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Opinión

Margarita Robles, Zaida Cantera y Teresa Franco. El peligroso triángulo del femi-nazismo radical bífido en las Fuerzas Armadas de España.

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“El día 11 de abril de 2018, el Grupo Parlamentario Socialista, encabezado por su portavoz, Margarita Robles, mantuvo una reunión en el Congreso con la cabo y secretaria de Igualdad de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Teresa Franco, contra la que el Ejército del Aire ha abierto un expediente de expulsión.

En esta reunión, a la que también asistieron la portavoz socialista de Defensa, Zaida Cantera, la portavoz de Igualdad, Ángeles Álvarez, la portavoz adjunta de Defensa, Miriam Alconchel, la secretaria primera de Defensa, Esther Peña y Lidia Guinart, vocal de Igualdad, así como representantes de Podemos y Ciudadanos, los parlamentarios mostraron su apoyo a la militar y le han trasladado su disposición para ayudarla desde el punto de vista parlamentario en este proceso.

El Grupo Socialista defendió la labor de Franco en su lucha por los derechos sociales de los militares y, en especial, por la búsqueda de la igualdad en las Fuerzas Armadas, y ha denunciado que ello le haya costado ser expedientada tras denunciar por acoso a su superior.” (https://www.psoe.es/search/tags/zaida-cantera/)

En la reunión también participaron por parte de Unidos Podemos su portavoz, Irene Montero, y los diputados Miguel Ángel Bustamante, Tania Sánchez y Carmen Valido. Mientras, la representación de Ciudadanos corrió a cargo de su portavoz de defensa, Javier Cano, y la diputada naranja Melisa Rodríguez.

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El caso es que en aquellos días de «gloria», aunque más bien de infamia, la cabo obtuvo el apoyo explícito y activo de las otras dos comadres: Robles y Cantera; por si no lo saben la historia de esta última es idéntica a la de la cabo, sólo que Cantera era comandante por arte de birlibirloque y que contra quién arremetió fue contra su jefe, primero, y luego contra su jefa, hasta conseguir que la largaran, a ella, claro, con viento fresco de donde nunca tuvo haber entrado, o sea, en las FAS. Para más inri, Cantera confesó públicamente que entre ella y la cabo Franco había una relación muy estrecha…

Las tres principales, el trio de la bencina como se dice en el artículo de “El Español”, 7OCT2020, anduvieron metiendo la mano en el bochornoso asunto del Cap. del Ejército del Aire Fernández Galindo… hemos dicho metiendo la mano, no metiéndole mano, que conste, aunque nos da que presuntamente a una de ellas puede que le hubiera gustado meterle mano y puede que eso sea el quid de su inquina al no haberlo podido lograr… pues ya saben que del amor al odio hay sólo un paso. Y he dicho en el asunto del citado capitán, sin doble intención, que conste.

¿Qué pintan mujeres bífidas de esta calaña en las FAS? ¿Duele la pregunta, ¿verdad? Pues ajo y agua.

Y es que como las hay que son como son, más le valía a Defensa prescindir de ellas o, al menos, confinarlas, que está de moda, en puestos más que secundarios, como quiso hacer una de nuestras protagonistas con alguien al que cesó injustamente y luego tuvo que envainársela vergonzosamente y readmitirle.

Y, para conocimiento de los lectores, paso a describir los hechos de la Cabo María Teresa Franco Martínez, caso que exhumo hoy en honor a su ilustre, por D. Francisco, apellido:

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Todo esto empezó con tres expedientes disciplinarios que se le abrieron a la Cabo destinada en la base de Alcantarilla. Es importante dejar claro que esos tres expedientes se le abrieron por temas militares; estrictamente militares. La Cabo Franco no está conforme con ellos y llega a recurrir esos expedientes incluso al Tribunal Supremo.

Se da la razón al Capitán en todas las instancias. Los tres expedientes disciplinarios que abrió entre 2012 y 2013 a la cabo Teresa Franco, destinada en la Escuela Militar de Paracaidismo de Alcantarilla (Murcia), fueron abiertos conforme a la normativa, según confirmó el Tribunal Supremo en otras tantas sentencias.

La Cabo Franco, entonces, agrupa estas tres sanciones que ya han sido juzgadas y presenta una denuncia por lo penal en la que se acusa al hoy Capitán Fernández Galindo de acoso laboral y extralimitación en el ejercicio del mando, por aquel entonces teniente.

Es necesario especificar, para conocimiento los motivos de los tres expedientes:

1º.- No abrió las puertas de la base en el momento en el que debía hacerlo. Esto provocó un atasco monumental a las puertas de la base con un problema añadido; al lado de la base hay un polígono industrial y todos los trabajadores que se desplazaban al polígono se encontraron con que no llegaban a tiempo a su trabajo porque ella no cumplió con lo que era su obligación.

