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La tasa de paro sube hasta el 14,7% y se destruyen 93.400 empleos en el primer trimestre

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El mercado de trabajo vuelve a temblar y con ello confirma la desaceleración del empleo que comenzó el pasado verano. La EPA del primer trimestre del año confirma que la economía española destruyó 93.400 empleos y que ha subido el paro en 49.900 elevando la tasa de paro hasta el 14,7% Estos números suponen un jarro de agua fría para la marcha de la economía, que pierde empleos en el sector privado (96.100 personas) frente al público, donde crece en 2.600 personas. evolución que ha mitigado la caída de la ocupación.

Una evolución que se predice con cierta facilitad en el mercado español es que entre enero y marzo se destruye empleo y sube el paro. Así ha sido en los últimos diez años y en 2019 se ha mantenido la tradición, con más intensidad teniendo en cuenta que la Semana Santa ha caído en abril en el calendario.

De ahí se explica que la mayor destrucción de empleo se diera en los servicios, que pierde más de cien mil efectivos.

A pesar de la decepción del comienzo del año, lo que puede marcar los próximos meses según los expertos, el mercado de trabajo español conserva una buena tendencia anual. En los últimos doce meses se han generado 596.000 puestos de trabajo, un 3,16% más y el desempleo ha descendidoen 441.900 personas.

La buena noticia es que la contratación indefinida se ha incrementado en 89.900 en el primer trimestre del año y que los contratos temporales se reducen en 185.000. La mala noticia es que el empleo a tiempo completo ha disminuido en el primer trimestre en casi mil personas en favor del tiempo parcial, que avanza en 6.000. Los datos anuales indican que en el último año el número de asalariados con contrato estable ha crecido en 455.100 personas. Con este aumento el número de asalariados con contrato indefinido ha superado los 12,1 millones de trabajadores, un dato histórico.

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Etiquetas adhesivas y etiquetas encolables: ¿cuál de ellas emplear en cada caso?

Redacción

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En el mundo del etiquetado, las opciones son diversas y cada tipo de etiqueta tiene sus propias características y usos específicos. Entre las más comunes se encuentran las etiquetas adhesivas y las etiquetas encolables. A pesar de que ambos tipos de etiquetas sirven para identificar productos, organizar elementos o transmitir información, existen diferencias fundamentales que deben considerarse para elegir la opción más adecuada en cada situación.

Definición y características de las etiquetas adhesivas

Las etiquetas adhesivas son aquellas que cuentan con un revestimiento de pegamento en su parte posterior, lo que les permite adherirse a diversas superficies sin necesidad de utilizar un adhesivo adicional. Este tipo de etiquetas puede encontrarse en una variedad de materiales, como papel, plástico, poliéster y vinilo, lo que las convierte en una opción versátil para múltiples aplicaciones.

Una de las características más destacadas de las etiquetas adhesivas es su facilidad de uso. Simplemente se despega el protector del adhesivo y se aplica la etiqueta sobre la superficie deseada. Esto hace que sean ideales para situaciones donde se requiere rapidez y eficiencia. Además, las etiquetas adhesivas pueden ser impresas en una impresora de inyección de tinta o láser, lo que permite personalizarlas con diseños, colores y textos específicos.

Sin embargo, también es importante considerar algunas desventajas. Las etiquetas adhesivas pueden perder su adherencia si se exponen a condiciones ambientales extremas, como humedad o temperaturas muy altas. Asimismo, si se retiran, pueden dejar residuos de pegamento en la superficie, lo que podría ser inconveniente en ciertos contextos.

¿Qué son las etiquetas encolables?

Las etiquetas encolables, por otro lado, requieren el uso de un adhesivo adicional para poder fijarse a la superficie deseada. Este tipo de etiquetas está diseñado para ser aplicado con un pegamento específico que se activa mediante calor, presión o humedad. A menudo, se utilizan en aplicaciones industriales o comerciales donde la durabilidad y la resistencia al desgaste son cruciales.

Un ejemplo común de etiquetas encolables son las que se utilizan en el etiquetado de productos en la industria alimentaria. Estas etiquetas suelen estar diseñadas para soportar condiciones adversas, como la exposición al agua o a temperaturas extremas, lo que garantiza que la información del producto se mantenga legible y en su lugar durante toda su vida útil.

El proceso de aplicación de las etiquetas encolables puede ser más complejo y requiere un poco más de tiempo en comparación con las etiquetas adhesivas. Sin embargo, la ventaja radica en su capacidad para adherirse a superficies irregulares o con texturas complicadas, donde las etiquetas adhesivas podrían no funcionar de manera efectiva.

Comparativa: ventajas y desventajas

Al considerar qué tipo de etiqueta utilizar, es crucial analizar tanto las ventajas como las desventajas de cada opción. Las etiquetas adhesivas destacan por su facilidad de uso y la capacidad de personalización, lo que las convierte en una opción popular para el etiquetado de productos en el hogar o en pequeñas empresas. Por otro lado, su resistencia puede ser un problema en ciertos entornos, ya que no siempre soportan condiciones adversas.

En contraste, las etiquetas encolables ofrecen una solución más robusta para aplicaciones industriales o comerciales, donde la durabilidad y la resistencia son primordiales. Sin embargo, su aplicación puede ser más laboriosa y requerir un proceso adicional para garantizar una correcta adhesión.

Aplicaciones específicas de cada tipo de etiqueta

El contexto de uso es un factor determinante a la hora de elegir entre etiquetas adhesivas y etiquetas encolables. Por ejemplo, las etiquetas adhesivas son perfectas para el etiquetado de productos en el hogar, como frascos, cajas de almacenamiento y artículos de oficina. También son ideales para eventos temporales, como bodas o fiestas, donde se requieren etiquetas que se puedan aplicar y retirar fácilmente.

Por otro lado, las etiquetas encolables son la elección adecuada para la industria alimentaria, productos químicos y otras aplicaciones donde la resistencia al agua y al desgaste es esencial. También son útiles en la fabricación, donde se requiere etiquetar maquinaria o herramientas, ya que su capacidad para adherirse a superficies irregulares garantiza que permanezcan en su lugar incluso bajo condiciones exigentes.

Factores a considerar al elegir entre etiquetas adhesivas y encolables

A la hora de decidir qué tipo de etiqueta utilizar, es fundamental tener en cuenta varios factores. Uno de ellos es el tipo de superficie donde se aplicará la etiqueta. Las etiquetas adhesivas funcionan bien en superficies lisas y limpias, mientras que las etiquetas encolables son más efectivas en superficies ásperas o con textura.

Otro aspecto a considerar es la durabilidad requerida. Si se trata de un producto que estará expuesto a condiciones adversas, como humedad o temperaturas extremas, las etiquetas encolables pueden ser la opción más segura. Sin embargo, si se necesita una solución temporal o de corta duración, las etiquetas adhesivas son más convenientes.

Finalmente, es importante evaluar el coste y el tiempo de aplicación. Las etiquetas adhesivas, al ser más fáciles de aplicar, suelen ser más económicas en términos de tiempo y esfuerzo. En cambio, las etiquetas encolables pueden requerir una inversión mayor en términos de tiempo y materiales, pero ofrecen beneficios significativos en entornos donde la durabilidad es crucial.

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