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Ni “archivo de cortesía” ni “patria de los valientes”. Barcelona dista mucho de ser el lugar idílico descrito por Cervantes. Barcelona es basura social y será por este detalle que sus esclarecidos dirigentes la conduzcan camino al vertedero. Los turistas deberían ser advertidos del riesgo potencial de visitar una comunidad moralmente enferma y consumida por el odio. Del “seny” a la proliferación de detritus con apariencia humana.
Es dudoso que Ada Colau ordene un minuto de silencio en honor de su memoria. No es menos dudoso que las organizaciones feministas se movilicen contra el asesinato de la infeliz (total, no es “violencia de género”). Si cogieran al asesino, es seguro que muchos progres catalanes lo defenderían (en el caso, claro está, de que no fuese español).
Ha muerto la vicepresidenta de la Comisión Presidencial para Asia, de Corea del Sur, Hyewon Kim, herida este domingo al sufrir un robo en Barcelona, y que estaba ingresada en el Hospital del Mar en estado crítico.
La víctima caminaba a las diez y media de la noche por el paseo de Taulat, en el barrio del Poble Nou de la ciudad catalana, cuando un motorista se le acercó e intentó arrancarle el bolso. La mujer, de 65 años, cayó al suelo y recibió un fuerte golpe en la cabeza, que la dejó en estado crítico.
La fallecida formaba parte de una comisión del Ministerio de Cultura y de Turismo del país asiático y estaba de visita oficial en la ciudad con más personas. Desde su ingreso en el hospital del Mar se consideró que su estado era crítico y probablemente irreversible.
La muerte de la mujer se produce en el contexto de un debate sobre la seguridad en Barcelona, donde las estadísticas criminales cerraron el año pasado con un incremento del 17%. En el primer trimestre del año han seguido creciendo los delitos, sobre todo los robos violentos (un 28% más) como el que sufrió la mujer, que le ha costado la vida.
