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Así ha sido, en unas declaraciones de las que les ofrecemos el vídeo en cuestión.
No queda mucho por comentar; sobre todo, porque no queremos que, encima, nos acusen de algún delito de odio sobrevenido.
Pese a todo, queremos de alguna manera enviar unas palabras de ánimo a la Delegada del Gobierno en Valencia, porque de sus declaraciones nos vemos obligados a entender que el total de todos los hombres que ha llegado a conocer -imaginamos que los primeros, los de su propia familia, tribu, matriarcado o piara- han sido unos violadores de tomo y lomo.
O puede que, simplemente, todo se explique porque Gloria Calero -la delegada del Gobierno en cuestión- era íntima de Ávalos.
Lo que explicaría sus palabras, verbigracia.
Porque, claro. Responder a esta individua que lo que está pasando es que el Gobierno al que ella representa está dejando entrar sin control alguno a una invasión de seres inferiores, animales sin civilizar, bestias infames que están violando, en manadas, todos los días, a nuestras mujeres, hermanas e hijas sería cometer vaya a saber usted qué clase de delito. Seguramente el peor para este gobierno: DECIR LA VERDAD.
Pasen, y vean: