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España

‘Alt News’: “Ningún ministro del nuevo gobierno ha tenido que pagar una sola nómina ni gestionado nunca nada”

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Pedro Sanchez con Irene Montero, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, miembros del gobierno de coalición.
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Está siendo muy elogiado el perfil técnico de algunos ministros del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez incluso en círculos de esa derecha tibia y acomodada que muta sus definiciones y principios con la mayor tranquilidad. ¿Cuántos de ellos ha tenido alguna vez la responsabilidad de pagar una nómina o gestionar  algo? Esta ha sido una de las preguntas lanzadas hoy en el apartado “La ratonera” de Alt News”, el programa de Radio Cadena Española que alcanza ya cifras de audiencia estratosféricas. “Ninguno de ellos ha gestionado nunca nada”, ha respondido Amando Robles, colaborador del espacio que conduce y dirige Santiago Fontenla.

“Que la imagen aseada de algunos ministros designados por Sánchez sea aparentemente distinta a la de los de Podemos, es una cosa bien distinta a la eficacia gestora que querríamos para España. De entrada llama la atención que todos los miembros del gabinete de Sánchez sean funcionarios. Si la meritocracia representara una mejora de la gestión, y no simplemente una cuestión de cupos, entonces debería inquietarnos mucho que ni Sánchez ni uno sólo de sus ministros haya emprendido nunca nada ni pagado una sola nómina”, ha recordado Robles..

En el nuevo Gobierno socialcomunista se pone de manifiesto el valor menospreciante que da la izquierda a la capacidad emprendedora, a la cultura empresarial, a vivir de recursos que no dependan de los presupuestos públicos. Por eso nos preguntamos cómo van a ser capaces de gestionar los recursos nacionales los que no pueden acreditar ni el mérito de haber gestionado una comunidad de vecinos.

El problema estructural de la economía española no son solo los millones de parados ni la precarización laboral. El problema de fondo es que no existe cultura emprendedora. Los jóvenes sueñan con ser funcionarios y vivir del Estado. Casi nadie se plantea la opción empresarial como una salida profesional. Quizás porque ello requeriría esfuerzo e imaginación máximas. La educación moderna no parece proponerse otro objetivo que formar almas apocadas, que necesitarán la sopa boba del Estado para no morir de hambre. Pocos defienden que se obtenga de cada español el rendimiento máximo. De un población activa de 17 millones de personas, 4 cobran del Estado. En otras palabras, que 13 millones de trabajadores tienen que cargar sobre sus sufridas espaldas con 10 millones de jubilados e inválidos (somos el país de Europa con más porcentaje de inválidos), 3 millones de parados percibiendo la prestación o el subsidio correspondiente, y 4 millones de funcionarios, varios cientos de miles de ellos, auténticos inútiles.

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Se hace país con gente que se la juega. ¿Qué se han jugado el presidente Sánchez y los nuevos ministros en punto a crear empleos y aumentar la riqueza nacional? Debemos comparar en ese sentido la cultura de emprendimiento, tan arraigada en Estados Unidos, frente a la cultura de trabajo de funcionario de nuestro país. Hace poco se preguntó a un grupo de jóvenes españoles universitarios a qué querían dedicarse cuando finalizaran sus estudios. Un 75% respondió que querían ser funcionarios.

La misma pregunta se planteó a jóvenes universitarios en Estados Unidos. En esta ocasión, el mismo porcentaje de las respuestas (75%) coincidían en que los jóvenes aspiraban a ser emprendedores y dueños de sus propias vidas.

El mensaje que está dando Pedro Sánchez nutriría de buenos argumentos las preferencias laborales de los estudiantes españoles: si vivir con el mínimo esfuerzo y sin asumir riesgos, dejando a otros que tomen las decisiones, te allana el camino hacia la primera línea política, entonces nada mejor ni más rentable que la función pública.

Tal vez a políticos como Pedro Sánchez les interese que continúe la dependencia con el sector público de millones de españoles. Un empresario puede tomar decisiones sin depender de otros. Una población subvencionada y subsidiada es presa fácil para el clientelismo electoral, que tan buenos réditos ha dado siempre a los socialistas.

Desgraciadamente, lo que una mayoría de ciudadanos verá en breve no es mejora ni recuperación alguna, sólo cómo disminuyen sus medios de vida y el valor de sus activos, con más impuestos, con más gastos sociales de naturaleza popùlista y con subidas generalizadas de los servicios esenciales. Eso es lo que nos espera en los próximos meses: una agudización del empobrecimiento y un aumento de la inmigración ilegal, con grave coste para las economías más humildes. Es decir, volver a la senda del zapaterismo que Pablo Iglesias pone como modelo.

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Es la diferencia entre tener a los mejores gestores al frente del Gobierno o a un puñado de voraces políticos profesionales capaces de vender a sus madres con tal de alcanzar el poder.

PINCHE ABAJO PARA ESCUCHAR EL PROGRAMA:

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España

Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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