Toros

Y si Roca Rey soltara aquello de “después de mi naide…”

Published

on

Roca Rey
¡Comparte esta publicación!

Ángel González Abad.- “Después de mi naide…, y después de naide, Fuentes”, sentenció Guerrita a finales del XIX, en un gesto de soberbia taurina. En esto de la soberbia taurina siempre ha habido toreros que han alzado la voz para autoproclamarse a la cabeza de los mejores. Ahí queda también el dedo índice de Luis Miguel Dominguín, como otro ejemplo más. Ahora les cuesta más a las figuras lanzar al aire esos gestos, prefieren ir más solapados, crear menos conflictos, por lo menos de cara a los aficionados, que de puertas para adentro las tripas arden como las calderas de Pedro Botero.

En estos momentos, si alguien se decidiera a alzar la voz, levantar el dedo índice o parafrasear al gran Guerrita, ese sería Andrés Roca Rey. Y más tras el comienzo de temporada que ha firmado. Barriendo de principio a fin en Valencia y Castellón, y dejando las espadas en alto de cara a Sevilla y, sobre todo, Madrid. A ver quien le recoge el guante.

Volviendo al Califa cordobés, y si el joven peruano soltara eso de “después de mi naide…” Es el torero que de verdad mueve al público hasta llenar las plazas, y es en el ruedo el que no renuncia a nada, el que lo esta dando todo, arrasando como una apisonadora. Arrollando, que no quiere tener a nadie por delante, y a “naide” por detrás. Sin Talavante, con Ponce fuera de combate, quién le queda a Roca. Morante no esta para guerras, que bastante tiene con la suya propia; Manzanares intermitente, los emergentes con los deberes sin acabar de hacer, y El Juli. Llegamos a El Juli, que uno ya no sabe si esta para plantar cara al huracán peruano, o para ir después del “naide”.

En la tarde que Julián López toreó con Roca Rey en Valencia, pese a tener al ganado en contra, no dio la impresión de que iba a ir a la guerra, más bien a defender su parcela. La decisión final de salvar la cara de San Isidro, marcará definitivamente su estado… Y es que El Juli ha dejado su cara de niño, los pómulos marcados, el rostro afilado, y el gesto de pocos amigos… Todo pudo tener su origen en la tarde de los seis toros la pasada Feria del Pilar, en la que las ideas no fluyeron y se escapó la frescura.

Advertisement

Así que estamos con Roca tirando del escalafón. Hay más, pero detrás…

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil