Al menos 35 personas han muerto este martes tras una estampida en el funeral del militar iraní Qasem Soleimani en Kerman, su ciudad natal, informa Reuters, citando a la televisión iraní. Además, hay al menos 48 heridos.
Soleimani, asesinado el pasado viernes en Bagdad por orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, será enterrado hoy en el cementerio de Kerman.
Su muerte ha desatado una escalada de tensión entre Irán y Estados Unidos, con amenazas cruzadas que hacen temer un estallido de violencia.
Amenazas de venganza
De hecho, durante los funerales del Soleimani, celebrados durante estos días en Irán, los ciudadanos han llenado las calles, gritando proclamas como «¡Muerte a América!».
Los líderes políticos y militares de la República Islámica han alentado y secundado esos deseos de venganza.
Por ejemplo, el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, ha afirmado este martes que el país está barajando « trece escenarios de venganza» como castigo por el asesinato de Suleimani, informa Reuters.
«Los americanos deberían saber que se están debatiendo hasta 13 escenarios de venganza en el Consejo, y que hay consenso de que incluso el escenario más leve sería una pesadilla histórica para los americanos», ha afirmado.
Es un tema muy manido últimamente el del futuro de lasmujeres en Afganistán, o lo era, hasta que empezaron a coordinarse todos los volcanes del mundo para entrar en erupción a la vez. Pero tal vez lo que habría que preguntarse qué ha cambiado y va a cambiar con el retorno al poder de los talibanes. Pero, ¿acaso se fueron del país alguna vez? ¿Acaso depende tanto del Gobierno de Kabul lo que sucede en 99% restante del territorio, donde habita la mayor parte de la población rural afgana?
Por amigos míos que han servido en ese país durante estos 20 años tirados a la basura con la retirada, que se ha producido de la forma más escandalosa y absurda, he podido conocer de primera mano las condiciones de vida reales de esa población. Y recuerdo de forma especial un relato de un amigo mío, piloto de helicópteros, que se dedicaba a extraer heridos y muertos del frente.
La señora afgana a la que su propia gente dejó atrás por inútil
En uno de estos viajes recogimos a una señora mayor que se había roto una pierna y que había sido abandonada, por tanto, como carga inútil por su clan. Pero lo más sorprendente de todo fue que mientras la estábamos llevando a la base, para curarla, un auxiliar afgano que viajaba con nosotros se sorprendió de que perdiéramos el tiempo con una persona que había sido ya desechada por los suyos. Sin duda una anécdota brutal que nos lleva a tiempos pasados como es de los cántabros, sociedad pastoril en la que los ancianos se quitaban de medio ellos mismos para no causar un estorbo en una economía de subsistencia como aquélla.
Como la que es hoy en Afganistán y ha seguido siendo con la ocupación de las fuerzas occidentales, que ahora vemos que poco han conseguido o nada, porque su chapucera retirada ha devuelto a esta gente a la misma situación anterior a la guerra. Y sin esperanza de que vaya a mejorar nada.
Los planes de la élite: el totum revolutum total
Esperemos que los talibanes cumplan su promesa de no volver a las andadas
Por de pronto, los talibanes han querido mostrar una cara amable asegurando siempre que no van a tomar represalias contra los que más miedo les tienen: personal que colaboró con las fuerzas de ocupación, homosexuales y otras minorías y por supuesto que una gran mayoría de mujeres que teme la reimplantación de la Sharía en todo el país. La brutal ley patriarcal, más que islámica, que lleva rigiendo el país desde tiempo remotos y que se ha seguido practicando en casi todo el país durante la ocupación militar de Occidente. Por esto no entiendo tanto por qué se dramatiza ahora con el tema cuando poco ha cambiado la realidad de la mujer y la niña afgana en todo este tiempo.
Parece que sólo cuando está el foco puesto encima a la gente le preocupa lo que pase en un sitio concreto y una situación, pero luego los temas dejan de estar de moda y aquí no ha pasado nada. Y lo dice uno que ha seguido la historia del país desde el principio y desde antes de que empezara esta última guerra. Creo sinceramente que el pueblo afgano es rehén de las políticas de las grandes superpotencias y lo sigue siendo.
Las mujeres y niñas afganas: rehenes de la geoestrateg ia mundial
Si de verdad le hubiera importado a alguien en el poder lo que ha sucedido y lo que sigue sucediendo, con las mujeres y con todo el mundo en Afganistán, creo que nunca hubiera habido guerra para empezar. Pero era y es el negocio que de verdad está por detrás de todo lo que está pasando. De lo contrario, como la historia nos ha enseñado, se hubiera aplicado esa máxima de que la seda de las caravanas penetra mejor las fronteras que el hierro de las legiones. También creo que se puede actuar desde aquí para que las condiciones de vida de los afganos y en especial de las mujeres y niñas sean mejores.
Lo del avión militar de Kabul y la gente aferrándose a sus alas: otro timo
Es mucho más difícil plantearlo así que sacar a todo el mundo de un país y empezar a repartirlo por el mundo cuando su verdadero país es Afganistán y no tiene nada de malo. Pero es una humilde opinión de alguien que de verdad intenta llegar al fondo de las cosas y pensar soluciones de verdad. Porque creo que estamos jugando con el tablero y las piezas te los que han provocado la guerra y ahora esta crisis. Y no son gente que juega limpio.
Nadie ha buscado soluciones para promocionar a la población civil afgana
Yo pienso que las cosas se podían haber hecho de otra manera. Todo ese dinero y esfuerzo invertido en una guerra que nunca fue bien, desde el principio, y que nunca tenía que haber empezado, se pudo haber empleado en algo que realmente fuera productivo en términos de promocionar a la población civil afgana y en concreto de las mujeres y niñas. Lamentablemente creo que ese punto nunca estuvo en la agenda de los poderosos que decidieron invadir aquello hace casi 20 años y mucho me temo que su retirada también tendrá alguna consecuencia secreta, que no nos han contado todavía, pues esta gente nunca da puntada sin hilo.