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Claves del 26-M

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Almeida, Casado y Aguado
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La de Pablo Casado el domingo por la noche era la cara de la felicidad. Pocos confiaban que el abulense afianzaría su liderazgo en el PP gracias a las dos “joyas de la corona” en juego, la alcaldía y la Comunidad de Madrid. Ver a Pablo Casado y los suyos exultantes y la cara demudada de Pedro Sánchez y el aura de derrota en la sede socialista, nos da una idea del valor definitivo de Madrid en estos comicios. Pablo Casado salva los muebles y tiene cuatro años por delante, sin más citas electorales que la de Galicia en 2020, para redefinir el papel de su partido, ahora sin competencias por liderar el mismo espacio ideológico, con la vista puesta en la reconquista del gobierno de España. Estas son algunas claves de las elecciones del 26-M:

Ciudadanos vuelve a morder el polvo

Como en las elecciones generales de 2015 y de 2016, sus propias expectativas fueron el mayor enemigo de Ciudadanos este 26 de mayo.  El partido que siempre lo va a ganar todo… y nunca gana nada. Rivera lo ha vuelto a hacer. Tras autoproclamarse líder de la oposición pese a haber quedado de tercero en las generales, volvió a quedarse en gas. Sube respecto a hace cuatro años, cierto. Pero al final del día, ¿qué ayuntamiento importante gobierna Ciudadanos?, ¿qué comunidad autónoma presidirá? Doble cero. Ciudadanos, que obtuvo un 15,8 en las generales, cae al 8,2% en las municipales, donde es un partido residual, y al 12% en las europeas.

Ciudadanos ha conseguido tan solo 108 alcaldías de las 2.148 a las que presentó candidaturas. Ninguna de ellas en capitales de provincia. Aunque podrá entrar en los consistorios de Zaragoza, Las Palmas, Ávila, Almería León y Murcia de la mano del PP. «Hemos subido un 80% el número de concejales en toda España y duplicado el número de diputados autonómicos», remarcó Rivera con los números en la mano. La formación ha pasado de 1527 concejales a 2787 y de 109 parlamentarios autonómicos a 144 (sin contar Navarra).

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Los liberales confiaban en repetir este domingo como mínimo los resultados del pasado abril donde superaron en votos al PP en seis de las diez ciudades más pobladas de España (Barcelona, Valencia, Zaragoza, Málaga, Palma de Mallorca y Las Palmas de Gran Canaria) y en tres de la cinco comunidades en las que ayer su sacaron las urnas a la calle: Baleares, Aragón y Madrid. Pero tampoco cumplieron su expectativas. Ciudadanos salvó los muebles gracias a que tendrá la llave del Gobierno en Castilla y León y Aragón -donde puede pactar a izquierda y a derecha- y a que el PP en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid ha tenido mejores resultados de los esperados. «Cada vez que se abren las urnas hay una ola naranja que no deja de crecer. Vamos a gobernar en Madrid», remarcó Rivera.

Entre las grandes ciudades, los liberales solo albergan opciones de entrar a dirigir los Ayuntamientos de Madrid, Zaragoza y Murcia, aunque en los tres casos respaldando a regidores del PP. En Valencia, una de las plazas en las que más fuerte se veía Cs, se queda con seis concejales y sin posibilidad de gobernar; mientras que en Barcelona, donde los liberales se integraron en la lista de Manuel Valls, ex primer ministro de Francia, obtienen otros seis y son irrelevantes como cuarta fuerza.

Tampoco tuvo mejor suerte en Europa Cs, a pesar de su unión con la UPyD de Maite Pagazaurtundúa. En 2014 UPyD sacó cuatro eurodiputados, por los dos de Cs, y ayer entre ambos se quedaron en siete –a ocho puntos del PP y a cinco escaños–. Por debajo de los mínimo ocho esperados.

El gran servicio de Rivera a España sería facilitar la reunión del centro derecha en un único y gran partido, obra que requiere humildad y sentido de Estado.

Madrid apuntala al Partido Popular

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SI las lecturas políticas de las elecciones de ayer deben hacerse mediante su comparación con las nacionales del 28 de abril, es evidente que el PP ha sabido frenar su ciclo bajista, mejorando su voto a nivel nacional. Esta es la principal consecuencia política de la jornada de ayer. Los populares han pasado del 16,70 por ciento de los votos en las generales de hace un mes al 20,13 obtenido en las elecciones europeas. En el cómputo general del voto municipal, los populares han alcanzado el 22,20 por ciento de los votos.

