Sucesos

¿Matar a tu propio bebé? 25000 Euros. La joven que mató a su bebé en Yecla podrá seguir libre

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El tribunal, tras el veredicto de culpabilidad del jurado, le impide salir del país y le obliga a acudir diariamente al juzgado.

Sandra M., la joven considerada culpable de matar a su bebé recién nacido en Yecla, continuará en la calle. El magistrado presidente, Juan del Olmo, decretó este miércoles la libertad provisional para la procesada con fianza de 25.000 euros a petición de la Fiscalía, según explicaron fuentes judiciales. La mujer tiene 15 días como máximo para presentar el dinero en el juzgado y librarse de entrar en prisión.

La joven, que en el momento de los hechos tenía 19 años, tampoco podrá salir de España. El magistrado le ha impuesto la prohibición de salida del territorio nacional, la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer cada día en el juzgado y de estar localizable para el tribunal.

Tras el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado, el juez debe dictar una resolución en la que concrete la pena a imponer. La Fiscalía reclama 18 años y un mes de prisión por el asesinato que el jurado consideró probado. El tribunal popular, sin embargo, abrió la puerta a que se le pueda otorgar a la joven un indulto al acordar –por mayoría de seis a tres– la solicitud al Estado de esta medida de gracia.

En la primera sesión de la vista, la joven defendió su inocencia y sostuvo que nunca supo que estaba embarazada hasta el momento de parir. «Fui consciente de que estaba dando a luz cuando vi la cabeza del bebé, y me bloqueé», explicó. Sandra aseguró que se sentó al lado de la bebé «y no me salía la voz», y así estuvo un rato sin poder moverse. «La tenía al lado sin respirar y le coloqué una toalla encima».

Ese argumento, sin embargo, no convenció al tribunal popular, que descartó -por mayoría de 8 a 1- que estuviese aquejada de un síndrome de negación del embarazo, como sostenía la defensa. El jurado entendió, asimismo, que la joven dio a luz a una bebé sana, sin malformaciones, que respiró de forma autónoma -un detalle clave para diferenciar el delito de aborto del de asesinato-. Estimaron, además, que Sandra colocó el cuerpo de la bebé sobre una toalla que la tapaba por completo y que no asistió a la niña ni pidió ayuda para ella, consciente de que no sobreviviría.

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