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ERE que ERE con la Educación, que la izquierda hace doctrina, y otras hEREncias del socialismo

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No cabe duda de que cualquiera de las grandes noticias de esta semana, con sus flecos, darían, por sí solas, para mucho más que un artículo, pero habrá que tratar de limitar los comentarios e insistir en la valoración y trasfondo que desde mi punto de vista subyacen en las raíces de los problemas que ahora afloran como consecuencia de lo mucho mal hecho hasta ahora.

Me permito la licencia del juego de palabras que me deja el caso ERE para aplicarla a algo que los lectores que tienen la paciencia de seguir mis reflexiones desde que 2008 empecé a compartirlas en mi muro de Facebook y desde 2014 en algún Blog y medios digitales, saben que es de mi especial preocupación, la Educación con mayúscula, cuyo deterioro progresivo de los últimos cincuenta años trae causa en el pésimo nivel educativo que hoy tiene España en líneas generales. Y digo bien, cincuenta -que nadie piense que exagero como buen andaluz-, aunque las transferencias en la materia empezaron hace treinta y nueve, porque, a mi juicio y si no me falla la memoria, fue la reforma de José Luis Villar Palasí, Ley General de Educación de 1970, la que dio el primer paso al eliminar el Plan de 1957 -que modificaba, creo que para bien, el de 1953- en el que la Enseñanza General Básica -la conocida EGB- y el Bachillerato Unificado Polivalente -ese BUP de hace unos años- que se completaba con el Curso de Orientación Universitaria -el COU- dejaban para el recuerdo las famosas Reválidas -de 4º y 6º- de los anteriores Bachilleratos Elemental y Superior y el Preuniversitario de aquellos “Chicos del Preu” entre los que me incluyo.

Y traigo de nuevo a colación este asunto de la Educación, después del exabrupto que la ministra en disfunciones y portavoz -en esta ocasión más bien “portacoz” (a sus anfitriones)- del señor Plagio cum Fraude, en la inauguración del Congreso de Escuelas Católicas el pasado jueves. En lo que algunos interpretan como “un guiño a sus socios preferentes”, la vasca Isabel Celáa -víctima al parecer de un resentimiento y sectarismo impropios- dijo sin despeinarse que “De ninguna manera puede decirse que la elección de los padres a elegir una formación religiosa o a elegir centro educativo, podrían ser parte de la libertad de enseñanza”, añadiendo que “Esos hechos, los de elegir centro, formarán parte de derechos que puedan tener los padres-madres en las condiciones legales que se determinen, pero no son emanación estricta de la libertad reconocida en el art. 27 de la CE. De esto da cuenta la sentencia del TC de 1981”, supongo que se referirá a la STC 5/1981 que recoge respecto al derecho a la educación en su punto 3 “El derecho de los padres a escoger libremente entre centros públicos y privados”. No obstante la citada “portacoz” remata su evidente demostración de ignorancia real o irresponsabilidad premeditada con esta afirmación: “No quiere decir que no haya libertad, quiere decir que no está dentro del artículo 27”, pero como en mi opinión no hay mejor método que contrarrestar la mentira con datos, me parece interesante recoger lo que dice al respecto el Art. 27 de la CE que tan arteramente cita la portavoz: “1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza. 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales. 3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones…” y en su tendenciosidad omite referirse a la STC 77/85 que recoge que “Es necesaria la implantación de la gratuidad no solamente a los centros de Primaria sino en todos los centros educativos de enseñanza Secundaria”, apostillando lo dicho en la que ella citaba: “El derecho a la educación se rige por el principio de libertad, que se traduce en que los padres tienen derecho a escoger centro docente, ya sea público o privado” y que “Los poderes públicos deben garantizar a todos el ejercicio del derecho a la educación financiando y protegiendo los centros privados que reúnan los requisitos que establece la ley”.

