Sociedad
El multiculturalismo no funciona
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6 años agoon
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Redacción
BD.- Todas las teorías científicas reposan sobre postulados.? La validación de una teoría científica exige pruebas experimentales. Los resultados de la experiencia deben confirmar los postulados básicos, no contradecirlos.
Tomemos un ejemplo. La mecánica clásica reposa sobre las tres leyes de Newton.
http://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Newton
Si se demostrara que alguna de esas leyes ?fuera falsa, el soberbio edificio newtoniano se vendría abajo como un vulgar castillo de naipes. Sin embargo, desde hace más de 300 años, la mecánica de Newton ha demostrado ser infalible. La demostración más brillante y más contundente de su autenticidad es sin duda alguna el programa espacial Apolo. Es sobre los principios físicos descubiertos por Isaac Newton en el siglo XXVII que los ingenieros de la NASA calcularon con precisión las trayectorias del cohete Saturno V, del LEM (?Lunar Excursion Module) y de la nave Apolo que permitió a Neil Amstrong y Edwin Aldrin desembarcar en la luna y volver sanos y salvos en julio de 1969.
El multiculturalismo también está basado sobre unos postulados. Un primer postulado afirma (sin nunca haberlo demostrado) que una sociedad multiétnica es más rica (en todo sentido) que una sociedad étnicamente homogénea.
Ese postulado reposa sobre un segundo postulado que afirma que un inmigrante no aporta a su país de acogida más que beneficios y cosas positivas. Eso podría ser parcialmente verdadero si se tratara de una inmigración muy escogida y que respondiera a las auténticas necesidades del país que la recibiera. Éste no es de ninguna manera el caso de España en estos últimos 20 años ni en los demás países europeos desde hace varias décadas más.
Un tercer postulado pretende que es posible crear una sociedad viable mezclando gentes provenientes de todos los puntos cardinales de la tierra. Eso supone que todas las culturas valen lo mismo y que se pueden mezclar, a la manera de un pintor, que enriquece su paleta dosificando saviamente sus colores.
Para finalizar, el cuarto postulado del multiculturalismo sobreentiende que el inmigrante abandonaría una cultura, un idioma, una religión, unas costumbres y unas tradiciones seculares para adaptarse a los usos vigentes en el país de acogida y fundirse en esa sociedad ella aportandole discreta y sutilmente un pequeño toque personal de enriquecimiento. Eso es lo que se llama en la jerga multiculturalista la “integración”.
Ahora bien, como se decía a modo de introducción, todas las teorías deben ser demostradas de manera experimental para ser consideradas como válidas.
¿Qué pruebas de su validez nos ha aportado en estos últimos 40 años el multiculturalismo? Ninguna. Absolutamente ninguna.
Desde los años 80, la mayoría de los países europeos están sometidos al fenómeno de las revueltas urbanas, protagonizadas por personas surgidas de la inmigración (primera, segunda, tercera, cuarta generación…).
Lejos de haber contribuido a crear una sociedad (francesa, belga, británica, española…) homogénea y enriquecida, la inmigración masiva extra-europea de estas cuatro décadas pasadas ha permitido en realidad el nacimiento de sociedades paralelas con sus respectivos valores y modos de vida diametralmente opuestos.
Los índices de criminalidad y de delincuencia se han multiplicado por 5, por 10, a veces por más, desde los años 50 de siglo pasado. en la mayoría de los países afectados por este fenómeno de la inmigración masiva extra-europea.
Los apóstoles del multiculturalismo, los inmigracionistas, los cosmopolitas y los izquierdistas proclaman a grito pelado que este fenómeno está relacionado con la pobreza, la marginalidad, y no con la inmigración. Esta teoría sociológica, que estipula que los i?ndividuos socialmente desfavorecidos son más proclives a caer en la criminalidad nunca ha sido demostrada por ningún criminólogo serio. Si eso fuera cierto, España, por ejemplo, hubiera padecido una criminalidad espantosa en los años de la posguerra española, cuando la población pasaba por penurias realmente extremas en muchos casos y el hambre era la realidad cotidiana de millones de españoles. Volviendo al presente, los mayores índices de criminalidad corresponderían a las provincias más pobres de España. Pero la verdad es que la criminalidad está desatada en las zonas más ricas, como Madrid, Cataluña, País Vasco, País Valenciano… Curiosamente en regiones con las mayores poblaciones de origen inmigrante.
El multiculturalismo es una fuente permanente e inagotable de beneficios y bendiciones: esa es la versión de sus defensores y promotores. Se nos pide que creamos ?ese mantra haciendo un acto de fe ciega.
Los sociológos del régimen nos dicen que las sociedades europeas vienen enriqueciéndose gracias a ala inmigración desde hace 40 años. Debemos concluir, por ejemplo, que el rap es una forma de arte tan válida como la música de Mozart.