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2º.- En una alerta terrorista se dio orden a las personas que estaban de guardia, entre ellas la cabo Franco, de que no entrara ni saliera gente de la Base vestida con uniforme o con monos de trabajo con los que pudieran ser identificados como miembros de la unidad. Un teniente coronel vio que una persona salía vestida de militar y justo lo hacía por delante de la garita que ocupaba la cabo Franco Martínez. El parte era evidente.

3º.- El Ejército del Aire abrió una investigación para estudiar si la cabo Franco se estaba extralimitando en sus declaraciones a la prensa –no tenía la autorización– y si estaba vulnerando la debida neutralidad política publicando mensajes en sus redes sociales a favor del PSOE.

Aquí no quedan las cosas, no, todo lo contrario ya que aparte del total incumplimiento de sus deberes más elementales en el ejercicio de sus funciones, el Ejército del Aire, justificaba también la expulsión de la Cabo Teresa Franco, porque en los últimos 3 años, no había sido capaz de superar los Informes que anualmente se realizan con carácter obligatorio a todo el Personal Militar de las Fuerzas Armadas Españolas, dándose también por asegurado que de igual manera, no había superado, el Plan de Instrucción de la Policía Aérea de la Base de Alcantarilla, donde se encontraba Destinada.

Hay que reiterar que lo primero que hace Margarita Robles nada más llegar a su puesto fue dar por cerrado el expediente por el que M.ª Teresa Franco tendría que haber sido expulsada del Ejército. Y al poco tiempo obligan al togado militar del 14 a volver a abrir un proceso por el que se declaraba el caso como sobreseído, pasando de nuevo a procesar al Capitán. En total se acumulan ocho resoluciones favorables a la causa del Capitán y ninguna en contra; aun así, han llegado a separarle del servicio. Incluso una de las jueces, en uno de sus autos reconoce no encontrar motivos para procesarlo y se da a entender incluso que se le procesa para cumplir órdenes.

Pero vayamos más lejos aún, hay que carecer de escrúpulos y valores morales, para cerrar un expediente sancionador en base a una simpatía ideológica por parte de la propia ministra de Defensa, la Sra. Margarita Robles, que estima como no merecedores de reproche alguno, como prueba el hecho de que la cabo M.ª Teresa Franco Martínez estuviera nombrada como número dos al ayuntamiento de Murcia por el PSOE, el partido de la Ministra, qué casualidad, estando en activo y sin que se le iniciara expediente disciplinario alguno, desprestigiando al Mando y al Ejército del Aire.

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Sí Sra. Robles, el hecho de que usted en su resolución le diera antigüedad de 29 de mayo para darle cierta cobertura legal a la sancionable acción de la Cabo Franco, sólo tiene validez a efectos administrativos, como debiera saber, ya que, disciplinariamente hablando, la cabo Franco tenía prohibido romper su neutralidad política mientras no hubiese sido firmado y publicado su pase a situación de servicios especiales.

Y aunque, finalmente, todo le dio la razón al capitán, incluso la justicia civil que archivó por estúpida la demanda de la cabo, ocurre que llega Robles al sillón de ministro de Defensa y… efectivamente, lo han adivinado ¡pero qué listos son nuestros lectores!: el oficial fue separado del servicio, o sea, le dieron la patada, esa a la que Robles es tan aficionada, ella toda una demócrata de toda la vida, imponiéndosele la peor de las penas que había y hay a mano; eso sí, con el cobarde y vergonzoso silencio de jefes, oficiales y suboficiales que aunque en el bar le daban palmaditas al capitán, a la hora de dar la cara corrían como ratas. Ah, y detalle importante: para entonces la cabo Franco conseguía acta de diputada por Murcia por el… claro, el PSOE, ese partido de historia tan criminal o más que el nazi e igual a la del comunista de cualquier lugar, que ya es decir.

El remate de la situación se produjo el 2 de diciembre de 2019, cuando el entonces subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, –fue cesado del Ministerio el pasado mes de junio de 2020– decidió suspender de empleo y sueldo al capitán Fernández Galindo en contra del criterio de los tres expedientes que se debían solicitar para tomar la decisión. Los mismos mencionados al inicio de la noticia. Una purga que los tribunales han desbaratado y por lo que ahora obligan a Defensa a pagar las costas del proceso judicial.