Y no lejos de esa pobreza moral que a la larga produce siempre el desmoronamiento del rigor educativo, se puede encuadrar la retrasada -interesadamente sin duda- sentencia del caso de los ERE diseñado por la cúpula socialista andaluza en una red clientelar que se benefició directamente del despilfarro de fondos públicos, llegando a la barbaridad de que unos de los condenados, el que fuera consejero de Empleo, Antonio Fernández, figuraba “por error” en uno de los Expedientes de Regulación de Empleo con una fecha de antigüedad en su empresa que era la de su nacimiento, 15 de julio de 1956, pero ahora va a tener ocho años de cárcel para enmendarlo. Nada menos que dos presidentes de la durante muchos años -como ahora se ha demostrado- “Unta” de Andalucía, Manuel Chaves (1990/2009) y José Antonio Griñán (2009/13), y ministros de Felipe González -recordemos el famoso “clan de la tortilla”-, de Trabajo y Seguridad Social el primero y de lo mismo, tras haberlo sido de Sanidad y Consumo, el segundo; los dos, además, secretarios generales del partido de los “100 años de honradez” en la región más poblada de España y los dos también, para más inri, presidentes nacionales del Partido Siempre Opuesto a España, más conocido como PSOE, entre 2000 y 2012, y 2012 y 2014, respectivamente, y también diputados y/o senadores en diversas legislaturas y el amigo Chaves, cuando ya era sospechoso de ser cómplice si no partícipe en el caso, fue recogido como ministro de Política Territorial y vicepresidente tercero y segundo entre Abril de 2009 y Diciembre de 2011 en gobiernos de Rodríguez Zapatero, como todo el mundo sabía y esperaba, son ya culpables por sentencia judicial, junto a otros diecinueve “colegas” de latrocinio, del mayor caso -hasta ahora- de prevaricación y malversación de fondos públicos que inhabilitan a uno por nueve años y llevan a la sombra a otro por seis más quince de inhabilitación que, en ambos casos debería ser a perpetuidad.

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No voy a repetir aquí el resto de condenados y penas, de sobra conocidos y citados desde ayer en los diferentes medios e informativos, pero sí, aunque sea también reiterativo algunas de las reacciones de los actuales líderes socialistas en su tradicional política de “balones fuera y la culpa a otros” que los caracteriza cuando es para atacar con todo -altavoces mediáticos incluidos- al principal partido de la Oposición. Así, el genial “magister” sin estrenar José Luis Ábalos, hoy ministro de “fomento de la hermandad comunista” dice sin rubor alguno que el de los ERE “no es un caso del PSOE, sino de antiguos responsables públicos de la Junta de Andalucía” y no miembros del PSOE, claro, como lo que dijo Pedro Sánchez en Mayo de 2018 “no lo había dicho” el presidente del gobierno, ya que no lo fue hasta Junio, como descaradamente “dixit” Carmen Calvo, añadiendo que “Son hechos de la pasada década, es un caso que no afecta al actual Gobierno ni a la actual dirección del PSOE” ni, seguramente, a Susana Díaz, la niña de Chaves y favorita y sucesora de Griñán que “tampoco sabía nada” habiendo sido secretaria de Organización del PSOE andaluz con el primero y consejera de Presidencia e Igual-da con éste último .

Mientras tanto, aquel que decía no hace mucho que “Chaves y Griñán son personas honestas. Yo confío en su inocencia” y al que le preocupaba mucho “el silencio de Rajoy ante los casos de corrupción de su partido” añadiendo que “en política, como en la vida, el que calla otorga” -menudo personaje para dar lecciones- se mantiene ahora en silencio total en su intento de romper amarras con el “antiguo PSOE”, pero tras la del caso MAREA asturiano y esta de los ERE andaluces, parece que se abrió el melón y pueden venir en cascada otras sentencias que se le pueden atragantar al socialismo español: lo que queda de los ERE, Cursos de Formación y sus derivadas, EDU en varias provincias andaluzas, Jeremie e Invercaria, también en Andalucía, Interligare en Madrid, LIMUSA en Murcia, PSPV en Valencia y un sinfín de casos más que superan el centenar y arrojan una cifra de mareo de muchos miles de millones de euros malversados. Ya sabemos que el PSOE practica eso de “la caridad bien entendida, empieza por uno mismo” y mira tanto por la pobreza que no deja de producir pobres, por eso se alía de nuevo con los comunistas -en este caso Podemos-, de los que decía Winston Churchill que, “si los pones a cargo del desierto del Sahara, en cinco años habrá escasez de arena”. Menos mal que no administraban el Sol de Andalucía, porque Málaga sería Londres hoy.

Termino con un recuerdo que me vino mientras escribía esto ayer, 20 de Noviembre, y creí de recibo dedicar un recuerdo a tres acontecimientos de los que se conmemoraba su aniversario indiscutible y de innegable influencia en la Historia de España actual. Por un lado se cumplían ochenta y tres años del asesinato del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera en la cárcel modelo de Alicante, al que la lectura de alguno de sus textos ponen de absoluta actualidad porque parecerían escritos hoy mismo y que de no haber ocurrido deja la incógnita de cual habría sido su papel durante esos tres años de Guerra Civil y después del 1 de Abril de 1939.

