La regulación de la eutanasia propuesta por el PSOE continuará adelante en su tramitación parlamentaria, por primera vez en España, después de que este jueves el Pleno del Congreso haya tumbado la enmienda a la totalidad del PP, que se centraba en los cuidados paliativos y rechazaba el derecho a decidir cómo morir.
Ningún grupo ha apoyado el texto alternativo del PP, que ha sido rechazado por 208 votos en contra, y han coincidido en criticar que haya propuesto algo que ya está en tramitación en la Cámara Baja, como es la ley de muerte digna, de Ciudadanos, que se encuentra en fase de ponencia en el Congreso.
La enmienda a la totalidad debatida afirmaba que la exigencia de la regulación de la disposición de la propia vida como un derecho “supone una agresión a los mismos principios y valores constitucionales que se invocan por algunos para la legalización de la eutanasia”.
“Frente a la elección de la muerte esta enmienda a la totalidad plantea nuestra apuesta y compromiso por unos cuidados paliativos de calidad, una adecuada atención sanitaria y una actuación integral de las administraciones para que el proceso natural del final de la vida responda a esos principios de humanidad y respeto a la dignidad intrínseca de todas las personas”, indicaba el texto.
Sin embargo, la propuesta socialista establece que el derecho a la eutanasia es el que tienen las personas que requieren cuidados paliativos por una enfermedad grave e incurable y también aquellas “que deciden no vivir más” en casos de discapacidad grave crónica y que padezcan un “sufrimiento insoportable”.
En el debate, la diputada del PP Pilar Cortés ha resaltado que los ‘populares’ defienden “la dignidad de la vida desde el principio hasta el final”: “Defendemos la buena muerte y que la buena muerte forma parte de esa vida digna”.
Ha asegurado que el mensaje del grupo popular a las personas que están convencidas de la eutanasia no quiere ser de conformidad y ha preguntado a los demás grupos: ¿en una sociedad como la nuestra, alguien dice que no quiere vivir y nuestra respuesta es ‘perfecto, te vamos a matar o te vamos a ayudar a morir’?”.
“Nosotros le decimos, te vamos a aliviar tu dolor físico y psicológico y vamos a trabajar contigo para aliviar tu dolor existencial”, ha indicado la parlamentaria del PP, quien ha abogado por intentar convencer de que “la vida merece la pena vivirla”.
Ha opinado que “matar a los que sufren no es progresista” y ha insistido en que el final de la vida de los ciudadanos tiene que tener “la calidez y la ternura con la que cuenta el inicio”.
Desde el grupo socialista, su portavoz de Sanidad, Jesús María Fernández, ha considerado que el texto del PP no es una enmienda sino “un fraude” que “nada tiene que ver” con la ley que ha querido “tumbar”.
Tras acusarle de “plagiar” una ley del PSOE en la Asamblea de Madrid sobre muerte digna, Fernández ha espetado a la diputada: “Qué pronto aprenden de los plagios del señor Casado”.
La diputada de Unidos Podemos Amparo Botejara ha ironizado con que “copiar” está “de rabiosa actualidad” y se ha mostrado convencida de que la eutanasia es un derecho que la población “va a conquistar”, aunque le “pese” a los ‘populares’, a los que les ha dicho que: “no son nadie para decir cómo y cuándo finalizo mi vida”.
Por su parte, el portavoz de Sanidad del grupo de Ciudadanos Francisco Igea, ha opinado que la presentación de la enmienda es un “nuevo episodio de filibusterismo del PP”: “Han venido a defender a su partido” y a “que son los que más lejos tiran el hueso de la aceituna”, y les ha advertido de que no tienen la “exclusiva del derecho a la defensa de la vida”.
Joan Olòriz, de ERC, se ha sorprendido por “esta nueva muestra de frivolidad política” del PP al “comparar la legalización de la eutanasia con el suicidio y el asesinato” y le ha acusado de querer imponer su “ideología” y decir a “los demás pobres mortales cómo deben gestionar el final de su vida”.
Por el PNV, Joseba Aguirretxea ha aclarado al PP que “nadie hace leyes para matar a la gente” y le ha reprochado que cause “bochorno e incluso enfado” en los grupos “por jugar de forma frívola con este tema”.
Desde el Mixto, tanto Bildu como PDeCAT también han mostrado su oposición al texto, mientras que UPN ha sostenido que “matar a las personas es reaccionario y no progresista”.