La teoría multiculturalista supone que los barrios con una gran población inmigrante deberían ser focos de una increíble riqueza, no solamente monetaria, sino también cultural, filosófica, artística, humana, social, incluso espiritual.
Los barrios de inmigrantes, verdaderas zonas fuera de la ley en las que policías, bomberos, médicos, ambulan?cias y carteros son sistemáticamente agredidos, los barrios en los que las personas decentes caminan aterrorizados y son tomados como rehenes por traficantes de droga y demás escoria, eso sería la famosa “riqueza” de la cual nos hablan a diario.
Se dice a menudo que la inmigración siempre ha existido. Es en parte cierto, pero eso no significa que una sociedad con algunos inmigrantes ?tenga que volverse obligatoriamente en una sociedad multirracial y abandonar su cultura para volverse “multicultural”.
Si mezclamos japoneses, coreanos, chinos, vietnamitas y tailandeses, se obtendrá una “sociedad multicultural” pero étnicamente homogénea al tratarse sólo de asiáticos.? Con el tiempo se fundirán seguramente en una misma unidad cultural al llegar a ser un solo pueblo, resultado de esa fusión.
Ese mismo fenómeno se ha dado siempre entre los pueblos europeos. Algunos países han recibido en otras épocas inmigrantes de origen italiano, español, portugués, polaco, alemán, ruso, inglés… La proximidad étnica ?y cultural de eso grupos ha dado sus frutos y ?ha ?logrado un modelo de sociedad coherente. Ese modelo de sociedad que ha demostrado su funcionalidad durante siglos, no tiene absolutamente nada que ver con el bulldozer multiculturalista que nos están imponiendo.
El multiculturalismo no es una teoría ?científica ya que ningún investigador ha podido a día de hoy demostrar su validez a partir de datos experimentales recogidos sobre el terreno. Peor aun, los datos tienen la puñetera manía de destruir esos postulados. En realidad, cuanto menos se estudia el multiculturalismo, mejor se porta. Lo ideal sería no estudiarlo para nada. Hay que admitirlo como verdadero, en un acto de abandono total, como cuando se entrega su destino en las manos de un gurú.
Al igual que la alquimía, que ha tratado vanamente durante siglos transmutar el plomo en oro, el multiculturalismo no creará nunca la menor cohesión en una sociedad ‘patchwork’.
El multiculturalismo no puede engendrar ninguna sociedad, ya que dinamita sin tregua los mismos cimientos de todo aquello que constituye un pueblo desde hace milenios. Sólo puede crear una nación arcoiris cangrenada y esclerótica, que favorece el comunitarismo, exacerba las tensiones étnicas y potencia los extremismos.?
En nombre de un supuesto amor al “Otro”, el multiculturalismo nos ofrece paradójicamente todos los ingredientes para detestarlo. La verdad es que el multiculturalismo hay que colocarlo en la misma estantería que los inventos del profesor Silvestre Tornasol.
Existen palabras que describen este tipo de teorias: embuste, superchería, charlatanería, estafa, fraude, gilipollez…
España
Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son
Published
17 horas agoon
27/04/2024By
Reproducido
Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África
El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.
El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.
Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.
De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.
Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.
Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.
Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medida. “Queremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.
En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.
En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.
Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.
Fuente: Derecha Diario.
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Ramiro
07/07/2019 at 13:45
Los hijos y nietos de los ARGELINOS a los que Francia acogió cuando se independizó el país, viven en guetos absolutamente cerrados, en barrios marginales de las ciudades, Y SIN INTEGRARSE para nada, y en nada.
Esos chicos y chicas se sienten fracasados, suelen ser nulidades académicas, trabajan en los empleos que ningún francés quiere,Y NO SE INTEGRAN NI SE INTEGRARÁN NUNCA.
Y aquí vamos por el mismo camino con una buena parte de los extranjeros que “nuestros” politicastros HAN RECIBIDO TAN ALEGREMENTE, Y A GASTOS PAGADOS…
Ramiro
06/10/2018 at 18:13
1. Los hijos y nietos de los ARGELINOS a los que Francia acogió cuando se independizó el país, viven en guetos absolutamente cerrados, en barrios marginales de las ciudades, Y SIN INTEGRARSE para nada, y en nada.
2. Esos chicos y chicas se sienten fracasados, suelen ser nulidades académicas, trabajan en los empleos que ningún francés quiere,Y NO SE INTEGRAN NI SE INTEGRARÁN NUNCA.
3. Y aquí vamos por el mismo camino con una buena parte de los extranjeros que “nuestros” politicastros HAN RECIBIDO TAN ALEGREMENTE, Y A GASTOS PAGADOS…