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La idea progre del “Estado papá y mamá” se extiende como un cáncer: La OMS expone recomendaciones para la imposición de impuestos sobre el alcohol en todos los niveles posibles de gobierno

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[L]a Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado recientemente el documento de trabajo para la elaboración de un plan de acción destinado a reforzar la aplicación de la Estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol, en el que se detalla el plan de acción mundial de la OMS para reposicionar sus objetivos respecto al alcohol en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En el documento de trabajo, el organismo expone recomendaciones para la imposición de impuestos sobre el alcohol en todos los niveles posibles de gobernanza, así como la prohibición de la publicidad del alcohol para la consecución de esos objetivos.

En comparación con la versión de 2010 de la Estrategia mundial, esta versión establece una nueva y desconcertante dirección que desestima la perspectiva de salud pública de los efectos nocivos del alcohol y se centra más bien en el aspecto comercial, centrándose en los aspectos de venta y distribución, disponibilidad y acceso, y comercialización. Además de las líneas de razonamiento ilógicas y la flagrante extralimitación de autoridad que se produciría si la OMS lo aplicara, el plan tiene el potencial de causar daños adicionales y provocar consecuencias imprevistas si sigue esta dirección mal concebida.

El impuesto sobre el alcohol es el primero en la línea de las consecuencias imprevistas. De forma más directa, un impuesto de este tipo afectaría a toda la cadena de suministro con aumentos en los precios que pagan los consumidores, tanto si beben de forma responsable como si no, y golpearía los ingresos de los fabricantes y destiladores de bebidas alcohólicas, los bares, restaurantes y tiendas que las venden, y las agencias de publicidad que las promocionan.

Aparte de las dudosas pretensiones de imponer impuestos para obtener ingresos destinados a remediar los efectos nocivos del alcohol, este tipo de política es intrínsecamente prohibitiva en su alcance. Como se vio durante la época de la prohibición en Estados Unidos, el mercado negro y la participación de organizaciones criminales violentas causaron un enorme daño en toda la sociedad estadounidense. En tiempos más recientes, la criminalización del cannabis dio lugar a alternativas legales en forma de una versión sintética que resultó tener una serie de efectos adversos. Y esfuerzos similares en lo que se refiere al tabaco han incentivado igualmente a los actores más dudosos, al tiempo que han penalizado a las empresas responsables.

El documento de trabajo de 2020 menciona menos el alcohol ilícito e informal en el mundo que la versión de 2010, a pesar de sus implicaciones. Si el objetivo es reducir los efectos nocivos del alcohol, lo ideal sería minimizar el papel del consumo nocivo, por ejemplo, mediante una gran atención a una mejor atención sanitaria y leyes más estrictas sobre la conducción bajo los efectos del alcohol. Por desgracia, las políticas recomendadas en el documento de trabajo probablemente tendrían el efecto contrario, como sugiere el ejemplo histórico en el que se buscan alternativas ilegales o informales tras las políticas intervencionistas que estrangulan la disponibilidad.

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En el fondo, la Estrategia Global 2020 problematiza el consumo de alcohol en su conjunto en lugar de los daños que pueden derivarse de su consumo. El mal hacer de un conductor ebrio no implica la necesidad de castigar a todos los que consumen alcohol de forma responsable. Las recomendaciones de este documento de trabajo apuntan esencialmente a reducir el consumo general de alcohol en un esfuerzo por disminuir los numerosos efectos nocivos reales que el alcohol puede causar, en lugar de elaborar formas de abordar esos problemas.

Desde el punto de vista filosófico, la cuestión abarca el alcance del papel de los órganos de gobierno, como los gobiernos estatales y las organizaciones intergubernamentales, a la hora de determinar los méritos de las distintas cosas que la gente puede ingerir. En su libro de 1927 Liberalism: The Classical Tradition, Ludwig von Mises lleva el argumento a sus conclusiones lógicas, afirmando: “¿Por qué lo que es válido para estos venenos no debería serlo también para la nicotina, la cafeína y otros productos similares? ¿Por qué no debería el Estado prescribir de forma general qué alimentos se pueden consumir y cuáles deben evitarse por ser perjudiciales?”.

Aunque los defensores de un impuesto global sobre el alcohol para frenar los efectos nocivos de su consumo pueden tener en cuenta seriamente estas cuestiones, ponen de manifiesto vías evidentes hacia la infracción de la libertad y la responsabilidad de las personas individuales a la hora de elegir qué consumir. De hecho, tales esfuerzos paternalistas niegan a los individuos su capacidad personal para tomar sus propias decisiones y ser ciudadanos responsables.

Tal y como han argumentado en el pasado quienes se oponen al papel del gobierno en cuestiones de estilo de vida, este documento de trabajo también muestra cómo ningún ámbito del consumo y del estilo de vida se salva de los intentos de regulación. Primero fue el tabaco —al que parece que se le han tomado como modelo las restricciones y prohibiciones del nuevo esfuerzo de la OMS sobre el alcohol—, luego el azúcar y ahora el alcohol. La pregunta que surge naturalmente es qué vendrá después, ya que este efecto dominó podría abarcar poco a poco todo tipo de decisiones que, de forma más general, debería elegir el consumidor.

En resumen, la OMS puede publicar un documento de trabajo sobre lo que considera adecuado para el futuro del consumo de alcohol en el mundo, pero le resultaría difícil justificar tal autoridad para aplicarlo.

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Esta es una respuesta de consulta a un plan de acción global de la Organización Mundial de la Salud para reducir el uso nocivo del alcohol, publicado por la OMS aquí.

 


Fundación Internacional Bases es una institución que piensa globalmente y actúa localmente. Bases participa en las discusiones actuales más trascendentes relacionadas con las libertades individuales y la economía de mercado. Fundacionbases.org 

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España

Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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