En la actualidad y como militar, la Cabo se encuentra en Servicios Especiales, que viene siendo lo mismo que en excedencia, y pasa a ser presentada por el PSOE cómo número 2 de la Región de Murcia, electa concejal, cobrando mensualmente y según el Portal de Transparencia la cantidad de 4.937,76 euros brutos, que son anualmente un total de, 69.128,62 euros brutos.

Pues bien, tras un calvario profesional, personal y familiar de casi ocho años del capitán por el que la injusticia militar y civil no le van a compensar, tiempo que les hemos reducido a estas pocas líneas, definitivamente, el capitán ha tenido que ser readmitido en el servicio porque la cosa era tan evidente que clamaba al cielo quien en esta ocasión sí escuchó.

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Así pues, la ministra Robles sufrió un nuevo revés Judicial desde que llegó al Ministerio de Defensa, ya que la misma Justicia obligó al Correspondiente Departamento del Ministerio, a restituir al Capitán del Ejército del Aire, D. Juan Antonio Fernández Galindo.

La vida y mi propia lucha de casi ya 7 años me ha enseñado que el miedo no existe, se lo crea uno mismo.

Desde el Paseo de la Castellana, frente al Ministerio de Defensa en tienda de campaña.

Agustín Fariña

Soldado de Infantería española. (R)

¿Quien es Agustín Fariña?

En 1996, realizó su Servicio Militar de reemplazo de la ya extinguida y mal llamada mili obligatoria, dónde cumplió tras su Jura de Bandera, los 9 meses obligatorios como Artillero, en el Regimiento de Artillería de Campaña, RACA 93, Tenerife. El 6 de abril del año 2000, Juró la Enseña Nacional por segunda vez dentro del Ejército Español, en ésta ocasión ya cómo Militar Profesional de Tropa y Marinería, MPTM, donde permaneció durante casi 20 años. Entre otros Destinos destacados de máxima responsabilidad y de plena confianza del Mando estuvo en: La Secretaría Particular de S.E. Teniente General Jefe del Mando de Canarias. Asesoría Jurídica del Mando de Canarias. Redactor de la Revista Militar del Mando de Canarias “Hespérides” y a su vez cómo Fotógrafo Institucional del Mando de Canarias. Tiene en su poder varias Felicitaciones Personales por Escrito tales cómo: Una por parte del Gabinete del Jefe del Estado Mayor del Ejército, por aquél entonces Excmo. Sr. D. Fulgencio Coll Bucher, ya que en el año 2009, participó por primera y única vez en los Premios Nacionales de Fotografía, “Premios Ejército”, donde se presentaron más de 500 trabajos quedando entre los mejores ocho Seleccionados/Finalistas en esa edición, siendo su trabajo publicado por el Ministerio de Defensa, en la Revista de Carácter Anual sobre los citados Premios Nacionales. De igual manera, fue felicitado personalmente por el aquél entonces, Teniente General Jefe del Mando de Canarias; General Jefe del Estado Mayor del Mando de Canarias, entre otros. Así mismo, el Coronel Jefe de la Revista Militar Hespérides, redactó una noticia sobre el logro del Soldado Fariña, que fue publicada con posterioridad, en la mencionada revista militar. Felicitación por escrito del Teniente General Jefe del Mando de Canarias ya qué, en las riadas acaecidas aquel domingo del mes de octubre del año 2014, Agustín Fariña se encontraba de Guardia junto a varios Compañeros más, actuando rápidamente y antes que se inundara por completo la planta cero del Palacio de Capitanía, entraron uno a uno por todas las dependencias, para levantar del suelo los equipos informáticos. De no haber sido así, hubiera sido una auténtica catástrofe por la cantidad de documentación y datos informáticos que se hubieran perdido.

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Opinión

La última bala de Sánchez: “Currarse la página de la pena”. Por Ernesto Milá

Ernesto Milá

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Así se llama en términos carcelarios, así se llama el último intento de mejorar la situación durante una condena: “currarse la página de la pena”. Es lo que está haciendo Pedro Sánchez con su carta en la que “estudia dimitir por amor a Begoña”. En realidad, si se lee la carta, se percibe con mucha más claridad que intenta polarizar aún más al país. De hecho, desde la presentación (“Carta a la ciudadanía”) se percibe que esta carta no es más que la apertura de la campaña electoral en Cataluña y en las europeas. Podemos estar, claro, equivocados y, a fin de cuentas, lo que pretenda Sánchez es “librarse de tanto sufrimiento” por los ataques que se vienen repitiendo contra él y su mujer -justificados, por otra parte- en los dos últimos meses. Veamos las distintas alternativas.

¿SÁNCHEZ VA DIMITIR?