El balance concede a Casado un margen de confianza para profundizar en la renovación del partido. El resultado confirma que el mensaje que adoptó tras el 28-A ha sido eficaz. Un mensaje de afirmación de la identidad reformista, liberal y conservadora del PP, como espacio común de todo lo que está a la derecha del PSOE. Esta es también la interpretación de buena parte del electorado de Vox, que ha vuelto a dar su confianza al PP. En cuanto a las posibilidades de gobierno, el PP partía de posiciones muy limitadas en los ámbitos autonómico y municipal, pero si hubiera que resumir el resultado político -más que el puro recuento de votos- obtenido por los populares en el día de ayer, habría que concentrarlo en la recuperación del Ayuntamiento de Madrid, gracias a la más que probable coalición a la andaluza entre PP y Ciudadanos, con el apoyo de Vox, y la conservación del gobierno madrileño con una mayoría de centro-derecha. Estas dos victorias van a simbolizar la fortaleza del PP y, en general, de los partidos situados a la derecha del PSOE, de cara a una legislatura que va a exigir un alto nivel de confrontación democrática.

Casado gana tiempo para afianzarse. El PP, que obtuvo un 16,7% de votos en las generales, sube al 20% en las europeas y al 22% en las municipales. Lo celebró desaforadamente, como si hubiese ganado. Pero es que había salvado su carrera.

Los madrileños jubilan a Carmena

Manuela Carmena y Ada Colau, las chicas de oro de nuestra política zurda, ya están en casa. Su aventura ha durado cuatro años. Dejan mucho márketing, legado real cero -incapaces hasta de gastar su presupuesto- y puño sectario en guante de seda. Serán dos buenas tertulianas.

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Debacle de Podemos

Hace cinco años, cuando se celebraron las anteriores elecciones europeas, España y Europa asistieron al éxito inesperado y sin precedentes de Podemos. El partido que llevaba en la papeleta la cara de su líder llegaba al Parlamento Europeo con cinco eurodiputados, entre ellos el propio Pablo Iglesias, y ponía sobre la mesa la posibilidad de que España imitara a Grecia y tuviera su propia Syriza. Un lustro después, el éxito se ha tornado en debacle.

En una fecha en la que han coincidido otras europeas con autonómicas y municipales, las urnas han arrojado unos resultados que suponen la pérdida de la mitad de los escaños de la formación morada. El saldo es de tan solo 40 parlamentarios en 12 comunidades autónomas. E incluso su salida de ayuntamientos de capitales de provincia, con el ejemplo paradigmático de Valencia, y de algunas autonomías, como le ha ocurrido en Cantabria y Castilla-La Mancha.

La presencia que Podemos logró en los comicios regionales y locales de 2015 resultó relevante para la conformación de varios gobiernos de izquierda, como ocurrió en Aragón, Baleares, Extremadura o Castilla-La Mancha. En otras, aunque el apoyo que recibió no le sirvió para desbancar a las derechas, obtuvo un número de diputados considerable, como los 27 de la Comunidad de Madrid.

En total, y sin contar los comicios al Parlamento valenciano, se hizo con 118 escaños aquella noche de mayo de 2015.

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A esto podían sumarse las coaliciones para alcanzar el poder en capitales como Madrid, Barcelona, Valencia, La Coruña o Santiago de Compostela. Tras este 26-M, todo ha cambiado. Y para mal. Podemos y sus marcas afines no mantendrán las alcaldías en ninguna de esas ciudades. Y tras esta noche, esos 118 diputados se han recortado hasta poco más de 40.

En las autonomías, el mejor resultado vuelve a ser el de la Comunidad de Madrid, con 7 escaños. Pero a costa de perder 20. Unos diputados que han ido a parar a Más Madrid e Íñigo Errejón, que con sus 20 diputados confirma el mayor miedo de la cúpula de Iglesias: que su exdirigente doblase a su candidata, Isabel Serra. Y que refuerza el discurso de Errejón frente a Iglesias.

La única lectura positiva que puede sacar la cúpula llega desde Baleares. A pesar de perder cuatro diputados y quedarse con seis, este peso será clave para que se reedite un gobierno de izquierdas en las islas liderado por el PSOE de Francina Armengol. Una coalición en la que estarán los regionalistas de MÈS.

El 28 de abril, en las generales, la resurrección del PSOE y los problemas internos hicieron que Pablo Iglesias y las confluencias que le apoyan sumasen 42 escaños. Es decir, hasta 30 menos que tres años antes con la repetición electoral. Ahora, los resultados vuelven a dejar tocado al partido que irrumpió aprovechando una ola de cambio. Tal y como le está ocurriendo al espejo en el que Iglesias mirarse: el de Alexis Tsipras en Syriza.

Vox, freno con marcha atrás

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Las elecciones de este domingo han confirmaron la tendencia a la baja de Vox, que ha caído del 10% en las generales al 6% en las europeas y el 2,8% en las municipales. En total se ha dejado en el camino más de un millón de votos en un mes. El partido verde tenía puestas muchas de sus expectativas en los comicios europeos, donde la circunscrición única le ofrecía posibilidades serias de dar el gran golpe. No lo dio. Como muestra, un botón: ha obtenido un eurodiputado menos que la formación de Rosa Díez hace cinco años y menos de un punto por encima de ERC.

¿Mejor así? Probablemente. Vox fue el desahogo de un justo enfado, pero su crecida hacía feliz a Sánchez.

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España

Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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