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España

Pablo Iglesias pretende sanciones económicas y penas de hasta cinco años de cárcel por negar el cambio climático

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Ya dijo Einstein que solo conocía dos cosas que eran infinitas: el universo y la estupidez. Influidos por el consenso progre, los gobiernos occidentales, todos en cascada, van cayendo poco a poco en ese pozo de idioticia que sopla desde el lado izquierdo del cerebro humano y va penetrando sin encontrar resistencia en su lado derecho.

El drama de las democracias europeas es el poder destructivo que llevan dentro. El sistema político prevaleciente hoy en la mayoría de los países europeos fue decidido por las élites dominantes, tras la II guerra mundial, como un parapeto contra los ideales el fascismo, dejando expedito el camino al marxismo cultural para la promoción de su siniestra concepción del muno y de la dignida humana. Lo sorprendente ha sido comprobar cómo la cosmovisión marxista sirve tan bien a los objetivos de las élites globalistas de cara al entero control de nuestras socieades, lo que ningún estado identificado con lo que ellos llaman fascismo les hubiese permitido nunca.

Uno de los mantras de los maxistas culturales de nuesto tiempo es la defensa del cambio climático y del calentamiento global. Este dogma se ha utilizado para justificar el aumento del poder regulador de los Estados sobre la economía y el poder de las instituciones internacionales sobre los Estados nacionales y sus poblaciones.

Para hacer frente a las desafecciones a los mantras del camhio climático, uno de los más conspicuos representantes del marxismo cultural en España, Pablo Iglesias, pretende la inclusión del negacionismo climático en el nuevo código penal, según fuentes del sector anticapitalista del partido morado. El futuro vicepresidente el Gobierno (si finalmente Pedro Sánchez logra ser investido) pretende que se pueda llegar a sancionar con una multa o una pena privativa de hasta cinco años.

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El escenario es cada vez más restrictivo para la independencia crítica alejada del pensamiento único. Cada vez hay más asuntos que no pueden ser rebatidos o cuestionados en nombre de los llamados consensos sociales promovidos por la izquierda. Tener una opinión distinta a la oficial en cuestiones como el aborto, las ideologías de género, el homosexismo, la inmigración y el cambio climático, entre otros muchos, te puede expone ya a penas de cárcel. El panorama es tan dantesco que hasta se emprenden acciones legales contra el representante de un grupo católico por sostener que “los niños tenían pene y las niñas vulva” (Un hecho científico y no una opinión),

Es imperativo reconquistar los espacios que el totalitarismo ideológico de la izquierda ha arrebatado a la disidencia crítica. Negar la farsa del cambio climático es un aldabonazo en el mentón de  la globalización económica y su amplia colección de tontos útiles, siendo Pablo Iglesias uno de ellos.

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España

Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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