TODO LO QUE AVALA UNA RESPUESTA AFIRMATIVA

No puede olvidarse el contexto en el que ha aparecido esta carta, caracterizado por:

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A.- La reapertura en Francia de la investigación sobre las filtraciones del programa Pegasus: si bien en España, Sánchez controla a la fiscalía, no puede hacer nada contra una investigación iniciada en Francia. En España, la filtración de Pegasus se llevó por delante a la directora del CNI. Poco más. Y la cuestión es muy grave, de hecho, es gravísima: un país, inicialmente “amigo” -Marruecos- utiliza un programa para espiar las conversaciones telefónicas del gobierno español. Desde que se supo, el problema no es el hecho en sí, sino lo que “sabe” la inteligencia marroquí sobre Pedro Sánchez.

Pegasus es importante y significativo por dos elementos:

1) Fue a partir de entonces cuando cambió significativamente la política del gobierno en relación al Sahara, mostrándose favorable a Marruecos y rompiendo con Argelia. La política de apoyo a la resolución de la ONU que proponía un referendo para la población saharaui, había sido constante y tradicional en todos los gobiernos de España desde la transición. Romperla, implicaba también, ofender a Argelia, primer exportador de gas natural a España, en el peor momento: cuando había estallado el conflicto ucraniano. El cambio de política sobre la cuestión del Sáhara era, por tanto, injustificable, contrario a los hábitos diplomáticos y opuesto en sus consecuencias a los intereses de España.

2) Pegasus es un programa espía de patente israelí, aupado por el Mosad. Este elemento es importante: la crisis actual coincide con un momento en el que Sánchez -huyendo de su creciente impopularidad en España- ha asumido el rol de “misionero internacional para el reconocimiento del “estado palestino”. Esto le ha supuesto un aumento de su prestigio en la escena internacional, pero también el odio eterno de Israel. En realidad, el Mosad, lo que ha hecho con Pegasus no ha sido otra cosa que extender su influencia en dirección a otros servicios de inteligencia internacionales. El de Marruecos, por ejemplo. Es posible, incluso, que el propio programa, en su concepción, permita a Israel acceder a los mismos conocimientos que obtiene quien lo ha comprado. Si esto es así -y es muy posible que lo sea- lo que “sabe” Rabat de Sánchez, lo sabría también el Estado de Israel.

B.- La comisión de investigación sobre el “Caso Koldo” en el Senado. La endiablada situación política española después de que el PP se impusiera en votos y escaños en las pasadas elecciones, pero Sánchez consiguiera el apoyo de los partidos de izquierda, nacionalistas e independentistas para ser elegido presidente, a cambio de realizar concesiones ilimitadas, ha precipitado el que, tras conocerse el “Caso Koldo” se creara una “comisión de investigación” en el Senado, controlado por el PP. A pesar de las limitaciones de estas comisiones (y de que, hasta ahora, nunca han aclarado nada) , lo cierto es que la comparecencia de Salvador Illa hizo que aumentaran las sospechas de complicidad de la presidencia en la “trama Koldo”. Este hecho no se escapó a los periodistas que constataron la inseguridad con la que Illa contestó algunas preguntas y no estuvo en condiciones de responder satisfactoriamente al hecho de que recibiera en su despacho ministerial a alguien como ”Koldo”, que no era oficialmente, más que un chófer-guardaespaldas de otro ministro.

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Y esto es importante por dos factores:

1) Por que Illa es el candidato que encabeza la lista en las próximas elecciones autonómicas a Cataluña a celebrar en el mes de mayo. La declaración ante el senado y las reacciones de la prensa, inevitablemente suscitarán una caída en sus expectativas de voto. Sánchez, con su amenaza de dimisión, habría querido recuperar el terreno perdido, especialmente con sus socios parlamentarios (ERC se mostró muy hostil a Illa en la comisión).

2) La amenaza de dimisión, también era una forma de decirles: “Si me voy yo, os quedáis sin amnistía y el que venga detrás, seguro que no es da tantas facilidades como os doy yo”. Así trataría de evitar, de una vez por todas, nuevos chantajes parlamentarios por sus socios en cada votación. Y si los socios valoran la situación verán que, con un PP en la Moncloa, condicionado por los votos de Vox (aunque no formara parte del gobierno), la situación de privilegio de la que gozan nacionalistas e independentistas, concluiría abruptamente.

