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Religión

El cristianismo desaparecerá de Europa como desapareció del norte de África

Redacción

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Giulio Meotti.- “Temo que nos estemos acercando a algo parecido al trágico destino del cristianismo en el norte de África en los primeros tiempos del islam”, advirtió el obispo luterano Jobst Schoene hace unos años. En la antigüedad, Argelia y Túnez, totalmente cristianas, nos dieron grandes pensadores, como Tertuliano y San Agustín. Dos siglos después, el cristianismo había desaparecido, sustituido por la civilización árabe-islámica.
¿Va a correr Europa la misma suerte?

“El cristianismo se ha terminado en Irak” a causa del extremismo islámico; en Europa, el cristianismo se está suicidando.

En veinte años nacerán más niños de mujeres musulmanas que de cristianas en todo el mundo. Esta es sólo la última señal del rápido crecimiento del islam, que lleva camino de convertirse la mayor religión del mundo al acabar el siglo, según un nuevo estudio publicado por el Pew Research Center.

“El cristianismo está literalmente agonizando en Europa”, dijo Conrad Hackett, jefe del equipo de investigadores del informe del Pew, según el cual entre 2010 y 2015 la población mundial musulmana se incrementó en más de 150 millones de personas, hasta llegar a los 1.800 millones.

En Europa, ¿cuántos cristianos se han perdido? Entre 2010 y 2015, “la cifra de muertes superó a la de nacimientos en casi 6 millones”.

A este ritmo, el cristianismo desaparecerá de Europa.

En el mismo marco temporal, en la mayoría de los países europeos –Gran Bretaña, Alemania, Italia y Rusia incluidos– las muertes superaron a los nacimientos entre los cristianos. “Sólo en Alemania, por ejemplo, se calcula que hubo 1,4 millones más de muertes que de nacimientos de cristianos entre 2010 y 2015, una pauta que se prevé se mantenga en gran parte de Europa en las próximas décadas”, descubrió el Pew. Hay patrones claros en las tendencias demográficas, los niveles de asistencia a las iglesias, el número de parroquias cerradas y la menguante cifra de sacerdotes.

Estos patrones son la razón de que los líderes islámicos como el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, estén librando una guerra demográfica contra Europa. “No tengáis tres, sino cinco hijos”, pidió Erdogan a los musulmanes del Viejo Continente. “Sois el futuro de Europa”. Este plan se llama, en el islam, hégira: expandir el islam mediante la migración, inspirándose en la huida de Mahoma de La Meca a Medina en 622.

En Europa septentrional el cristianismo ya ha sido debilitado por el ateísmo, tendencia posiblemente acelerada por los avances médicos y científicos. Después de pasar más de un año en Escandinavia, el sociólogo estadounidense Phil Zuckerman publicó el libro Society Without God(La sociedad sin dios). Recientemente, tras una campaña publicitaria a escala nacional de la Sociedad Atea, miles de personas abandonaron la Iglesia de Dinamarca. La iglesia estatal de Noruega perdió más de 25.000 miembros en un solo mes. En 2016, más de 90.000 personas decidieron dejar de pertenecer a la Iglesia de Suecia, casi el doble que el año anterior; entre tanto, en un año, 163.000 migrantes, la mayoría de ellos musulmanes, entraron en el país.

El cristianismo también está colapsando en el Reino Unido. Veinte iglesias cerrarán pronto en el Gran Manchester. Según algunas informaciones, el anglicanismo habrá desaparecido de Gran Bretaña para 2033. La Archidiócesis de la Iglesia Católica de San Andrés y Edimburgo prevé reducir el número de parroquias de más de cien a treinta. La Archidiócesis de Glasgow, la mayor del país con creces, tendrá pronto –en las próximas dos décadas– sólo 45 sacerdotes, y probablemente cerrará la mitad de sus parroquias. Imagínense: una inmensa comunidad católica va a cerrar la mitad de sus iglesias.

En Holanda los católicos también están asumiendo un “futuro sin iglesias”. El cardenal Willem Eijk, arzobispo de Utrecht, anunció que para 2025 un millar de parroquias católicas habrán sido clausuradas. “Predecimos que un tercio de las iglesias católicas habrán cerrado para 2020, y dos tercios para 2025”, declaró.

La mayoría de las iglesias de Bruselas también cerrarán; 108 de ellas. La Archidiócesis de Viena, en Austria, también liquidará la mayoría de sus iglesias –concretamente 660– en los próximos diez años. Las fusionará en 150 parroquias más grandes.

Se encuentran cifras similares en todas parte de Europa, desde la católica España al protestante Reino Unido.

El padre Benedict Kiely, cura católico y fundador de nasarean.org, que ayuda a los cristianos perseguidos en Oriente Medio, se reunió hace poco con algunos cristianos perseguidos por el ISIS en Irak. Cuando se marchaba del país, otro cura anciano, él mismo un refugiado, le cogió la mano y le dijo en árabe: “Ten cuidado, ten mucho cuidado. Lo que ha pasado aquí llegará hasta ti”.

Como nos recuerdan los ataques contra dos iglesias cristianas coptas en Egipto el pasado Domingo de Ramos, se está librando una auténtica guerra de exterminio contra los cristianos en Oriente Medio.

El filósofo canadiense Mathieu Bock-Côte ha escrito en Le Figaro:

Occidente se acostumbró hace mucho tiempo a la persecución de los cristianos en Oriente Medio, como si sus desgracias fuesen inevitables y tuviesen que aceptarse sin más. ¿No debería el problema de los cristianos en Oriente Medio abrir los ojos a la civilización europea sobre su identidad esencial? ¿No deberíamos, en Europa y Occidente, tomar conciencia de que estos ataques también van dirigidos a nosotros?