Por otro, se recordaba el cuarenta y cuatro aniversario de la muerte en la cama de Francisco Franco Bahamonde, tras larga enfermedad, y “por fin”, algunos desalmados vieron satisfechos su inquina y sectarismo -tras la vulneración de los derechos más elementales de la familia-, al exhumar con carácter de “urgencia” sus restos mortales y su posterior inhumación donde al dictador desgobierno socialista se le antojaba y del que hace unos días escuchaba decir a uno de sus dos ministros vivos hoy, Fernando Suárez que, lejos de ser considerado franquista o no -movimiento, si lo hubo, que murió con su creador-, “habría que agradecer a Franco, al menos, haber dejado instaurado en España un orden y unas bases que permitieron pasar de una ‘dictadura’ a un régimen democrático de forma modélica” que se ha puesto como ejemplo fuera de nuestras fronteras.

El tercero de los hechos, mucho más reciente, fue el de aquel 20-N de 2011 en el que casi once millones de españoles le dimos la llave a Mariano Rajoy para abordar los cambios y reformas legislativas que España necesitaba, eso sí con absoluta urgencia, tras el nefasto paso del citado ZParo, un impresentable sectario y resentido por no se sabe muy bien qué -tal vez las leyendas de su abuela- que dejó a España, después de siete años de tristísimo recuerdo, en la peor de las crisis educativa, moral, social, de empleo y económica de la etapa contemporánea más reciente, de las que la última -o no se sabe tampoco que- debió cegarlo para no ver las otras, mucho más estructurales que ésta, de carácter más coyuntural, aunque gravísima, que dejaban abiertas de nuevo “las dos Españas” de Antonio Machado que a punto estuvieron de haber hecho que esta fecha hubiera supuesto un cuarto hecho para el recuerdo, el del inicio del fin de la España Unida que la Historia, primero, y Franco, después, han conseguido mantener durante más de cinco siglos. Para los dos primeros mi sincero deseo de que descansen en la Paz que sin duda se ganaron en vida y para el tercero la paz -esta con minúscula- que le pueda deparar su recuperado despacho en el Registro Mercantil de Madrid, después de su abrupta salida -en “extracciones” abruptas son especialistas los socialistas- del Gobierno y del Parlamento previa transmutación en bolso, pero de eso ya he escrito ampliamente y no es el caso ahora. Sobre los del “preacuerdo del 12-N” ya dije algo en mi artículo anterior y, me temo, darán materia para los próximos.

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Opinión

La última bala de Sánchez: “Currarse la página de la pena”. Por Ernesto Milá

Ernesto Milá

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Así se llama en términos carcelarios, así se llama el último intento de mejorar la situación durante una condena: “currarse la página de la pena”. Es lo que está haciendo Pedro Sánchez con su carta en la que “estudia dimitir por amor a Begoña”. En realidad, si se lee la carta, se percibe con mucha más claridad que intenta polarizar aún más al país. De hecho, desde la presentación (“Carta a la ciudadanía”) se percibe que esta carta no es más que la apertura de la campaña electoral en Cataluña y en las europeas. Podemos estar, claro, equivocados y, a fin de cuentas, lo que pretenda Sánchez es “librarse de tanto sufrimiento” por los ataques que se vienen repitiendo contra él y su mujer -justificados, por otra parte- en los dos últimos meses. Veamos las distintas alternativas.

¿SÁNCHEZ VA DIMITIR?

TODO LO QUE AVALA UNA RESPUESTA AFIRMATIVA

No puede olvidarse el contexto en el que ha aparecido esta carta, caracterizado por:

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A.- La reapertura en Francia de la investigación sobre las filtraciones del programa Pegasus: si bien en España, Sánchez controla a la fiscalía, no puede hacer nada contra una investigación iniciada en Francia. En España, la filtración de Pegasus se llevó por delante a la directora del CNI. Poco más. Y la cuestión es muy grave, de hecho, es gravísima: un país, inicialmente “amigo” -Marruecos- utiliza un programa para espiar las conversaciones telefónicas del gobierno español. Desde que se supo, el problema no es el hecho en sí, sino lo que “sabe” la inteligencia marroquí sobre Pedro Sánchez.

