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CABRINI GREEN, EL BARRIO DEL CARTUCHO DONDE LOS BLACK LIES MATTER SERÍAN FELICES

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Cabrini Green, Chicago, Estados Unidos: un barrio en el que Pablo Iglesias no viviría ni loco

 

Se trata de una desaparecida colonia de edificios gigantescos que gracias a Dios ya no existe y que estaba basada en una concepción del barrio obrero ya por fortuna superada.

Se ideó en la belle époque yanqui, en plena Segunda Guerra Mundial, como una solución masiva para inmigrantes que venían a instalarse masivamente en Chicago, en especial italianos, y de ahí el nombre de Cabrini Green. Pero esta clase de inmigrantes no tardaron en progresar económicamente y buscar otras alternativas, más confortables y sobre todo más seguras, porque lo que vino a continuación en el barrio fue otra clase de inmigrantes y sobre todo una auténtica plaga de narco delincuentes al más puro estilo del desaparecido Floyd. Por esto decimos que los amigos del BLM (Black Lives Matter) serían muy felices aquí.

 

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Celebrar el año nuevo al viejo estilo árabe, con disparos al aire

 

Esta clase de edificios masivos, tipo soviético, se convirtieron muy pronto en ciudadelas del crimen, donde los distintos grupúsculos de narcotraficantes cuya etnia no podemos nombrar se hicieron pronto muy fuertes, incluso con armamento de guerra. Hasta tal punto que han llegado a enfrentarse a tiro limpio con la propia Policía y a matarse entre ellos con regularidad mientras vendían droga a medio Chicago de forma industrial.

 

Para empezar a centrar el tema de la peligrosidad nivel máximo de este barrio bastará comentar que la forma que tenían de celebrar el año nuevo era salir armados a la calle y ponerse a disparar, todos los gánsters a la vez, con todo tipo de pistolas y hasta fusiles de asalto. Y lo hacían con una impunidad que llama la atención tratándose de la primera potencia mundial. Un peligro tan grande que los vecinos normales de estas viviendas tenían que refugiarse en los baños de sus casas, para poder contar con el blindaje extra de las bañeras, donde se tumbaba en familias enteras hasta que pasaba el peligro y las balas dejaban de cruzar las paredes. Y es que hasta los mismos criminales reconocían que ellos mismos no sabían de dónde podía venir los tiros.

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Como decía un veterano oficial de la policía de Chicago: es la mayor más chocante falta de respeto a la ley y el orden que he visto en mi vida.

 

Un barrio en el que los Black Lives Matter mataban a los policías

 

Ocurrió a finales de los 90 y fue uno de los eventos que propició el necesario final de estos edificios gigantes, convertidos en fortalezas del crimen donde han habitado las peores bandas de criminales de todo Estados Unidos. Y es que dos funcionarios de Policía de Chicago fueron ejecutados por francotiradores de estas bandas, que abrieron fuego sobre ellos sin previo aviso, en un crimen horrible que sólo se entiende por la firme voluntad de estas organizaciones de no dejarse fiscalizar por la Policía en su propio territorio. Incluso dio toda la impresión de qué se trataba de un crimen de pacto, entre las distintas bandas rivales, pero unidas en un común afán de no permitir que la Policía ahuyentase a sus clientes.

 

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La alcaldesa progre que duró un mes en el barrio

 

Lo peor ocurrió cuando una niña que iba al colegio fue alcanzada por el fuego cruzado entre estas bandas rivales. Un crimen que conmocionó a todo el país y que provocó que la alcaldesa de turno, al más puro estilo de la casta política, se fuera a vivir una temporada a Cabrini Green con el correspondiente ejército de guardaespaldas y policías, que limpiaron de malos una zona determinada para que ella se pudiera instalar allí. Pero la paz duró muy poco tiempo, porque la alcaldesa no soportó el ambiente de tensión y pobreza que le rodeaba y no tardó en regresar a esos barrios, donde no viven la mayoría de sus votantes, como pueden hacer Casado o Iglesias en nuestro país.

Para lo único que sirvió la estancia de la alcaldesa fue para que las bandas que controlaban esos edificios se aprovechasen de las fortificaciones que la Policía, para protegerla mejor, habían construido para ella. Una ventaja añadida al inexpugnable sistema de laberintos interiores en estas colonias enormes, que los narcotraficantes manejaban a su antojo, como si fueran hormigas dentro de su propio hormiguero.



La única solución fue echar abajo el barrio entero: una tremenda pérdida cultural y social

 

Donde la policía no pudo actuar, porque no había solución, sirvieron las palas excavadoras. El barrio entero fue demolido y hoy sólo queda un mal recuerdo de otro proyecto socialista fracasado, al más puro espíritu de los Black Lies Matter.

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Es importante señalar que las políticas de protección social tienen mucha culpa de todo lo que sucedió, porque se centraban en ayudar económicamente a las madres solteras y esto provocó que los papás frecuentasen poco la casa. Para evitar ser detectados por los servicios sociales que visitaban los domicilios y perder las paguitas tipo Clinton-Obama. Y el resultado final no es ninguna sorpresa: cientos de familias monomarentales con niños pequeños creciendo en un ambiente de marginalidad total.

 

El problema del final de este bastión criminal es el mismo que en el español caso de Las Barranquillas. Y es que cuando se acaba con un macrocentro de distribución de drogas lo que viene a continuación es una repartición de esos delincuentes, que se trasladan a otras zonas una ciudad o incluso se ven impulsados a iniciar nuevas bases de operaciones en otros lugares diferentes. Por esto ha sucedido que el final de Cabrini Green tal y como era conocido ha sido el principio de otros bastiones de narcotraficantes, por parte de miembros de estos discípulos y bandas parecidas.

 

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España

Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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