Europa lleva algún tiempo experimentando esta guerra contra el cristianismo en su propio suelo: el atentado en una iglesia de Normandía, en la que extremistas islámicos asesinaron a un sacerdote ante el altar; el complot terrorista contra la catedral de Notre Dame, la amenaza del ISIS de convertir la catedral de San Pedro en una mezquita o el letal ataque terrorista contra un mercado navideño de Berlín son sólo unos ejemplos.

“La lengua materna de Europa es el cristianismo”, dijo el gran escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, no un papa. Tal vez esa lengua vuelva a ser fuerte en el futuro. Tal vez los sacerdotes mantengan vivo el cristianismo en Londres, Bruselas y París. Tal vez. Pero no fue eso lo que pasó en África del Norte.

Por ahora, la “lengua materna” de que hablaba Goethe se ha reducido, en Europa, a un susurro apenas perceptible. En su lugar, se puede oír, cada vez más poderosa, la “lengua islámica”.

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Cultura y Tendencias

La Asociación Amigos de Louga se ocupa de niños sin hogar en Senegal

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Una asociación benéfica completamente independiente

 

Se trata de una asociación benéfica completamente independiente de Administraciones Públicas y otros organismos. Solo se tienen a sí mismos y por eso no funcionan bien, a base de las distintas ayudas que les proporcionen la gente. El objetivo es claro: ocuparse de los niños que deambulan por las calles de la ciudad senegalesa de Louga. Unas criaturas que han sido abandonadas por sus familias y se pasan el día en la calle, o se pasaban, antes de que Marian y sus colaboradores se ocupasen de ellos.

 

Lo peor tal vez sean sus llagas en los pies de los niños

 

Nos pueden llamar la atención muchas cosas de estos niños y su situación. En primer lugar, el hecho de que se puedan tumbar a dormir en cualquier sitio a la sombra, sin preocuparse demasiado de que haya huellas de ruedas en el suelo a su alrededor. Que vistan con auténticos harapos, de los cuales les cuesta desprenderse, incluso cuando les regalas ropa nueva. Ropa que en muchos casos es donada por la gente, en buen estado y sobre todo si tenemos en cuenta lo que visten estas pobres criaturas. Y lo peor tal vez sean sus llagas en los pies de los niños. Y estamos hablando de niños muy pequeños, a los que se da de desayunar en este centro, se les cura de sus heridas y se les intenta enseñar un oficio para que puedan ganarse la vida en un futuro próximo.

 

 

En África es muy fácil ayudar

 

En África es muy fácil ayudar, nos dice Marian, dado que las necesidades son enormes y un poco de nuestra colaboración se nota allí muchísimo. Sin embargo, a veces hay barreras culturales y de otros tipos, y uno de los principales problemas es que no es fácil que se dejen enseñar. Pero aquí no se trata de que los niños vengan a mesa puesta y ya está. Es importante pensar en el mañana próximo. En que ellos mismos se puedan ganar la vida y no necesiten de nadie más.

 

Hasta que llegó la Asociación de Amigos de Louga, el único refugio para los niños sin hogar era la escuela coránica, pero el maestro de allí se limita a darles cobijo y unas latas para que puedan mendigar por la calle y recaudar para este alojamiento.

 

Dar dinero por la calle no es la manera de ayudar

 

Cada vez menos gente les da dinero a estos niños, porque se dan cuenta de que no es esa la manera de ayudar. Nunca es la manera de ayudar, como bien nos recuerda Marian.

 

Si quieres ayudar a alguien, como se suele decir, no le des un pez, sino una caña de pescar. y ponemos el ejemplo de estos niños a los que ayudamos. Lo más fácil, entre comillas, es servirles cada mañana el desayuno por allí un rato, fuera de los peligros y los problemas de la calle. Pero otra cosa muy distinta es hacer unos talleres para que aprendan un oficio mucho más de su tiempo pasado aquí. Y otro problema es la mentalidad que tienen en África a la hora de cuidar las cosas: no le dan tanta importancia al mantenimiento y tienden un poquito al destrozo.

 

Sobre la financiación de la Asociación Amigos de Louga, Marian nos cuenta que se deben 100% a los donativos y al Mercado Solidario que suelen organizar en Reinosa.

 

 

La mentalidad que hay en Senegal con respecto a los niños y las mujeres

 

Incluso los que vienen de ayudantes para colaborar se pagan ellos todo el viaje y la estancia. No se puede hacer de otra manera. Los fondos que recaudamos y los recursos son para el tema de los niños 100%.

 

Con respecto a la mentalidad que hay en Senegal con respecto a los niños y las mujeres, nos cuenta Marian, el panorama es muy diferente al que a veces se nos vende desde los medios. También hay que recalcar que es un país que no tiene guerras ahora mismo, aunque sí una alta tasa de corrupción, con todos los ex presidentes en la cárcel.

 

La homosexualidad está penada en Senegal

 

Senegal es un país muy tradicional. En todos los efectos están como España en los años 60. El núcleo del país es la familia, a la cual se dedican 100% desde que se casan. Las mujeres gozan de bastante protección, es una sociedad matriarcal.

 

En este sentido, puede sorprender que no haya niñas deambulando por la calle, sino sólo varoncitos. Y no hay tanto tema de abuso sexual a los menores o yo por lo menos no lo he visto. Sí hay prostitución en forma de mujeres muy jóvenes que acompañan a turistas extranjeros mayores. Eso sí. Por otro lado, la homosexualidad está penada en Senegal, por lo que no verás parejas de este tipo en ninguna parte.

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