Pegasus es importante y significativo por dos elementos:

1) Fue a partir de entonces cuando cambió significativamente la política del gobierno en relación al Sahara, mostrándose favorable a Marruecos y rompiendo con Argelia. La política de apoyo a la resolución de la ONU que proponía un referendo para la población saharaui, había sido constante y tradicional en todos los gobiernos de España desde la transición. Romperla, implicaba también, ofender a Argelia, primer exportador de gas natural a España, en el peor momento: cuando había estallado el conflicto ucraniano. El cambio de política sobre la cuestión del Sáhara era, por tanto, injustificable, contrario a los hábitos diplomáticos y opuesto en sus consecuencias a los intereses de España.

2) Pegasus es un programa espía de patente israelí, aupado por el Mosad. Este elemento es importante: la crisis actual coincide con un momento en el que Sánchez -huyendo de su creciente impopularidad en España- ha asumido el rol de “misionero internacional para el reconocimiento del “estado palestino”. Esto le ha supuesto un aumento de su prestigio en la escena internacional, pero también el odio eterno de Israel. En realidad, el Mosad, lo que ha hecho con Pegasus no ha sido otra cosa que extender su influencia en dirección a otros servicios de inteligencia internacionales. El de Marruecos, por ejemplo. Es posible, incluso, que el propio programa, en su concepción, permita a Israel acceder a los mismos conocimientos que obtiene quien lo ha comprado. Si esto es así -y es muy posible que lo sea- lo que “sabe” Rabat de Sánchez, lo sabría también el Estado de Israel.

B.- La comisión de investigación sobre el “Caso Koldo” en el Senado. La endiablada situación política española después de que el PP se impusiera en votos y escaños en las pasadas elecciones, pero Sánchez consiguiera el apoyo de los partidos de izquierda, nacionalistas e independentistas para ser elegido presidente, a cambio de realizar concesiones ilimitadas, ha precipitado el que, tras conocerse el “Caso Koldo” se creara una “comisión de investigación” en el Senado, controlado por el PP. A pesar de las limitaciones de estas comisiones (y de que, hasta ahora, nunca han aclarado nada) , lo cierto es que la comparecencia de Salvador Illa hizo que aumentaran las sospechas de complicidad de la presidencia en la “trama Koldo”. Este hecho no se escapó a los periodistas que constataron la inseguridad con la que Illa contestó algunas preguntas y no estuvo en condiciones de responder satisfactoriamente al hecho de que recibiera en su despacho ministerial a alguien como ”Koldo”, que no era oficialmente, más que un chófer-guardaespaldas de otro ministro.

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Y esto es importante por dos factores:

1) Por que Illa es el candidato que encabeza la lista en las próximas elecciones autonómicas a Cataluña a celebrar en el mes de mayo. La declaración ante el senado y las reacciones de la prensa, inevitablemente suscitarán una caída en sus expectativas de voto. Sánchez, con su amenaza de dimisión, habría querido recuperar el terreno perdido, especialmente con sus socios parlamentarios (ERC se mostró muy hostil a Illa en la comisión).

2) La amenaza de dimisión, también era una forma de decirles: “Si me voy yo, os quedáis sin amnistía y el que venga detrás, seguro que no es da tantas facilidades como os doy yo”. Así trataría de evitar, de una vez por todas, nuevos chantajes parlamentarios por sus socios en cada votación. Y si los socios valoran la situación verán que, con un PP en la Moncloa, condicionado por los votos de Vox (aunque no formara parte del gobierno), la situación de privilegio de la que gozan nacionalistas e independentistas, concluiría abruptamente.

C.- Ni el “Caso Begoña”, ni el “Caso Mascarillas” han concluido. En ambos casos, la prensa está en estos momentos trabajando en distintas líneas. Estas investigaciones llevan su tiempo. Ningún medio está dispuesto a jugarse una querella multimillonaria por difamación, ni del presidente, ni de Begoña, ni de los ministerios afectados por estos casos. En otras palabras: de la misma forma que, judicialmente, estos casos están solamente en sus primeras fases de investigación, en lo que se refiere a los medios de comunicación, hay mucho más material todavía no publicado (y que, sin duda, irá deslizándose por goteo en las próximas semanas y meses) que comprometería gravemente la posición y las afirmaciones del gobierno.

