Mónica García, Loreto Arenillas y otros muchos compañeros (verán que nunca utilizo el destrozo del lenguaje falsamente igualitario de Irene Montero), incluidos periodistas, analistas, tertulianos y miembros de los demás grupos parlamentarios. Lo sabía hasta el apuntador. Ver para creer.
Está bien que Sánchez pasee a su presunta corrupta y falsaria catedrática de la universidad Complutense por la India. Allí nadie conoce sus presuntas fechorías, al contrario que en España donde, según las encuestas, es la persona más despreciada por la ciudadanía y con quien saldría a tomar un café, según hemos podido leer. ¿No se lo habrá contado al felón su amigo su estrafalario amigo Tezanos, o “Tenazos” como se le conoce en Cantabria? Bien es cierto que el líder está para ser adulado, evitando contrariarlo; de ahí las broncas e insultos que se lleva “el perrito faldero” del presidente (Félix Bolaños), que ha aprendido a esputar día y noche contra Isabel Díaz Ayuso.
Begoña “Pelela” Gómez será feliz en la India, pero no quiero imaginar la reacción de asturianos y demás españoles si su “enamorado” la hubiese paseado por Oviedo, aprovechando los premios Princesa de Asturias. No solo los hubiera desfigurado con su presencia, sino que la pitada se hubiera escuchado en Huelva y en algunos de los núcleos de la última soberanía española de Cuba y Filipinas. En fin, cuanto más lejos esté la “Bego”, mejor imagen para España y para los españoles. Ayer estaba muy caliente la gente con el caso del agresor sexual de Sumar y antes de Podemos. ¿Habrá descorchado Pablo Iglesias la botella de Ribera, Rioja o cicuta?
A las dos de la madrugada del día 26 de octubre leo que ha dimitido Ada Colau. Otra que sabía de la depravación del maltratador y agresor sexual, Íñigo Errejón, pero no confirma si es por eso. Sin duda, una excepcional noticia para Barcelona, Cataluña y España. No recuerdo a nadie que haya hecho tanto mal a la ciudad de Barcelona en tan poco tiempo. Veremos cómo limpian sus destrozos y mediocridades y los cambian por una gestión adecuada y certera. Costará mucho volver a la senda de la gestión que lleve a Barcelona a ser una ciudad admirable y próspera. No tengo duda de que han sido años de parón progresivo y donde el catastrófico progresismo ha hundido esperanzas, perspectivas y progreso serio.
Vaya noche que llevamos. Ahora resulta que Sumar admite el fallo de sus «mecanismos de detección» del acoso sexual cometido por el agresor Errejón. «Fallaron con Errejón», dicen los dirigentes de la formación cavernaria y retro de Sumar. Hasta Urtasun se atreve a justificar lo que ya no tiene justificación: «Si las graves informaciones que han salido esta semana las hubiéramos sabido antes, Errejón habría sido cesado mucho antes de sus cargos», al menos así lo recogen algunos medios. ¿Alguien me puede decir qué carajos pinta Yolanda Díaz en Colombia, baboseando a Petro y mostrándole esa sonrisa nefasta para el espectador y con tintes de traición, que tanto le caracteriza?
Hasta los líderes de Podemos intentan desviar la atención del caso Errejón. Son hábiles para esas distracciones, pero torpes para su propio interés, salvo cuando hay dinero por medio y de fácil acceso. De repente deciden hablar de las pensiones haciendo humo que confunda al espectador. Nadie duda de que el sistema público de pensiones es uno de nuestros valores democráticos más valiosos y que hemos de seguir cultivando. «Cuidar a quienes nos han cuidado. Es hora de blindar el sistema de los buitres y bajar la edad de jubilación», dice la tal Belarra, tardía para construir nada, pero pronta en el insulto al prójimo y a cuanto desconoce. A ver si tenemos suerte y el exjuez García Castellón le da una lección en forma de sanción y correctivo económico. Pero no se olviden de Begoña Gómez, ni de Errejón, ni de la dimisión de Ada Colau, ni del escondite colombiano de Yolanda Díez…y tampoco de la polvareda de distracción que levanta el ministro de “cultureta ultra”, Ernesto Urtasun.
«Tenemos que garantizar un sistema público de pensiones, gobierne quien gobierne. Las pensiones públicas, dignas y sin brecha de género son un derecho de todas y de todos, y deben ser blindadas en la Constitución», dice el portavoz de Podemos y quiosquero leonés, pero sentador de sus posaderas en las Cortes de Castilla y León como último ejemplo de la desaparición que ya llega para Podemos. Si en sus frases no meten ese despreciable “todos y todas” o la burda expresión “brecha de género” les da algo. Siguen con su vulgar vocabulario de sofistas aturdidos y oradores confundidos.
Tanto Belarra como otros sin oficio ni beneficio, y que nunca contribuyeron al fisco hasta su llegada a la política, se “ganaron” la jubilación con solo ser diputados cuatro años, frente al resto de ciudadanos que han de trabajar decenas de años para completar el derecho que a ellos se les regala. ¡Maldita ultraizquierda! Tampoco olvido la vergüenza que sentí cuando descubrí que «muchos Parlamentos autonómicos contratan planes de pensiones con empresas privadas para sus parlamentarios». ¡Manda huevos! Menos mal que la izquierda y la ultraizquierda han decidido renunciar a ellos como punta de lanza. Tengo que verlo para creerlo y, con más motivo, tras las prédicas de Errejón, que no han coincidido con sus hechos.
«Señor Pablo Iglesias, supongo que cuando el señor Íñigo Errejón y usted fundaron Podemos, el nombre inicial era Follemos o trinquemos, pero como quedaba muy literal le llamaron Podemos a secas», en palabras de Macarena Olona a Pablo Iglesias en pleno debate. La exdiputada de VOX, Macarena Olona, debía de estar pensando en los bares donde Iglesias acudía para ir al baño a las jovencitas universitarias, que aún eran pollitas, como Begoña para su marido, el UNO de la trama.
No hay duda de que a la izquierda y a la ultra zurda se les caen las banderas, las kufiyas, las pancartas y todo cuanto levantan. Eso sí, hay cosas que no levantan, aunque lo intente sin compromiso. No hay más que mirar para entender y comprender.
Podemitas ultra y de retorcido feminismo: si creéis haber estudiado libros morunos, ¿sabríais tapar dos agujeros con uno? ¿Y escribir Pedro sin “P” o conocer la edad de una persona por el número de zapatos que calza? Bueno, mejor… seguid estudiando.