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“Me follo a Francia, me follo a Francia/ hasta la agonía/ le meto fuego a Francia”. “Pondré una bomba bajo el Panteón [de Hombres Ilustres de Francia]”. Estas son algunas de las estrofas de la última “canción” que el rapero parisino Nick Conrad ha colgado en Youtube bajo el título de Doux pays (“Dulce país”). El “artista”, que hace unos meses ya fue condenado a una multa de 5.000 euros por pedir asesinar a “bebés blancos en sus guarderías”, acaba de publicar su último álbum, Revolution 2.0, que finaliza con los estertores de una mujer que es ahorcada.
La polémica, nuevamente, no se ha hecho esperar ante este nuevo ataque a los tradicionales valores de la República. El líder de los Republicanos a las elecciones europeas, François-Xavier Bellamy, ha destacado que miles de jóvenes del hexágono escuchan este tipo de obras que “solamente siembran odio” y que apelan a la guerra civil. “La cobardía de ayer, prepara la violencia del mañana”.
Las perlas raperas de la diversidad étnico-cultura de la Francia bajo el mandato de Enmanuel Macron también han despertado el enojo del senador Bruno Retailleau, que se ha mostrado su indignado con un vídeo “inmundo”. “Este rapero debe ser perseguido y condenado con firmeza. Este odio es insoportable”.
(La Tribuna del País Vasco)
