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España

2023: Odisea roja en una España sin Franco

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Por Laureano Benítez Grande-Caballero.- A las 9.58 horas de una fría mañana de 2023, escuadrones de bombarderos de la Fuerza Aérea de España despegaron de varias bases, desplegadas por toda la geografía española, y pusieron rumbo a los 615 pantanos construidos por Franco, con la orden de destruirlos para consumar la destrucción del franquismo, orden que se recogía en el decreto-ley firmado por el Borbonísimo hacía unos minutos en su despacho de La Zarzuela: «Que no quede piedra sobre piedra, para que ni una sola gota de agua fascista sacie nuestra sed o riegue nuestros campos»… concluía la orden.

Los pantanos de Cijara, Cardena, Guadalén, El Torcón, Valdespina, El Molinar, Sequeiros, Montijo, Los Toranes, Los Peares, y muchos otros sufrieron los devastadores ataques de los cazas, originándose un dantesco espectáculo donde las aguas tumultuosas arrasaron campos y aldeas, mientras muchos de los afectados por la destrucción, con risa sardónica dibujada en su rostro, levantaban el puño en alto cantando «La Internacional» mientras contemplaban satisfechos cómo las aguas franquistas se precipitaban atronadoramente por barrancas y quebradas. ¿Qué de dónde iban a sacar el agua, una vez destruidos los embalses? Cuestión baladí, lo que realmente importaba era acabar con aquel recuerdo de la dictadura.

Esa misma mañana, en muchas ciudades de España, se sorteaba qué ciudadanos debían hacerse el «harakiri» con una «katana», o inmolarse a lo bonzo, pues era preciso eliminar a 2.100.000 españoles de la faz de la tierra, ya que esa cantidad reflejaba el número aproximado de abortos que nos había evitado la feroz represión franquista de los derechos de las mujeres, y había que acabar con esa lacra fascista.

Otra de las disposiciones de la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática fue la prohibición de acudir a los 89 hospitales públicos y los numerosos ambulatorios que se crearon bajo la dictadura, bajo pena de multas y otras sanciones, como la pérdida de la pensión, o el simpe despido laboral. Se debatió si también convenía volarlos, pero a última hora se decidió mantenerlos en pie, para que los extranjeros pudieran aprovecharse en ellos de la sanidad universal. Esa mañana, por tanto, se produjeron trágicas escenas en muchas ciudades españolas, donde se veía a enfermos en camilla por las calles, ayudados por sus familiares, buscando un centro médico no creado por Franco que les atendiese.

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También se conminó a todos los titulados bajo el franquismo a entregar sus diplomas acreditativos, pues el decreto declaraba nulas todas las titulaciones adquiridas bajo la dictadura.

Asimismo, se ordenó la destrucción de los árboles genealógicos de los altos cargos que había habido en España a partir de 1975, con el fin de que no salieran a la luz pública las conexiones franquistas de sus antepasados.

En cuanto a los centros de enseñanza creados por Franco, se prohibió terminantemente que siguieran en activo, pues aquellas aulas rezumaban tiranía y genocidio, con lo cual se veía en muchas ciudades de España a escolares a la intemperie, o confinados en locales asépticos de franquismo habilitados como escuelas. ¿Los padres?: los patriotas callaban, y los otros seguían con sus puños en alto y su borrachera de internacionales.

A la misma hora que se bombardeaban los pantanos, columnas acorazadas entraban en los pueblos creados por el franquismo dentro del Instituto nacional de Colonización, con la orden de arrasarlos y así borrar un vestigio más de la dictadura: Setefilla, La Vereda, Guadiana del Caudillo, Nava de Campana, Algallarín, Valderrosas, Conquista del Guadiana, Rada, Vados de Torralba, Aguas Nuevas, Barbaño… y una infinidad más de localidades fueron destrozadas por piquetes de desguaces, por excavadoras, por máquinas de demolición que arrasaron los pueblos hasta sus cimientos.

Las zonas forestales también tuvieron su protagonismo en ese apocalipsis, ya que también se cursó la orden de arrancar los árboles que se habían plantado durante el franquismo dentro de su política de reforestación, que pasó de 792 Has., a casi 2.500.000, 2.960 veces más. Cosa digna de ver, cuando ecologistas, senderistas, cicloturistas y todo eso se echaron al monte como posesos para talar árboles entre el jolgorio democrático de colaborar con el fin de la dictadura.

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Y, como Franco aumentó enormemente la energía eléctrica en España, en el decreto se prohibía bajo severas penas la conexión al tendido que se hizo en la España del genocidio, con lo cual esa mañana una parte significativa de nuestra Patria no pudo funcionar por falta de fluido eléctrico, viéndose a rojos dando entusiásticamente a unas manivelas que movían unas turbinas, elaborando una exigua cantidad de energía, insuficiente, es cierto, pero que al menos no era fascista.

Uno de los temas más polémicos fue la ordenanza mediante la cual ningún español podía habitar en casas construidas por el franquismo, lo cual obligó al abandono de 3.121.931 hogares, viéndose a familias enteras en la calle, desahuciadas sin remisión ―bueno, los rojos se limitaron a quitar la placa del yugo y las flechas de la fachada, y santas pascuas―.

Los hortelanos de la zona del Segura se arruinaron, y se les veía en la p. calle, sin oficio ni beneficio, pues el canal del trasvase Tajo-Segura había sido volado a primeras horas de la mañana. Pero no crean, los había que festejaban aquello con el puño en alto, mientras gritaban aquello de «¡NO PASARÁN!».

Y era lastimoso ver al Talgo arrinconado en sus hangares por franquista, y a los ciegos pidiendo limosna por las calles tras la abolición de la ONCE, y a los excrementos rebosar por las calles tras la clausura de la Red de Alcantarillado creada por Franco, y la destrucción de todos los ejemplares de la Primera Gramática de la Lengua Vasca, el levantamiento de muchas aceras de nuestras calles ―los rojos se llevaban los adoquines de recuerdo a sus casas, vaya―, la devastación de las vías de comunicación construidas a raíz del Plan Nacional de Carreteras… Inmensos atascos se podían ver esa mañana desde primera hora en todos los puntos de España, automóviles que estarán varados días enteros, hasta que el Frente Popular haga las nuevas carreteras, sin residuo franquista alguno.

Como no podía ser menos, las «panzerdivisionem» rojas se lanzaron al asalto de las tumbas de los mártires de la Guerra, desenterrando momias para bailar sus congas bolchevikes con ellas…

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Así pues, parece que toda España está okupada por los rojos… ¿Toda? ¡No!: Un lugar poblado por un irreductible Caudillo resiste, todavía y como siempre, al invasor: El valle de los Caídos.

Asediado por legiones de demonios, rodeado por divisiones de milicianos, acorralado por la batahola roja desencadenada por el Infierno, cercado por las fuerzas malignas del rojerío, ved ahí la Cruz, ved ahí la Basílica, ved ahí la tumba de Franco… ved Cuelgamuros, custodiado por las legiones angélicas… Y escuchad el grito que emana desde los tronos celestiales: «¡ENTRA ESPAÑA!».

PD: ¿A qué están esperando los rojos para renunciar de una p. vez a todas las ventajas del franquismo de las que se están aprovechando? Y es que estoy muy harto y no puedo soportarlos más…

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Así nos ven desde fuera: el sucio traidor de Feijóo y sus adláteres son reconocidos por lo que son

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Escándalo en España: El PP se unió al socialismo y votó a favor de darle la ciudadanía a 500.000 inmigrantes ilegales de África

El PP, el PSOE y todos los partidos de izquierda se unieron para votar a favor de la regularización de medio millón de inmigrantes que ingresaron de manera ilegal en la última década.

El Partido Popular (PP), una suerte de Juntos por el Cambio en España, ha vuelto a traicionar a su base de votantes y decidió unirse con la extrema izquierda para regularizar y otorgarle la ciudadanía a más de 500.000 inmigrantes ilegales que arribaron al país desde África o Medio Oriente.

Si bien la ley todavía no ha sido aprobada, más bien solo se ha aprobado el tratamiento del mismo en el Parlamento, el PP sienta un peligroso precedente y ha anticipada que busca volver a votar de la misma manera en el recinto una vez que se modifiquen algunos aspectos del proyecto de ley.

De hecho, todos los partidos en el Parlamento han votado a favor del tratamiento y aprobarán pronto la ley, con la única excepción de los legisladores de VOX, que se opuso de cuajo contra la ley que le agregaría más de 500.000 votos en todo el país a la izquierda.

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Según la diputada del PP, Sofía Acedo, fue Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, que hizo lobby para que dicha legislación sea aprobada, a pesar de que dentro de ese medio millón de personas hay prácticamente una totalidad de árabes musulmanes.

Por su parte, la socialista Elisa Garrido ha trasladado que el PSOE votará a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por el “respeto” que merece darle participación directa en la política a quienes viven en España, y que creen que es necesario “seguir avanzando en mecanismos que garanticen procesos seguros de inmigración”.

Por su parte, la diputada de VOX Rocío De Meer ha indicado de nuevo que la formación liderada por Santiago Abascal rechaza la medidaQueremos que España siga siendo España, no Marruecos, ni Argelia, ni Nigeria, ni Senegal. Y esto no es odio ni es xenofobia, ni racismo, es puro sentido común“.

En España se han llevado a cabo seis regularizaciones extraordinarias de inmigrantes en toda su historia. Entre 1991 y 1992 se puso en marcha, con el Gobierno socialista, una regularización extraordinaria que benefició a 108.321.

En 1996, con el PP mediante otro proceso de regularización extraordinaria, obtuvieron papeles 21.294 inmigrantes de los 25.128 que lo solicitaron. En el año 2000 solicitaron la regularización 244.327 extranjeros y consiguieron la documentación 163.352. En el año 2001 fue denominado “regularización por arraigo” y se otorgó papeles a 239.174 inmigrantes más.

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Como si esto no fuera poco, en el 2005, durante el gobierno del comunista José Luis Rodríguez Zapatero, hace casi 20 años, se le otorgó ciudadanía a medio millón de inmigrantes, la misma cantidad que pretende dar ahora Pedro Sánchez, peleando codo a codo por el récord histórico de pérdida de identidad.

Fuente: Derecha Diario.

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