Todo esto es importante por dos factores:

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1) En el “Caso Koldo” están implicados altas autoridades del Estado (la número tres del Estado, la presidenta del Congreso, Francina Armengol que durante la pandemia era presidenta de la Comunidad Autónoma Balear), varios ministerios y varios presidentes de comunidades autónomas entonces gobernadas por el PSOE. Pero todavía es más grave el contexto en el que se produjo el “caso”: una pandemia que el propio gobierno, tras la manifestación feminista del 8 de marzo, declaró el “confinamiento”, generó una campaña de terror primero en torno a la peligrosidad del virus, aplicó los protocolos de la OMS para tratar la enfermedad (que hoy se tiene la convicción de que contribuyeron a aumentar la víctimas) y, para colmo, recomendó una vacuna (no obligatoria pero sí en la práctica para aquellos que querían viajar al extranjero y para los trabajadores de empresas importantes) cuyas secuelas explican la inflación de muertes que se ha producido con posterioridad y, que el propio ministro Illa promocionó mostrando una fotografía de “cómo se vacunaba”… a pesar de que declaró en la comisión de investigación del senado que él “no se había vacunado”.

2) El “Caso Begoña”, abierto por un juzgado madrileño después de una denuncia de “Manos Limpias”, es inédito en la historia política del mundo civilizado. Todas las mujeres de presidentes, simplemente, o no habían actuado en política o si habían actuado era presentándose como candidatas en una lista electoral (casos de la esposa de Felipe y de la esposa de Aznar). Pero el hecho de que Begoña correteara en once ministerios del gobierno de su marido y obtuviera buenos contratos, subvenciones y beneficios para empresas que “asesoraba” resulta inédito en cualquier concepto democrático. A eso se le llama sospecha de “tráfico de influencias”. Sospecha, por otra parte, fundada. Siendo todavía más grave porque en algunos de los casos investigados las subvenciones eran con fondos europeos. Y, el problema para Sánchez es que las gestiones de su esposa fueron realizadas con una sensación total de impunidad y dejaron rastros suficientes (de momento, dos cartas firmadas por ella, de “recomendación”) que permiten seguir la pista con facilidad.

D.- El fracaso del contraataque socialista ante la corrupción. A partir de conocerse el “Caso Koldo” y sus ramificaciones y despuntar las primeras informaciones del “Caso Begoña”, los socialistas cometieron un error doble de comunicación: en primer lugar, desempolvaron casos ya vistos y juzgados de corrupción que afectaban al PP. Era una forma de decir “y tú más” y creer que así se desactivaba la información. En segundo lugar, trataron de crear un caso que afectara al PP allí en donde más le duele a Sánchez: en Madrid. Aprovechando que Isabel Díaz Ayuso era uno de esos empresarios oportunistas a la caza de buenos negocios a la sombra de la administración, el PSOE creó el “Caso Ayuso-Mascarillas”, pensando que contrapesaría al “Caso Koldo”. Sin embargo, la desproporción entre los dos casos pronto fue evidente: las acusaciones contra González Amador, tenían que ver con impagos a hacienda por ventas de mascarillas, antes de que fuera pareja de Díaz Ayuso. Y, además, ya se había pactado con Hacienda la resolución del caso para evitar el juicio. Aquí, fue donde se comprobó también la colaboración del Fiscal General en la ofensiva del PSOE, filtrando fría, deliberadamente, datos sobre un ciudadano privado que había reglado su situación con Haciendo. No había más vuelo para el “Caso Ayuso-Mascarillas”. De hecho, jamás existió. Mientras, se seguían filtrando más y más datos sobre los casos “Begoña” y “Koldo”.

Y esto es importante por dos elementos:

1) El fracaso del “y tú más” y el poco recorrido de los ataques contra Díaz Ayuso, evidenciaban la necesidad para el PSOE de cambiar de estrategia, pero también el reconocimiento de que, a medida que avancen los trámites judiciales, la situación empeoraría para los procesados. Y el resultado final sería una agonía mediática que implicaría el agotamiento electoral del PSOE, imposible de compensar -a la vista del aumento desmesurado de la deuda pública española en los tres últimos años y de la negativa de la UE a crear “bonos de deuda europeos”- con la “naturalización” de unas cuantas decenas de miles de inmigrantes. El problema es que, a la vista de lo que se ha publicado sobre estos casos de corrupción, de lo que los medios están investigando en este momento y de lo que el propio Sánchez conoce y que aun no ha salido a la superficie, era imposible afrontar un contrataque eficiente.

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2) El último error de Sánchez ha sido precisamente su “carta” en el que amenaza con su dimisión. La carta es hoy primera plana en todos los medios de comunicación europeos que, gracias a ella, además de referenciarla se han visto obligados a explicar lo que está siendo el “Caso Koldo”, el “Caso Begoña”, los avances mediáticos y judiciales, la comisión de investigación del Senado, etc, elementos todos ellos que habrían pasado desapercibidos para la opinión pública europea, de no ser por la dichosa “carta”. Esto hace que, cada vez más, las puertas de la UE se le vayan cerrando al pedrosanchismo. El electorado alemán y, mucho más especialmente, los gobiernos europeos de derecha, empezando por el italiano, van a permitir que llegue a España un solo euro comunitario que tiene muchas posibilidades de ser empleado en no llegar a los destinos para los que ha sido enviado, y perderse en los bolsillos próximos al gobierno español.

  1. La mala situación general económico-social de España. Mientras la UE había habilitado planes de “reactivación” económica posteriores a la pandemia, mientras se podían enmascarar las cifras y alardean de que la economía española “iba como una moto”, trucando incluso las cifras del pero, acallando el descontento social con promesas electorales y la demencial política de inmigración insuflando más y más fondos para la “integración” de los inmigrantes, regando a ONGs mafiosas con más y más millones para que ejecutaran su tarea de “taxis” para aumentar el número de inmigrantes, y mientras una parte de los medios recibía jugosas subvenciones a condición de difundir “beneficios” de las políticas gubernamentales y ocultar las cifras problemáticas (el déficit que ha llegado en marzo de 2024 a 1,6 billón de euros), Sánchez podía mantenerse en la Moncloa. Pero, en los últimos meses, el aumento de la criminalidad -especialmente de los delitos más graves: violaciones, asesinatos y robos con violencia-, la constatación de que zonas del país, en el sur, ya están en manos de las mafias de la droga y de que estas actúan impunemente, ante la mirada indiferente de Marlaska, y por ahí pasa, no solo hachís e inmigración, sino también toneladas de cocaína llegada a Marruecos, el cambio de actitud alemana hacia la entrega de fondos al gobierno español, el malestar por el aumento de una inmigración innecesaria, incontrolada y peligrosa, las molestias insólitas que esto crea en el día a día de la sociedad a causa de sus costumbres culturales y antropológicas que no están dispuestos a renunciar, la demostración de que la cifra de parados está un millón por encima de las cifras oficiales, el hundimiento en la venta de pisos, de coches eléctricos, los intentos del gobierno de controlar más y más empresas del Ibex, etc, etc, etc. Todo ello pinta un cuadro catastrófico del país.

Esto es importante por dos factores:

1) Todo esto, quizás, por separado, pudiera tener alguna solución (ser enérgico en la lucha contra la delincuencia, repatriaciones masivas empezando por inmigrantes que hayan cometido delitos, austeridad en el gasto público, reducción de las dimensiones de la administración, etc), pero juntos son de imposible solución especialmente para un gobierno en minoría y con problemas de autoridad, corrupción, dependencia de socios parlamentarios verdaderos chantajistas. Y, el gran problema es que, antes o después, está situación se evidenciará en toda su crudeza (como ha ocurrido en Argentina: “no hay plata”). El cambio de actitud de la UE en relación a España y el cierre del grifo han marcado ese momento en el que el realismo tenderá a imponerse y los “hombres de negro” exigirán medidas drásticas que afectarán, especialmente, a las pensiones, generando un vuelco en las intenciones de voto.

2) El nivel de la deuda española es tal que no solamente compromete el desarrollo y las inversiones en los próximos años, sino que supone una losa para las futuras generaciones y esto en un país multiétnico en el que los nacidos fuera de España y sus hijos, son ya la cuarta parte del total de la población. Ni en las elecciones generales de 2023, ni en las autonómicas que se están celebrando desde enero, ningún partido -salvo Vox- han hablado de lo que debería ser el primer punto de un programa de gobierno responsable: “reducción del gasto público”. De entre todos los rubros, la estructura autonómica del Estado y el gasto global generado por la inmigración (incluidos los gastos judiciales, policiales, los subsidios, el coste de los MENAS y de su mantenimiento, etc), junto con el dinero que se filtra en las redes de corrupción y la financiación de chiringuitos en forma de ONGs, constituyen las partidas mayores de las que podía prescindirse… si el gobierno tuviera autoridad y voluntad. Pero carece de ambas cosas.

Pues bien, el reconocimiento de todos estos elementos, son los factores que avalan una respuesta afirmativa a la pregunta de si la carta de Sánchez amenazando con dimitir evidencia una voluntad auténtica. Todo lo dicho anteriormente son factores problemáticos y de casi imposible solución y, por tanto, avocan al pedrosanchismo a una larga agonía. El presidente con su carta anunciando que “medita su dimisión hasta el lunes”, no habría hecho otra cosa que reconocer la triste realidad de un gobierno -su gobierno- que ha fracasado estrepitosamente y que deja al país en una situación caótica y polarizada. Ahora bien…

¿SÁNCHEZ VA DIMITIR?

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TODO LO QUE AVALA UNA RESPUESTA NEGATIVA

… Dejar las cosas así es no reconocer ni lo que es el pedrosanchismo, ni los rasgos de su dolencia psicológica: un psicópata nunca reconoce sus errores, son los otros los que cometen errores, son los otros los que no le dejan hacer lo que él quiere, son otros los que le impiden realizar su ego. Y, allí donde una persona normal dimitiría, Pedro Sánchez, arrastrado por su conformación mental, tenderá a llegar hasta el final. No es que prefiera “morir matando”, es que prefiere que “muera todo un país, a dimitir”. Desgraciadamente, la democracia electoralista es, más que cualquier otro régimen, aquel que presta más facilidades para que un psicópata llegue al poder. Le permite utilizar su altísima capacidad para la mentira, para encandilar momentáneamente al electorado; apoyado por los medios, transmite un look de sí mismo que es, como el look de todos los psicópatas, artificial y que tarda poco en diluirse. Sitúa su ego por encima de todos los demás, no siente -no puede sentir- ningún tipo de empatía con nadie: ni con su esposa, ni con su partido, ni con su país, ni con sus partidarios. Y si hay rastros empáticos se trata solamente de simulación. Estas pulsiones negativas aumentan desde el momento en que se ve atacado, ridiculizado, insultado, silbado en sus apariciones públicas. Su bilis se multiplica y su odio aumenta. Piensa estrategias para combatir a sus adversarios, pero el psicópata no suele ser muy inteligente: su Ego le impide ver la realidad y actuar razonablemente ante ella.

No creemos, por tanto, que Sánchez vaya a dimitirTodo lo dicho en el parágrafo anterior, valdría para que una persona normal, simplemente, se suicidara (el presidente de Brasil, Getulio Vargas, lo hizo cuando estalló un ínfimo caso de corrupción que aquí no pasaría de un juicio de faltas; el presidente boliviano Germán Bush, así mismo, se suicidó al ver que encontraba dificultades creciente para imponer su proyecto político; incluso en 1993, un correligionario de Sánchez, Pierre Bérégovoy, primer ministro del gobierno del presidente Mitterand, se suicidó al saberse que había recibido un préstamo de un millón de francos para comprarse un apartamento…). Pero estos precedentes no valen para Sánchez. Está hecho de otra pasta.

Así pues, la carta de Sánchez amenazando con dimitir puede estar motivada por cinco intenciones que, en el fondo, son una: la decidida voluntad de aferrarse, con uñas y dientes, al cargo, de situar su ego por encima de los intereses de su partido, de su país y de las generaciones futuras. Estas intenciones son:

1) “Currarse la página de la víctima”.- Se trata de un cambio de estrategia: dado que la campaña del “y tú más”, ha mostrado una eficacia muy limitada; dado el fracaso de su ofensiva contra la presidenta de la Comunidad de Madrid; dada la certidumbre de lo que puede ir apareciendo, Sánchez ha optado por presentarse como víctima: él y Begoña. Sería como uno de esos personajes del cine negro, el “falso culpable” que es perseguido, amenazado, encarcelado, pero que, al final logra demostrar su inocencia. En sus contactos con el independentismo, ha comprobado que el victimismo tiene su público y que, por el simple hecho de presentarse como víctima, él y su pareja se hacen acreedores de apoyo, cariño y ternura.

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2) Movilizar voluntades.- La oposición, desde el inicio de la legislatura, aprovechando el asunto de la amnistía a Puigdemont y a los indepes catalanes, ha realizado varias movilizaciones masivas. Sánchez, en todo este tiempo, cada vez que Sánchez ha asistido a algún acto público se ha visto abucheado e insultado: “Por siete votos tienes el culo roto”, no ha sido una excepción, sino la postrera muestra del “fervor popular” que le rodea cada vez que sale de la Moncloa. No hay más abucheos porque la guardia de corps de Marlaska sitúa las barreras para el público a 200 y 300 metros de donde se encuentra el presidente. Era necesario que sus partidarios tuvieran una ocasión de mostrar su apoyo al presidente. Y esa es otra de las cosas que busca: una riada de “adhesiones inquebrantables”.