C.- Ni el “Caso Begoña”, ni el “Caso Mascarillas” han concluido. En ambos casos, la prensa está en estos momentos trabajando en distintas líneas. Estas investigaciones llevan su tiempo. Ningún medio está dispuesto a jugarse una querella multimillonaria por difamación, ni del presidente, ni de Begoña, ni de los ministerios afectados por estos casos. En otras palabras: de la misma forma que, judicialmente, estos casos están solamente en sus primeras fases de investigación, en lo que se refiere a los medios de comunicación, hay mucho más material todavía no publicado (y que, sin duda, irá deslizándose por goteo en las próximas semanas y meses) que comprometería gravemente la posición y las afirmaciones del gobierno.

Todo esto es importante por dos factores:

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1) En el “Caso Koldo” están implicados altas autoridades del Estado (la número tres del Estado, la presidenta del Congreso, Francina Armengol que durante la pandemia era presidenta de la Comunidad Autónoma Balear), varios ministerios y varios presidentes de comunidades autónomas entonces gobernadas por el PSOE. Pero todavía es más grave el contexto en el que se produjo el “caso”: una pandemia que el propio gobierno, tras la manifestación feminista del 8 de marzo, declaró el “confinamiento”, generó una campaña de terror primero en torno a la peligrosidad del virus, aplicó los protocolos de la OMS para tratar la enfermedad (que hoy se tiene la convicción de que contribuyeron a aumentar la víctimas) y, para colmo, recomendó una vacuna (no obligatoria pero sí en la práctica para aquellos que querían viajar al extranjero y para los trabajadores de empresas importantes) cuyas secuelas explican la inflación de muertes que se ha producido con posterioridad y, que el propio ministro Illa promocionó mostrando una fotografía de “cómo se vacunaba”… a pesar de que declaró en la comisión de investigación del senado que él “no se había vacunado”.

2) El “Caso Begoña”, abierto por un juzgado madrileño después de una denuncia de “Manos Limpias”, es inédito en la historia política del mundo civilizado. Todas las mujeres de presidentes, simplemente, o no habían actuado en política o si habían actuado era presentándose como candidatas en una lista electoral (casos de la esposa de Felipe y de la esposa de Aznar). Pero el hecho de que Begoña correteara en once ministerios del gobierno de su marido y obtuviera buenos contratos, subvenciones y beneficios para empresas que “asesoraba” resulta inédito en cualquier concepto democrático. A eso se le llama sospecha de “tráfico de influencias”. Sospecha, por otra parte, fundada. Siendo todavía más grave porque en algunos de los casos investigados las subvenciones eran con fondos europeos. Y, el problema para Sánchez es que las gestiones de su esposa fueron realizadas con una sensación total de impunidad y dejaron rastros suficientes (de momento, dos cartas firmadas por ella, de “recomendación”) que permiten seguir la pista con facilidad.

D.- El fracaso del contraataque socialista ante la corrupción. A partir de conocerse el “Caso Koldo” y sus ramificaciones y despuntar las primeras informaciones del “Caso Begoña”, los socialistas cometieron un error doble de comunicación: en primer lugar, desempolvaron casos ya vistos y juzgados de corrupción que afectaban al PP. Era una forma de decir “y tú más” y creer que así se desactivaba la información. En segundo lugar, trataron de crear un caso que afectara al PP allí en donde más le duele a Sánchez: en Madrid. Aprovechando que Isabel Díaz Ayuso era uno de esos empresarios oportunistas a la caza de buenos negocios a la sombra de la administración, el PSOE creó el “Caso Ayuso-Mascarillas”, pensando que contrapesaría al “Caso Koldo”. Sin embargo, la desproporción entre los dos casos pronto fue evidente: las acusaciones contra González Amador, tenían que ver con impagos a hacienda por ventas de mascarillas, antes de que fuera pareja de Díaz Ayuso. Y, además, ya se había pactado con Hacienda la resolución del caso para evitar el juicio. Aquí, fue donde se comprobó también la colaboración del Fiscal General en la ofensiva del PSOE, filtrando fría, deliberadamente, datos sobre un ciudadano privado que había reglado su situación con Haciendo. No había más vuelo para el “Caso Ayuso-Mascarillas”. De hecho, jamás existió. Mientras, se seguían filtrando más y más datos sobre los casos “Begoña” y “Koldo”.

Y esto es importante por dos elementos:

1) El fracaso del “y tú más” y el poco recorrido de los ataques contra Díaz Ayuso, evidenciaban la necesidad para el PSOE de cambiar de estrategia, pero también el reconocimiento de que, a medida que avancen los trámites judiciales, la situación empeoraría para los procesados. Y el resultado final sería una agonía mediática que implicaría el agotamiento electoral del PSOE, imposible de compensar -a la vista del aumento desmesurado de la deuda pública española en los tres últimos años y de la negativa de la UE a crear “bonos de deuda europeos”- con la “naturalización” de unas cuantas decenas de miles de inmigrantes. El problema es que, a la vista de lo que se ha publicado sobre estos casos de corrupción, de lo que los medios están investigando en este momento y de lo que el propio Sánchez conoce y que aun no ha salido a la superficie, era imposible afrontar un contrataque eficiente.

