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El Gobierno ha tenido que salir al paso de las informaciones surgidas tras la elaboración por parte del Ministerio de Trabajo de una guía de actuación en el ámbito de la empresa en la que ya se apuntaba a la paralización de la actividad laboral en los centros de trabajo.
Estas recomendaciones, a aplicar si las medidas preventivas no funcionaban, ya planteaba la búsqueda de alternativas por parte de las empresas para continuar la actividad. Contemplando incluso que pudieran verse suspendidas temporalmente.
Tras el enorme eco que han tenido estos planteamientos en los medios de comunicación, desde la secretaría de Estado de Comunicación se ha emitido un mensaje a primera hora de esta mañana en el que se recuerda que «las indicaciones sobre la evolución del coronavirus y las medidas a tomar en España las está ofreciendo el Ministerio de Sanidad».
Se explica además que los organismos internacionales «ofrecen desde la aparición del COVID-19 medidas de carácter general». Pero que en España, «todo el gobierno sigue las indicaciones concretas del Ministerio de Sanidad, que se basan en un seguimiento constante de la situación, transparencia informativa, toma de decisiones de acuerdo a la evidencia científica y coordinación total entre las distintas administraciones del Estado».
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha intentado zanjar la cuestión esta mañana intentando calmar a los agentes sociales que cuestionaban que su guía no estuviese en sintonía con las llamadas a la calma por parte del Ministerio de Sanidad: «No se debe causar alarma, La guía es una traslación de las normas que están en nuestro ordenamiento vigente.
Los interlocutores sociales saben que si fuera necesario adoptar medidas excepcionales, que deseo y espero que no se tengan que tomar, serán dialogadas con ellos. Esta situación está coordinada por Moncloa, con el presidente y el ministro de Sanidad a la cabeza».
