Los médicos y enfermeras temen las investigaciones penales por las decisiones tomadas sobre los pacientes con COVID-19, ya que los hospitales corren el riesgo de verse sobrepasados por las denuncias.

Los médicos están pidiendo una legislación de emergencia para protegerlos de acciones legales sobre las decisiones de tratamiento de COVID-19 que se consideren “inapropiadas” tomadas bajo la presión de la pandemia.

Un grupo de organizaciones de salud ha escrito al gobierno instándolo a actualizar la ley para garantizar que los trabajadores médicos no se sientan “vulnerables al riesgo de ser procesados por homicidio ilegal” cuando tratan a pacientes con COVID-19 “en circunstancias fuera de su control”.

Los hospitales en todas las regiones del NHS en Inglaterra ya están en, o cerca, del 92% de capacidad de camas que NHS Improvement considera como el umbral de seguridad, y las admisiones hospitalarias están aumentando en muchas áreas.

Los médicos han argumentado que no existe protección legal para los problemas relacionados con COVID, como cuando hay “aumentos repentinos en la demanda de recursos que exceden temporalmente la oferta”.

La carta está dirigida al Secretario de Salud Matt Hancock y fue coordinada por la Sociedad de Protección Médica (MPS) y firmada por la Asociación Médica Británica, la Asociación de Médicos del Reino Unido, la Asociación de Consultores y Especialistas de Hospitales, el Real Colegio de Cirujanos de Edimburgo. , la Asociación Británica de Médicos de Origen Indio y Escudo de Defensa Médica.

El primer ministro Boris Johnson advirtió esta semana que existía un riesgo “muy sustancial” de que las unidades de cuidados intensivos de los hospitales se vean abrumadas a medida que ingresan más personas que durante la última ola de casos de coronavirus.

La carta de los médicos dice que Johnson advirtió en noviembre de un “desastre médico y moral” si el NHS estaba abrumado y “los médicos y las enfermeras podrían verse obligados a elegir qué pacientes tratar, quiénes vivirían y quiénes morirían”.

Es decir, para traducir todo lo anterior a un lenguaje llano y entendible por el gran público: Los médicos están totalmente muertos de miedo porque ven que muy pronto van a tener que empezar a decidir, debido a la cantidad de enfermos, quien vive y quien muere. Quien recibe medicación, y quien no. Quien disfrutará de respirador, y quien no. Y creen que los familiares de aquellos que, por haber sido dejados de lado, mueran, los denunciarán por homicidio. Y claman por una ley que, como con las vacunas, viva o muera el enfermo, el médico no tendrá culpa de NADA ni tendrá que responder por sus acciones. 

¡Disfruten de la democracia!