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2) El último error de Sánchez ha sido precisamente su “carta” en el que amenaza con su dimisión. La carta es hoy primera plana en todos los medios de comunicación europeos que, gracias a ella, además de referenciarla se han visto obligados a explicar lo que está siendo el “Caso Koldo”, el “Caso Begoña”, los avances mediáticos y judiciales, la comisión de investigación del Senado, etc, elementos todos ellos que habrían pasado desapercibidos para la opinión pública europea, de no ser por la dichosa “carta”. Esto hace que, cada vez más, las puertas de la UE se le vayan cerrando al pedrosanchismo. El electorado alemán y, mucho más especialmente, los gobiernos europeos de derecha, empezando por el italiano, van a permitir que llegue a España un solo euro comunitario que tiene muchas posibilidades de ser empleado en no llegar a los destinos para los que ha sido enviado, y perderse en los bolsillos próximos al gobierno español.

  1. La mala situación general económico-social de España. Mientras la UE había habilitado planes de “reactivación” económica posteriores a la pandemia, mientras se podían enmascarar las cifras y alardean de que la economía española “iba como una moto”, trucando incluso las cifras del pero, acallando el descontento social con promesas electorales y la demencial política de inmigración insuflando más y más fondos para la “integración” de los inmigrantes, regando a ONGs mafiosas con más y más millones para que ejecutaran su tarea de “taxis” para aumentar el número de inmigrantes, y mientras una parte de los medios recibía jugosas subvenciones a condición de difundir “beneficios” de las políticas gubernamentales y ocultar las cifras problemáticas (el déficit que ha llegado en marzo de 2024 a 1,6 billón de euros), Sánchez podía mantenerse en la Moncloa. Pero, en los últimos meses, el aumento de la criminalidad -especialmente de los delitos más graves: violaciones, asesinatos y robos con violencia-, la constatación de que zonas del país, en el sur, ya están en manos de las mafias de la droga y de que estas actúan impunemente, ante la mirada indiferente de Marlaska, y por ahí pasa, no solo hachís e inmigración, sino también toneladas de cocaína llegada a Marruecos, el cambio de actitud alemana hacia la entrega de fondos al gobierno español, el malestar por el aumento de una inmigración innecesaria, incontrolada y peligrosa, las molestias insólitas que esto crea en el día a día de la sociedad a causa de sus costumbres culturales y antropológicas que no están dispuestos a renunciar, la demostración de que la cifra de parados está un millón por encima de las cifras oficiales, el hundimiento en la venta de pisos, de coches eléctricos, los intentos del gobierno de controlar más y más empresas del Ibex, etc, etc, etc. Todo ello pinta un cuadro catastrófico del país.

Esto es importante por dos factores:

1) Todo esto, quizás, por separado, pudiera tener alguna solución (ser enérgico en la lucha contra la delincuencia, repatriaciones masivas empezando por inmigrantes que hayan cometido delitos, austeridad en el gasto público, reducción de las dimensiones de la administración, etc), pero juntos son de imposible solución especialmente para un gobierno en minoría y con problemas de autoridad, corrupción, dependencia de socios parlamentarios verdaderos chantajistas. Y, el gran problema es que, antes o después, está situación se evidenciará en toda su crudeza (como ha ocurrido en Argentina: “no hay plata”). El cambio de actitud de la UE en relación a España y el cierre del grifo han marcado ese momento en el que el realismo tenderá a imponerse y los “hombres de negro” exigirán medidas drásticas que afectarán, especialmente, a las pensiones, generando un vuelco en las intenciones de voto.

2) El nivel de la deuda española es tal que no solamente compromete el desarrollo y las inversiones en los próximos años, sino que supone una losa para las futuras generaciones y esto en un país multiétnico en el que los nacidos fuera de España y sus hijos, son ya la cuarta parte del total de la población. Ni en las elecciones generales de 2023, ni en las autonómicas que se están celebrando desde enero, ningún partido -salvo Vox- han hablado de lo que debería ser el primer punto de un programa de gobierno responsable: “reducción del gasto público”. De entre todos los rubros, la estructura autonómica del Estado y el gasto global generado por la inmigración (incluidos los gastos judiciales, policiales, los subsidios, el coste de los MENAS y de su mantenimiento, etc), junto con el dinero que se filtra en las redes de corrupción y la financiación de chiringuitos en forma de ONGs, constituyen las partidas mayores de las que podía prescindirse… si el gobierno tuviera autoridad y voluntad. Pero carece de ambas cosas.

