¡Comparte esta publicación!
Polonia hace frente a una nueva invasión migratoria.
El primer ministro polaco denuncia la actuación del régimen bielorruso de Lukashenko, que está bombardeando las fronteras de la UE con inmigrantes asiáticos, y proclama que la frontera es «sagrada».
Aunque durante los últimos meses, tanto Polonia como los países bálticos han reforzado mucho sus fronteras, la presión migratoria es cada vez mayor y la respuesta de la UE está siendo prácticamente inexistente.
La parte bielorrusa mantiene hipócritamente que los migrantes no representan una amenaza para su seguridad, por lo que les deja alcanzar las fronteras de dicho país con la UE.
El Gobierno de Polonia y la oposición bielorrusa han denunciado el avance de cientos de migrantes en territorio de Bielorrusia y han acusado al Gobierno de Alexander Lukashenko de orquestar este movimiento masivo sin precedentes.
Activistas woke tratan en estos momentos de denunciar los intentos de las fuerzas del orden polacas por impedir el paso masivo de inmigrantes pese a las advertencias del Gobierno polaco, que ha vetado temporalmente el derecho a pedir asilo en el país.
Los enfrentamientos entre las partes están aumentando con el paso de las horas, y no se descarta que lleguen a mayores. El titular de Defensa, Mariusz Blaszczak, ha recordado que hay unos 12.000 militares desplegados en la zona.