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España

¿En qué cree la derechona política y social española que no sea la pasta?

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AD.- Nos volvieron a dar una lección. Guste o no, cientos de miles de catalanes están dispuestos a seguir apretando hasta lograr la independencia. Más de cien mil acudieron al acto organizado por el Consell per la República en Perpignan (Francia) para insistr en que la independencia para ellos es el único camino. Esas más de cien mil personas trasladadas al vecino país representan muchos Vistalegres llenos. ¿A cuánta gente sería capaz de sacar a la calle la derecha política? Si nos atenemos al fiasco de Colón, a unos pocos miles. ¿A cuánta gente de la derecha social conocen ustedes que esté dispuesta a jugarse algo por lo que dicen creer? Se admiten apuestas. Esa es una de las razones de que la derechona social española, mediocre y roñosa, valga tan poco y de que pierda todas las batallas ideológicas con la izquierda.

Un grupo de bienintencionados ciudadanos han promovido una colecta para apoyar al vigilante represaliado por testificar ante notario lo que vio en el encuentro entre José Luis Abalos y Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas. En dos días han recaudado 1.500 ridículos euros, que es lo que cualquiera de las asociaciones civiles catalanas que orbitan en torno al soberanismo hubiera recaudado en media hora en defensa de alguna de sus causas. ¿En qué cree la derechona social española más allá del dinero y de un puñado de tópicos cuarteleros? ¿En qué cree Pío Moa fuera de vender sus libros? ¿En qué creen Fernando Paz y Javier Paredes fuera de sus tertulias y sus conferencas bien remuneradas? ¿En qué creen los editores de esos digitales residuales, irrelevantes y de una ínfima calidad, que conforman el menguado universo de la derechona mediática? ¿En qué cosa cree Julio Ariza que  tenga algún valor trascendente? ¿En qué creen esos que retuercen los argumentos y los reducen a la nadería intelectual? ¿En qué creen esos que reducen el concepto de España a un par de eslóganes ridículos e insustanciales? ¿En qué creen esos católicos nominales escasamente inclinados a empatizar con quienes no tengan una visión tan clasista y sectaria de la existencia humana? ¿En qué creen los cabecillas de esa miríada de partiditos que entre todos no suman más de 20.000 votos? Así que seamos claros: estamos como estamos porque una buena parte de la derecha política es deplorable, cobarde  y moralmente liliputiense. Lo fue la CEDA, lo fue AP, lo es el PP, lo es VOX y lo será cualquiera que se constituya en partido político. Así se ha diseñado el sistema para los idiotas, que somos nosotros.

¡Cobardes! Vergüenza y pena. Asco y rabia. Esto es la derecha; toda la derecha, la del PP, por supuesto: desde el minuto uno; traidores sin principios; abortistas convencidos: machacas de la educación de género: lobbystas LGTBI+, masones y anticatólicos: de todo le venden en las oficinas de Génova. Son como una de esas muchachas que no muy lejos, paseaban con la mirada perdida, en Capitán Haya: por un precio, cualquier servicio.

Y en cuanto a Vox, representa en punto a transformar la sociedad española lo mismo que el PP, el PSOE o Ciudadanos. Es decir, nada.

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Por si ustedes no lo saben, Vox fue creado en la sede de Génova por Arriola, con la complicidad entre otros de Vidal-Quadras e Ignacio Camuñas, para canalizar en un partido satélite la hemorragia de votos que las políticas socialdemócratas de Rajoy estaban provocando. Esta afirmación la podría verificar cualquiera de los que formaron parte del nacimiento de Vox. Vidal-Quadras, que siempre fue un dirigente bastante escurridizo, se desentendió del nuevo proyecto cuando sus expectativas políticas encallaron en las elecciones europeas del 2014. Con él se marcharon casi todos los que formaron parte del núcleo duro del partido de Vox. El plan urdido por Génova había fracasado, pero el Sistema quiso aprovechar la infraestructura política creada para dotarla de un barniz identitario.

El riesgo de que en España pudiese surgir descontrolado un partido verdaderamente identitario era demasiado grande. Así que se optó por la reconstrucción de Vox. Vistalegre representó su salida de la UCI. El principal objetivo del partido liderado en la sombra por Iván Espinosa de los Monteros y sus contactos elitistas internacionales, fue disuadir al enfermo crónico de las recetas alternativas. O, lo que es lo mismo, que siguiera confiando en las prescripciones de las mismas multinacionales farmacéuticas que le llevaron a la postración.

¿Y qué decir de esa conspicua recua de emasculados con traje talar que atienden por Conferencia Episcopal?

Viles traidores, herejes, perjuros, cobardes todos, criminal, alguno. Que por un plato de lentejas podridas y llenas de gorgojos han vendido al salvador de la religión católica en España.

La misma Conferencia Episcopal que mantenía como obispo al monstruo cooperador de asesinos llamado Setién. Esa piara de semovientes que mantenía silencio vergonzante cuando las familias de asesinados por ETA no podían enterrar a sus muertos.

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Solo dejaron al último hombre que posee la Iglesia visible: don Santiago Cantera, prior de la Basílica del Valle de los Caídos, que ha aguantado las presiones de dos estados, de innumerables organizaciones y de miles de fanáticos a pie firme, solo, sin la ayuda de nadie.

A la derechona española le resulta mucho más cercano un chisme o un tópico patriotero que una labor  de combate intelectual contra el totalitaismo ideológico de la izquierda.  Y eso debemos aceptarlo así: ya decía Machado que “en España de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa”.

Una de las maneras para distinguir entre “disidencia controlada” y disidencia real son los objetivos: los que hablan de entrar en un  futuro Gobierno nos recuerdan al Pablo Iglesias que quiso conquistar el cielo por asalto, pero que tan pronto sentó sus posaderas en el Consejo de Ministros, se convirtió en un perro dócil más del Régimen del 78.

Lo mismo ocurre en sectores trevijanistas, una disidencia intelectual pero extraordinariamente formada, que de verdad supone un peligro para el estado porque (a diferencia de chivatos enmascarados y calvetes simpaticones con canal de YouTube montado por VOX), los que se reparten ahora la legitimidad del legado de Antonio García Trevijano sí tienen un planteamiento político, económico y social que podría transformar España: por eso hay que dividirlos y crear cizaña entre ellos; lo mismo que ocurre desde hace 40 años con los patrioteros, quienes con sus atuendos, banderas e himnos de los años 30 del siglo pasado impiden que llegue al pueblo español otra alternativa capaz de transformar la sociedad de arriba abajo. Y los partidos patrioteros, desde los inicios de la transición, han tenido casi más «infiltrados» y «chivatos» que militantes…

El panorama, en cualquier caso, es desolador. En punto a los que abominamos de este corrompido regimen, más cuenta nos traería alinearnos con los que en Cataluña trabajan para su desaparición. Al menos esa gente cree en lo que dice y dice lo que cree. ¿En qué cree la derechona española que no sea la pasta?

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España

Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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