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El Gobierno rojo de Pedro Sánchez ultima la segunda fase del Golpe Institucional: Indignación en el Poder Judicial con los tres ministros-jueces

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El Gobierno agrava el malestar en la cúpula judicial tras el veto al Rey en la última toma de despachos en Cataluña. El motivo del enfado es la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) que se está diseñando para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), presidido por Carlos Lesmes, sin el tradicional acuerdo con la oposición. Voces del CGPJ aseguran a Economía Digital que se preparan nombramientos “a dedazo” del Gobierno con el “silencio cómplice” y particulamente hiriente de los ministros que son jueces de profesión (Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles y Juan Carlos Campo). Concluyen que la reforma “a la carta” que prepara el Ejecutivo “podría ser inconstitucional”.

El Gobierno está trazando un plan para renovar la cúpula del CGPJ mediante una reforma legal ante la negativa del PP y el bloqueo institucional. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, confirmó este viernes su “voluntad” de llevar a cabo esta renovación: “Mi voluntad es hacerlo”. Dicho y hecho. Pero lo cierto y según desvelan fuentes gubernamentales, es que Moncloa ya estaba preparando este ‘Plan B’ antes de sentarse con el líder del PP, Pablo Casado, y llegar a un consenso.

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, lleva tiempo trabajando en un borrador para modificar la mayoría necesaria en Congreso y Senado y así no depender de los votos del PP ni de Vox para nombrar a los jueces.

La LOPJ establece que todos deben ser elegidos por mayoría de tres quintos. Es el precepto que el Gobierno intenta modificar. Para elaborar este borrador, Calvo también se apoya en el director del gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, y en los ministros-jueces que conforman el Gobierno —Juan Carlos Campo (Justicia), Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Margarita Robles (Defensa)—. Precisamente, el cabreo en la cúpula judicial es por el “silencio cómplice”, aseguran miembros del CGPJ, de estos tres juristas de profesión.

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El PSOE ata en corto a Lesmes

“No entendemos que estén de acuerdo en esto”, asegura un miembro del Consejo. Insiste en que la medida “podría ser inconstitucional” y advierte de que no podría hacerse una renovación al completo, sino 12 de sus 20 miembros “porque así lo refleja la Carta Magna”. Este experto es consciente de que en el PSOE “han sentado mal los recientes seis nombramientos hechos por Lesmes, pero es que la Justicia tiene que seguir funcionando”, explica.

Diputados socialistas también sugirieron dejar sin funcionamiento las decisiones de este órgano cuando se extinga su mandato. Una propuesta que dentro del CGPJ califican de “barbaridad”, como si se tratara de un gobierno en funciones. El propio Sánchez tiró este viernes un ‘dardo’ contra Lesmes por los nombramientos al asegurar desde Bruselas que «cuando estás en funciones puedes hacer unas cosas y otras no, y el Poder Judicial, cuando esté en funciones, podrá hacer unas cosas y otras no».

El silencio de los ministros ha cogido por sorpresa a algunos miembros del Consejo, ya que Robles y Grande-Marlaska fueron vocales de este órgano. El titular de Interior formó parte de la Comisión Permanente del CGPJ, nombrado a propuesta del PP, aunque no era asociado. “Él más que nadie debería conocer lo que pasa aquí”, explican desde el órgano que regula a los jueces.

Sin embargo, nadie duda de las desavenencias que mantuvieron Lesmes y Robles. La ministra de Defensa estuvo como vocal en el anterior Consejo a Lesmes y le acusó de tener “un marcado carácter totalitario”. Tras dar el salto a la política, el Supremo retiró a Robles la condición de juez para ir en las listas a las elecciones generales y obtener, posteriormente, escaño en el Congreso.

Podemos urge a los socialistas

Los socios de gobierno de Sánchez celebran la norma que prepara el Ejecutivo y urgen a sus compañeros socialistas a “aprobarla cuanto antes” para aislar al PP. Según dirigentes de Unidas Podemos, los nuevos nombramientos por parte de una mayoría cualificada sin el PP, dejaría fuera a los de Casado de la “voluntad de reconstrucción que piden los ciudadanos”. Según esto, el Gobierno de coalición ganaría puntos.

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Los morados pretenden cambiar la historia y escenificar a los del ‘no es no’ con los populares. Una táctica que no ven todos en Moncloa. Algunos miembros del Ejecutivo consultados temen que los populares planteen un recurso de inconstitucionalidad y la norma no salga adelante. Por ello y desde la vicepresidencia primera admiten que “no hay prisa” y no confirman, de momento, si la propuesta saldrá adelante. “Es algo que se está estudiando. Nada más”, zanjan. El malestar provocado en el CGPJ también podría ser motivo para que el gobierno de coalición reflexionase y tratase de acercar posturas antes de aprobar la medida unilateralmente.

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Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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