Opinión

¿Quo vadis, Paule?

Published

on

FRACasado
¡Comparte esta publicación!

Pablo Casado ha optado en firme por arruinar bajo el disfraz de la moderación al partido político donde entran todos aquellos que tienen miedo de que la izquierda les tome por mala gente.

Claro está que es en la izquierda donde anidan los buenos sentimientos, la inteligencia, los Derechos Humanos, el gusto estético y bla bla bla (sobre la ropa y el peinado ya ni hablamos) y ,claro, Pablo Casado no quiere que se le pueda decir ni mú sobre dónde está o dónde deja de estar. El está y muy orgulloso en el centro de la nada, en la tibieza, en la mediocridad, donde están los que no están en ninguna zona clara.

Para cualquiera con dos dedos de frente los resultados de VOX en las últimas elecciones, nada más y nada menos que 52 diputados, habrían sido un campanazo de órdago que le habría hecho recapacitar sobre el hartazgo del votante medio del Partido Popular. Pero no, Pablo Casado no sólo no lo ha tomado en consideración sino que además se permite el purulento lujo de insultar claramente a Santiago Abascal, y por ende a sus votantes, como si esa estrategia le fuera a hacer recuperar los votos de aquellos que en algún momento votamos al Pp y que ahora de VOX no nos mueve nadie.

¿De verdad alguien cree que a base de insultar y de menospreciar a quien te ayuda a gobernar en varias comunidades autónomas va a conseguir algo? ¿Funciona lo de morder la mano que te da de comer? ¿ O es que mientras pones la mano para que VOX te ayude con otras partes haces otras cosas, metafóricamente hablando?

Si yo fuera Santiago Abascal, y Santiago Abascal fuera como Pablo Casado, al día siguiente de su hediondo y jinetero discurso en la moción de censura, le habría retirado de inmediato el apoyo de VOX sin solución de continuidad. Por decirlo más claramente el mensaje habría sido algo así como “vas a insultar a quien te lo consienta pero a nuestros votantes y a nosotros,no”, finamente dicho.

Advertisement

Afortunadamente Abascal no es como Casado y ha demostrado una talla personal y política de primer orden y ha puesto por delante de todo los intereses de Madrid, Andalucía y Murcia antes que su interés personal.

Al fin y a la postre somos hijos de nuestros actos y sólo espero que en unas hipotéticas elecciones limpias (no sé cuándo, si dentro de dos años y pico o si eso ya para dentro de veinte) el personal no olvide quién es quién y quién se alinea con quién, aunque vaya vestidito de rosa o vaya dentro de un traje,que a día de hoy es en lo único, o casi, en lo que se diferencian los dos Pablos de nuestra “política” nacional.

Fátima Pellico es colaboradora de ALERTA NACIONAL y mantiene el blog «LOS LÍMITES DE LA MENTE» dentro de nuestro periódico digital. Pueden leer muchos de sus escritos en él: https://www.fatimapellico.com

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil