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La popular revista Teen Vogue cuya audiencia son de niños entre 12 y 17 años y adolescentes, publica periódicamente notas con tópicos que además de ser sumamente retorcidos, parecen jugar una especie de adoctrinamiento hacia la promiscuidad, la así llamada liberación sexual y algunas al límite de lo satánico.
Alerta para los padres
Con 11.6 millones de usuarios digitales y 13.6 millones de seguidores en las redes sociales, Teen Vogue ostenta una enorme audiencia cuyo rango de edad va entre 13 y 19 años.
La publicación es presentada en Wikipedia de la siguiente manera: “Teen Vogue es una revista que comenzó como una versión especial de la revista Vogue para un público más joven. Da consejos de belleza y hace reportajes sobre jóvenes famosos”.
En su sitio web la revista dice que una “guía de los jóvenes para conquistar (y salvar) el mundo. Teen Vogue cubre lo último en noticias de famosos, política, moda, belleza, bienestar, estilo de vida y entretenimiento”.
Pero Teen Vogue fue noticia en más de una ocasión por sus notas altamente sexuales para una supuesta audiencia joven.
En 2019 publicó una nota titulada “Magia de la sangre menstrual: 3 hechizos para el periodo” en la cual mezcla conceptos feministas modernos como que la menstruación es motivo por el cual las mujeres son ‘discriminadas’ o ‘amedrentadas’ por el ‘patriarcado’ con unos supuesto rituales para que las niñas ‘se sientan mejor’.
“Todos hemos visto cómo se difunde ese estigma, desde los anuncios de tampones que muestran a las mujeres hablando discretamente de sus períodos hasta la forma en que ocultamos nuestra propia menstruación cuando es nuestro ‘momento del mes’”, explica la autora de la nota. “En lugar de hacer el juego a esta vergüenza patriarcal, las brujas y otros maestros de la magia creen que la menstruación es un regalo de la naturaleza”.
Y explica que “En la brujería, el ciclo menstrual se considera un momento extremadamente poderoso. Especialmente cuando se alinea con la luna llena”.
En los otros dos “consejos” recomiendo juntar la sangre de la menstruación, colocarla en un vaso con recuerdos y enterrarla frente de la casa para “alejar el negativismo”.
“Recoge cualquier trozo de cristal roto, tachuelas, clavos, tornillos o cualquier otra cosa que hayas recogido en tus viajes y que pueda hacerte daño en un tarro de cristal con tu sangre menstrual (o un tampón usado). Ciérralo bien y entiérralo cerca de tu casa para protegerte de los demás”.
Otra ‘autora’ de la nota que es supuestamente una lectora del Tarot, recomienda a niñas de 13 años que escriban con su sangre menstrual una lista de las personas o cosas que quieren que desaparezcan de su vida y luego quemen el papel para ‘liberarse’.
“Recoge tu sangre menstrual y añade unas gotas a una pequeña taza de agua para utilizarla como tinta para escribir una lista de personas o situaciones que deseas liberar de tu vida. Cuando hayas completado tu lista, préndele fuego e imagina toda esa negatividad abandonando tu campo energético”, explica la nota de Teen Vogue.
Teen Vogue también fue duramente criticada en otras ocasiones por promover la promiscuidad y la llamada liberación sexual, y la identidad de género, borrando cualquier límite moral que las familias intentan inculcar en sus hijos.
La gente ha perdido su confianza en los medios principales
Encuestas recientes muestran que la mayoría de los estadounidenses dejaron de creer en los medios principales, un fenómeno que desencadenó con la gestión de Donald J. Trump que fue blanco de constantes campañas de desprestigio por parte de CNN, MSNBC, el New York Times, Washington Post y toda la gama de medios progresistas que incluso las buenas noticias para Estados Unidos eran publicadas negativamente solo porque Trump era el presidente.
Desafortunadamente existen medios principales como Vogue, que se hicieron a lo largo de los años en este caso en el mundo de la moda, y que ahora con su reputación y ‘prestigio’ han atraído a millones de niños que están siendo adoctrinados con estos valores pervertidos que lo único que harán es destruir su inocencia, pureza y alejarlos de naturaleza original.
Alvaro Colombres Garmendia
