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Yo no quiero acoger

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Xavier Rius.- ¿Qué porcentaje de los delitos habidos últimamente en Barcelona son cometidos por extranjeros?

Es difícil decirlo con la excusa de que las autoridades no quieren criminalizar la inmigración.

Pero el domingo pasado los Mossos hicieron diez detenciones por robos con violencia de cadenas y relojes de lujo en el marco de la operación para reforzar la seguridad en Ciutat Vella. ¡Incluso con antidisturbios!

Todo ello con el evidente perjuicio para las víctimas. Además del susto, lesiones en algunos casos.

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Pues bien: todos eran de nacionalidad marroquí excepto uno -que era argelino- según la propia nota oficial. Todos muy jóvenes. No sé si exmenas en algunos casos.

Primero detuvieron a dos hombres, de 18 y 19 años -uno vecino de Barcelona y el otro sin domicilio conocido- por un robo con violencia e intimidación y lesiones.

Cerca de las seis de la madrugada del sábado, agentes de paisano detectaron dos jóvenes que iban mirando al cuello y muñecas de las personas que salían de los locales en el Puerto Olímpico.

En un momento determinado vieron un hombre que iba solo y llevaba una cadena de oro bien visible en el cuello. Los dos jóvenes comenzaron a caminar detrás de él y el operativo policial se puso en marcha.

Poco después, los jóvenes se abalanzaron sobre el hombre y le arrancaron la cadena de oro.

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Los agentes pudieron detener a los dos jóvenes. Uno de ellos llevaba la cadena rota en el bolsillo. La víctima presentaba lesiones leves.

Posteriormente detuvieron a otros tres, de entre 18 y 27 años, también de nacionalidad marroquí y un argelino. Dos de ellos sin domicilio conocido.

A las siete de la mañana, una patrulla que había intervenido en el incidente anterior escuchó unos gritos.

Al llegar a la avenida Litoral vieron un hombre rodeado de jóvenes al que le acababan de sustraer la cadena de oro. Los tres quedaron detenidos.

Más tarde detuvieron a otro hombre de 18 años e igualmente marroquí, vecino de Santa Coloma de Gramenet.

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Una patrulla que accedía a la Rambla del Raval vio un joven que caminaba rápidamente y que, al percatarse de la presencia policial, intentó evitarlos.

Los agentes, observaron la maniobra y lo detuvieron en la calle Sant Pau.

Justo en ese momento llegó un hombre denunciando que el joven que tenían parado le acababa de sustraer la cadena de oro tras acercarse a él con la excusa de pedirle tabaco. En cachearle los agentes le encontraron la cadena que acababa de sustraer.

Finalmente sobre las 20:15 horas, detuvieron a dos jóvenes de 18 años de la misma nacionalidad con domicilio en el Bages y Barcelona, y otros dos menores de edad.

En la Rambla del Raval comenzaron a discutir con un hombre. En un momento determinado, los jóvenes le arrebataron varias prendas de ropa que tenía la víctima y huyeron del lugar.

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Por supuesto que no hay que criminalizar a la inmigración. Tampoco a los marroquíes.

Conozco a varios y son excelentes personas. Unos auténticos currantes.

Pero también es absurdo negar que la inmigración tiene un impacto.

En la educación, en la sanidad, en el estado del bienestar y también en la seguridad ciudadana.
Y con éste gobierno partidario del volem acollir la ciudadanía tiene derecho a saberlo.

Al fin y al cabo ha adoptado posiciones muy liberales en materia de inmigración no sólo por razones humanitarias sino también políticas. ¡Y sin tener competencias!

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En el fondo por un exraño complejo de superioridad moral vinculado al proceso: los catalanes somos supersolidarios a diferencia de los pérfidos españoles.

No deja de ser curioso, sin embargo, que éste sea un gobierno sea casi hispanófobo –
bueno, sin el casi- y en cambio sea proinmigración, hasta promusulmán.

El gran argumento a favor de la inmigración es que pagaran nuestras pensiones pero a mí no me cuadra porque ¿quién pagará las suyas? ¿Más inmigración?

Es absurdo negar que la llegada de personas sin papeles tiene un impacto en nuestras sociedades. Hay ventajas pero también inconvenientes. Negarlo sólo favorece la xenofobia.

Convertir la inmigración en un tema tabú es una de las causas del crecimiento de la extrema derecha -o derecha extrema- en toda Europa.

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Si los partidos tradicionales no son conscientes de ello sus votantes se sentirán huérfanos y acabaran votando otras opciones que lo hagan.

Es muy fácil hablar de la inmigración desde el sofá de casa o desde un despacho universtiario. Lo difícil es convivir con ella.

Director de e-notícies

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