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A sus 19 años, Musa Noah Kamara, natural de Sierra Leona, se marchó a probar suerte a Suecia. Su sueño de convertirse en futbolista profesional en Europa e ir escalando peldaños pasaba por el Trelleborgs, club donde trataría de mostrar su talento con la pelota. No era fácil, pues a la dificultad de triunfar en el fútbol sueco había que sumarle la de adaptarse a un clima totalmente distinto al de su país de origen, muy cálido.
Y no lo consiguió. Tan solo le bastó una semana para darse cuenta de que no podía seguir jugando en Suecia. El pasado 12 de agosto, Musa posó con su nueva camiserta. Una semana después renunció por «motivos personales», concretamente porque no podía aguantar el frío que hacía y deseaba volver a su país. «Aquí me muero de frío», confesó. La temperatura, sorprendetemente, no es tan baja en estas fechas como puediera serlo en invierno.
El 19 de agosto, el Trelleborgs hizo oficial el fin de su contrato: «Cancelamos el contrato con Musa Noah Kamara, de 19 años, de Sierra Leona. El contrato se cancela después de que el jugador desea regresar a su país de origen por razones personales. Fue la semana pasada que firmamos el acuerdo con el delantero de 19 años que jugó tanto para el equipo nacional senior de Sierra Leona como para el equipo nacional U20 del país. El contrato, que ahora se rescindió, se redactó por 3.5 años y el delantero fue contratado principalmente como un refuerzo a largo plazo», rezaba el comunicado del club.
