Opinión

Un mamahigos de la COPE

Published

on

¡Comparte esta publicación!

En la página 12 del ABC del hoy domingo 27 de octubre del 2019, esta criatura con lacito, poco amante –al parecer ser- de la verdad, del conocimiento y de otras cosas -Dios sabe cuáles- afirma y nos comunica para gloria de la cobarde conferencia episcopal, digo –vestido de demócrata de primera hora, mira tú, sin saber lo que hace y con una frivolidad propia del inope, eso sí, atrevido, aunque metido en la OJE en su día, que era frente de juventudes, como reconoce, a lo que no nos obligaran a nadie en esos tiempos –al bocata, sin duda, como perro ajeno- dice cosas lamentables. Y le llama a su escrito “olvido histórico”. No se olvida lo que no se ha sabido nunca, aunque se llegue a final de mes gracias a estas cosas y con el dinero de los cepillos.

Se sorprende de que Franco – le dejaba perplejo a la criatura- que en las monedas y en los sellos se anunciase como “caudillo de España –que no rey- por la gracia de Dios”, -encajadito en la COPE el hombre- así como nos habla de “repugnantes represalias de los primeros años de postguerra”, como oyen. Le reconoce –por caridad cristiana sin duda- algún que otro mérito para conseguir plaza. Punto redondo.

Lamentable, que con 75 años cumplidos y cercano a dar cuentas, que ha tenido tiempo de enterarse de algo sobre de lo que fueron aquellos años de hierro, de crimen y de miseria y sobre lo que escribe por aproximación, lo que significa la Barakah reconocida en un caudillo providencial. Ignora que esto no es, ni significa suerte, sino designio, providencia, destino divino y preparación. No me extraña esto cuando convive con quienes no creen ni en eso, ni en el mero agradecimiento por no ser extinguido. ¿Tendría un tío o un tío-abuelo en Guadalajara como el Montini?

Sobre todo, para la iglesia española –la que le puso el palio motu proprio- no pudo haber más providencia sin que apareciese el Arcángel san Miguel. La asesinada y martirizada en número de ocho mil sacerdotes, obispos, monjas, frailes y seminaristas sin graduación –de los que se dice ahora con desvergüenza democrático-demoníaca que fueron víctimas del siglo XX- tanto como los veinte mil templos en llamas, que “no valían la vida de un republicano” pero sí la de miles de requetés y falangistas, sin apuntar levemente a los comunistas ni a su frente popular. Anda que eso na trae reata, como siempre. Así, como oyen.

Advertisement

¡Las catorce azucenas concepcionistas violadas y martirizadas por los milicianos, una nadería, una tontuna olvidada, no así las trece rosas colaboradoras con los maquis y honradas por Sánchez a bote pronto! A eso vamos de cabeza y lo calla el pibe.

Para rematar esta faena de alivio vergonzosa, el angelito, este homúnculo del todo a cien, habla de repugnantes represalias de los primeros años de postguerra, sin saber lo que dice, así, a bulto, a lo Willy Toledo, para mejora de nota. Ignora esta criatura metida a creador de opinión negativa, por lo de los puntos, a más de diez mil maquis comunistas entreverados por la geografía española recién liberada de estas maravillas.

Algo tuvo que ver el genocida de Paracuellos, y fue hasta los años cincuenta, que el papá Stalin, don José, -el exseminarista de Tiflis- desistió, viendo como la guardia civil en un combate sordo y casi mudo y con trecientos caídos, o poco más, se cargaba a más de mil milicianos por la campiña, detenía a más de tres mil y les ponía en fuga hacia la Francia de su salida al resto.

¿No sabía esto, señor Luis del Val? Pida disculpas, que hay muchos muertos y asesinados –incluso en la corta familia de mi consuegra- por esto, y se las merecen. Un respeto y lectura. No mire para otro lado, ha metido la pata por congraciarse con cobardes que no lo merecen. Las víctimas sí.

Para finalizar, el andoba habla de la seguridad social y otras cositas de Franco. Omite los pantanos y que Franco nos dejó como la novena economía del ranking mundial, tras evitarnos la mundial que nos pudo caer encima. Le parece poco, sin duda. No se muestra muy generoso. ¿Le valdrá para promocionar bajo las faldas y hábitos –malos- de su entorno? A saber. Yo no me fiaría. Las treinta monedas, en efectivo y a vuelta de correo. En lo que sí acierta es en lo sospechoso de la separación de poderes y las competencias en materia de enterramientos. Ahí hay que escarbar, y cuanto antes mejor. Yo me bajo de la crucecita en la declaración de la renta. ¿Y ustedes?

Advertisement

 

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil