Opinión

VOX en la encrucijada y un debate lamentable

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Me repugna de tal manera la charlatanería de feria, por no decir de timadores de esquina, propia de nuestros políticos, que nunca los oigo. Hice anoche una excepción con el debate de los candidatos a la comunidad de Madrid.

De los del PP, Podemas, PSOE y C´s todo está dicho y no desmerecieron unos de otros. La decepción fue Rocío Monasterio, que quedó muy floja al caer en dos trampas. En primer lugar la tendida por el PP y algunos estrategas superficiales, según la cual VOX, C´s y PP deben ir unidos para echar a la izquierda. Está claro que si ese es el objetivo, resulta preferible votar al PP, ya que este es más experimentado y sólido como partido, mientras que VOX solo puede proclamar su “coraje” subjetivo, como ella hizo, lo cual no convencerá a casi nadie, pues el votante de derecha siempre va a “lo seguro” y le espanta la imagen de “extremismo”, como se ha demostrado en las elecciones pasadas. Por otra parte, echar al PSOE es un objetivo negativo, que suscita cierto rechazo, y además muy mal explicado. Al PSOE le da un argumento: “Esos fanáticos no tienen otro objetivo que echarnos para ponerse ellos y recortar el gasto social”.

Por el contrario, VOX debería explicar muy claramente dos cosas con un ejemplo que tiene bien a mano y convincente para todo el mundo: que la izquierda es Venezuela, es Maduro, son los cinco millones de parados de Zapatero, etc., y que es ahí adonde conducen siempre sus políticas contra la pobreza, que siempre son contra la pobreza de ellos mismos. Y debe explicar por qué se presenta contra el PP y C´s pues el PP siempre ha aplicado las políticas del PSOE, y C´s no ha cesado de colaborar con ese partido. Además, creo que VOX tiene en Andalucía una experiencia de cómo se las gastan esos “unitarios contra Sánchez”. Podría decir a la desvergonzada del PP: “VOX no se presenta para quitar votos al PP. Se presenta porque el voto al PP ha sido siempre útil a las políticas del PSOE y concretamente a las de Zapatero. Por eso hace falta una alternativa. El voto al PP es el más inútil que ha habido, el voto a VOX es el realmente útil para frenar las derivas izquierdistas y separatistas”. Algo así.

En segundo lugar, cayó en la trampa de desvincular a Madrid y sus problemas de los problemas generales del país. No solo se trata de bajar impuestos, cheque escolar (que la inmensa mayoría de votantes no sabe de qué va) y medidas prácticas similares. Se trata de señalar también, y con fuerza que Madrid es parte de España, y que esos partidos son responsables de la situación calamitosa que vive el país, de golpe de estado permanente, de corrupción, de peligro de disolución, etc. Todo ello afecta a Madrid, no solo los problemas puramente locales. Madrid será la capital de España mientras esos partidos no logran acabar con ella.

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También conviene tener una respuesta pronta a las acusaciones de fascista o de extrema derecha, y sacarla aunque los enemigos no la expresen abiertamente: “Dicen que nuestro partido es fascista o de extrema derecha. Si ser fascista o extremista de derecha consiste en defender la unidad nacional, la legalidad constitucional, las libertades básicas, entonces somos fascistas. Si el fascismo consiste en propiciar la disgregación y la pérdida de soberanía del país, la corrupción generalizada, el ataque a la libertad con leyes totalitarias como las de memoria histórica o las de género, y agredir y acosar al discrepante, entonces los fascistas son ustedes”. Es la única forma de romper el efecto del ataque y volverlo contra sus autores dejando claras las cosas. Pero constato que en VOX la acusación de “fascismo” o “franquismo” suscita un miedo que podría convertir a ese partido en un PP algo más “extremista”.

Hay un tema que debería haberse tocado, y es la profanación de la tumba de Franco. Ahí el argumentario podría ser algo así: ”El gobierno trata de exhumar, que es una forma de profanar, la tumba de Franco. No vamos a entrar en la valoración de su obra, aunque sí a señalar que casi todo lo que se viene diciendo contra él son falsedades elaboradas por la propaganda comunista, su única oposición real mientras duró el régimen y hoy aceptada sin crítica por demasiada gente. Sí diremos que esa profanación se planea con arreglo a una ley, la de memoria histórica, que es totalitaria porque en Corea del Norte o Cuba o Venezuela se puede dictar la historia desde el poder, pero en una democracia no. Y que dicha profanación lleva consigo otras profanaciones: la de los derechos de la abadía y de la familia y finalmente la del estado de derecho. Es normal que separatistas, comunistas tipo Podemas y PSOE o la ETA legalizada estén de acuerdo en esas profanaciones, pues nunca han sido partidos democráticos, pero es también natural que quienes nos consideramos demócratas, nos opongamos. Y que lamentemos que la Iglesia, a la que Franco salvó del exterminio, o la monarquía, traída también por Franco después de su propia autodisolución en 1931, se pongan de perfil en este turbio asunto”.

VOX se encuentra hoy en una posición complicada y de cómo reaccione va a depender su auge como alternativa o su progresivo desinflamiento como un PP algo particular.

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