Pues bien, el reconocimiento de todos estos elementos, son los factores que avalan una respuesta afirmativa a la pregunta de si la carta de Sánchez amenazando con dimitir evidencia una voluntad auténtica. Todo lo dicho anteriormente son factores problemáticos y de casi imposible solución y, por tanto, avocan al pedrosanchismo a una larga agonía. El presidente con su carta anunciando que “medita su dimisión hasta el lunes”, no habría hecho otra cosa que reconocer la triste realidad de un gobierno -su gobierno- que ha fracasado estrepitosamente y que deja al país en una situación caótica y polarizada. Ahora bien…

¿SÁNCHEZ VA DIMITIR?

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TODO LO QUE AVALA UNA RESPUESTA NEGATIVA

… Dejar las cosas así es no reconocer ni lo que es el pedrosanchismo, ni los rasgos de su dolencia psicológica: un psicópata nunca reconoce sus errores, son los otros los que cometen errores, son los otros los que no le dejan hacer lo que él quiere, son otros los que le impiden realizar su ego. Y, allí donde una persona normal dimitiría, Pedro Sánchez, arrastrado por su conformación mental, tenderá a llegar hasta el final. No es que prefiera “morir matando”, es que prefiere que “muera todo un país, a dimitir”. Desgraciadamente, la democracia electoralista es, más que cualquier otro régimen, aquel que presta más facilidades para que un psicópata llegue al poder. Le permite utilizar su altísima capacidad para la mentira, para encandilar momentáneamente al electorado; apoyado por los medios, transmite un look de sí mismo que es, como el look de todos los psicópatas, artificial y que tarda poco en diluirse. Sitúa su ego por encima de todos los demás, no siente -no puede sentir- ningún tipo de empatía con nadie: ni con su esposa, ni con su partido, ni con su país, ni con sus partidarios. Y si hay rastros empáticos se trata solamente de simulación. Estas pulsiones negativas aumentan desde el momento en que se ve atacado, ridiculizado, insultado, silbado en sus apariciones públicas. Su bilis se multiplica y su odio aumenta. Piensa estrategias para combatir a sus adversarios, pero el psicópata no suele ser muy inteligente: su Ego le impide ver la realidad y actuar razonablemente ante ella.

No creemos, por tanto, que Sánchez vaya a dimitirTodo lo dicho en el parágrafo anterior, valdría para que una persona normal, simplemente, se suicidara (el presidente de Brasil, Getulio Vargas, lo hizo cuando estalló un ínfimo caso de corrupción que aquí no pasaría de un juicio de faltas; el presidente boliviano Germán Bush, así mismo, se suicidó al ver que encontraba dificultades creciente para imponer su proyecto político; incluso en 1993, un correligionario de Sánchez, Pierre Bérégovoy, primer ministro del gobierno del presidente Mitterand, se suicidó al saberse que había recibido un préstamo de un millón de francos para comprarse un apartamento…). Pero estos precedentes no valen para Sánchez. Está hecho de otra pasta.

Así pues, la carta de Sánchez amenazando con dimitir puede estar motivada por cinco intenciones que, en el fondo, son una: la decidida voluntad de aferrarse, con uñas y dientes, al cargo, de situar su ego por encima de los intereses de su partido, de su país y de las generaciones futuras. Estas intenciones son:

1) “Currarse la página de la víctima”.- Se trata de un cambio de estrategia: dado que la campaña del “y tú más”, ha mostrado una eficacia muy limitada; dado el fracaso de su ofensiva contra la presidenta de la Comunidad de Madrid; dada la certidumbre de lo que puede ir apareciendo, Sánchez ha optado por presentarse como víctima: él y Begoña. Sería como uno de esos personajes del cine negro, el “falso culpable” que es perseguido, amenazado, encarcelado, pero que, al final logra demostrar su inocencia. En sus contactos con el independentismo, ha comprobado que el victimismo tiene su público y que, por el simple hecho de presentarse como víctima, él y su pareja se hacen acreedores de apoyo, cariño y ternura.

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2) Movilizar voluntades.- La oposición, desde el inicio de la legislatura, aprovechando el asunto de la amnistía a Puigdemont y a los indepes catalanes, ha realizado varias movilizaciones masivas. Sánchez, en todo este tiempo, cada vez que Sánchez ha asistido a algún acto público se ha visto abucheado e insultado: “Por siete votos tienes el culo roto”, no ha sido una excepción, sino la postrera muestra del “fervor popular” que le rodea cada vez que sale de la Moncloa. No hay más abucheos porque la guardia de corps de Marlaska sitúa las barreras para el público a 200 y 300 metros de donde se encuentra el presidente. Era necesario que sus partidarios tuvieran una ocasión de mostrar su apoyo al presidente. Y esa es otra de las cosas que busca: una riada de “adhesiones inquebrantables”.

3) Poner a sus socios ante el abismo.- Con un Puigdemont que repite que tiene “cogido por los huevos” a Sánchez, con una ERC que repite que “el gobierno hace lo que nosotros queremos”, con un Bildu que se jacta del reconocimiento público y el blanqueo que le depara Sánchez, todos los cuales están dispuestos a apoyarle en cada votación siempre y cuando reciban algo a cambio, es evidente que no puede cerrarse, ni los presupuesto de 2024, ni siquiera la legislatura. Por tanto, Sánchez habría decidido plantear un órdago a sus socios: “Si me voy, vosotros caéis también”, “Si me voy, no habrá amnistía”, “Si me voy, la posibilidad del federalismo se aleja para siempre”.

4) Polarizar a la sociedad española.- Este elemento siempre ha estado presente desde el inicio de esta legislatura, pero en su carta, Sánchez lo convierte en uno de los elementos centrales: él es el que cierra el paso a la derecha (“No pasarán”), él es el que defiende el progreso frente a los “extremistas de derecha”, olvidando que, las revelaciones en su contra, una vez más, no han sido difundidas ni por la “derecha”, ni por la “extrema-derecha”, ni por el “fascismo”, sino por medios de prensa independientes y no sometidos a su férula. Sabe que si convence a la sociedad española de que existe una “galaxia fascista” que conspira contra él, es susceptible de obtener el apoyo de la otra parte de la sociedad en forma de izquierdas, nacionalistas e indepes. Una vía peligrosa que conduce directamente a la guerra civil.

5) Impedir un descalabro de la izquierda en las elecciones europeas.- Sánchez piensa en el futuro. Es consciente de que la izquierda europea va a sufrir un revés importante en las próximas elecciones europeas de junio. Si logra que la candidatura socialista mantenga sus posiciones en España, piensa que, así podrá dar el salto a Europa y convertirse en líder de la izquierda europea. Tenía esa ambición en Iberoamérica a través del Grupo de Puebla, pero las constantes derrotas en los dos últimos años de esta opción (que ha perdido el poder en unos países -Argentina, Portugal, Ecuador, Perú, Salvador- y se muestra completamente deteriorada en otros -Chile, Colombia, Brasil-), le inducen a mirar de nuevo en Europa. Y lo está intentando a través de esa “misión” diplomática que se autoarrogado para el reconocimiento del “estado palestino”.

¿SÁNCHEZ VA DIMITIR?

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TODO ES POSIBLE EN EL PEDROSANCHISMO

Hace poco decíamos que Sánchez gobierna porque 7.821.000 españoles, de mayores, les gustaría ser como él. Mentiroso, desplazándose en Falcon a comprar tabaco, entre lujos orientales, acumulando patrimonio, sin escrúpulos de ningún tipo, habiendo logrado su proyecto personal por encima de cualquier cosa… Por eso le votan. Sánchez no es un accidente en la historia de España, es el resultado de la entronización de un modelo humano promovido desde los años 80No debe extrañarnos nada de lo que haga o decida. De hecho, no decide él, sino sus vísceras.

Pero la cuestión es si la carta refleja una actitud real o bien es mera simulación.

Tendemos a creer que es ambas cosas a la vez: incluso los psicópatas de manual experimentan momentos de flaqueza, se sienten vacíos, perciben el odio que generan y la situación que les lleva a un callejón sin salida. Algo de todo esto se refleja en la propia carta. Pero, junto a esto, las vísceras de Sánchez reaccionan y aspiran a la “solución final”: o él o el caos. Para seguir debe suscitar entusiasmos en sus partidarios, miedo en sus aliados y salidas de tono en la oposición. Debe conseguir hacer creíble su mensaje, desplazarlo del agujero de corrupción en el que se encuentra su partido y su núcleo familiar, “currándose la página de la pena”.

Se ha dado un tiempo para pensar. En el curso de estos cuatro días, del 25 al 29, veremos las reacciones de los medios y de la sociedad, de sus partidarios y de sus detractores. Pero todo esto servirá de poco: actuará según sus vísceras. Incluso aunque amagara con dimitir, unas horas después podría cambiar de opinión.

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Sánchez no necesita asesores, precisa psiquiatras. Y este país también.

 

Ernesto Milá. 

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