3) Poner a sus socios ante el abismo.- Con un Puigdemont que repite que tiene “cogido por los huevos” a Sánchez, con una ERC que repite que “el gobierno hace lo que nosotros queremos”, con un Bildu que se jacta del reconocimiento público y el blanqueo que le depara Sánchez, todos los cuales están dispuestos a apoyarle en cada votación siempre y cuando reciban algo a cambio, es evidente que no puede cerrarse, ni los presupuesto de 2024, ni siquiera la legislatura. Por tanto, Sánchez habría decidido plantear un órdago a sus socios: “Si me voy, vosotros caéis también”, “Si me voy, no habrá amnistía”, “Si me voy, la posibilidad del federalismo se aleja para siempre”.

4) Polarizar a la sociedad española.- Este elemento siempre ha estado presente desde el inicio de esta legislatura, pero en su carta, Sánchez lo convierte en uno de los elementos centrales: él es el que cierra el paso a la derecha (“No pasarán”), él es el que defiende el progreso frente a los “extremistas de derecha”, olvidando que, las revelaciones en su contra, una vez más, no han sido difundidas ni por la “derecha”, ni por la “extrema-derecha”, ni por el “fascismo”, sino por medios de prensa independientes y no sometidos a su férula. Sabe que si convence a la sociedad española de que existe una “galaxia fascista” que conspira contra él, es susceptible de obtener el apoyo de la otra parte de la sociedad en forma de izquierdas, nacionalistas e indepes. Una vía peligrosa que conduce directamente a la guerra civil.

5) Impedir un descalabro de la izquierda en las elecciones europeas.- Sánchez piensa en el futuro. Es consciente de que la izquierda europea va a sufrir un revés importante en las próximas elecciones europeas de junio. Si logra que la candidatura socialista mantenga sus posiciones en España, piensa que, así podrá dar el salto a Europa y convertirse en líder de la izquierda europea. Tenía esa ambición en Iberoamérica a través del Grupo de Puebla, pero las constantes derrotas en los dos últimos años de esta opción (que ha perdido el poder en unos países -Argentina, Portugal, Ecuador, Perú, Salvador- y se muestra completamente deteriorada en otros -Chile, Colombia, Brasil-), le inducen a mirar de nuevo en Europa. Y lo está intentando a través de esa “misión” diplomática que se autoarrogado para el reconocimiento del “estado palestino”.

¿SÁNCHEZ VA DIMITIR?

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TODO ES POSIBLE EN EL PEDROSANCHISMO

Hace poco decíamos que Sánchez gobierna porque 7.821.000 españoles, de mayores, les gustaría ser como él. Mentiroso, desplazándose en Falcon a comprar tabaco, entre lujos orientales, acumulando patrimonio, sin escrúpulos de ningún tipo, habiendo logrado su proyecto personal por encima de cualquier cosa… Por eso le votan. Sánchez no es un accidente en la historia de España, es el resultado de la entronización de un modelo humano promovido desde los años 80No debe extrañarnos nada de lo que haga o decida. De hecho, no decide él, sino sus vísceras.

Pero la cuestión es si la carta refleja una actitud real o bien es mera simulación.

Tendemos a creer que es ambas cosas a la vez: incluso los psicópatas de manual experimentan momentos de flaqueza, se sienten vacíos, perciben el odio que generan y la situación que les lleva a un callejón sin salida. Algo de todo esto se refleja en la propia carta. Pero, junto a esto, las vísceras de Sánchez reaccionan y aspiran a la “solución final”: o él o el caos. Para seguir debe suscitar entusiasmos en sus partidarios, miedo en sus aliados y salidas de tono en la oposición. Debe conseguir hacer creíble su mensaje, desplazarlo del agujero de corrupción en el que se encuentra su partido y su núcleo familiar, “currándose la página de la pena”.

Se ha dado un tiempo para pensar. En el curso de estos cuatro días, del 25 al 29, veremos las reacciones de los medios y de la sociedad, de sus partidarios y de sus detractores. Pero todo esto servirá de poco: actuará según sus vísceras. Incluso aunque amagara con dimitir, unas horas después podría cambiar de opinión.

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Sánchez no necesita asesores, precisa psiquiatras. Y este país también.

 

Ernesto Milá. 

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