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«El Gobierno conoce las capacidades de las Fuerzas Armadas y si quiere hacer uso de ellas sólo tiene que pedirlo». Es la frase que han repetido desde el Ministerio de Defensa en los últimos días en relación a una posible intervención de los militares en la crisis del coronavirus. Sin embargo, a día de hoy no hay ni prealerta ni orden preparatoria para actuar de forma inminente, tal y como confirman fuentes militares de los dos Ejércitos y la Armada. De hecho, desmintieron que estuvieran montando un hospital de campaña en el madrileño Hospital de La Paz.
Eso no quita que, de ser necesario, fuesen activados, pues sus capacidades les permiten estar disponibles en poco tiempo ante cualquier eventualidad. En este sentido, cabe recordar que en las recientes instrucciones de flexibilización de horarios para militares y civiles que trabajan en el Ministerio, se excluía a los que prestan sus servicios en la Red Sanitaria Militar de la Defensa.
«Siempre estamos preparados para activarnos con las capacidades que tenemos, pero no tenemos ninguna orden ni prealerta para nada relacionado con el coronavirus», aseguraron también a este periódico desde la Unidad Militar de Emergencias (UME), una de las unidades con capacidad para hacer frente a amenazas biológicas y a la que se podría recurrir.
Y aunque el estado de alarma que se baraja aplicar no obliga al despliegue de las Fuerzas Armadas, si el Gobierno lo considera necesario, recurrirá a ellas y a sus medios. De hecho, en el último Informe de Seguridad Nacional hay un capítulo sobre las pandemias y epidemias en el que avisa de que España «no está exenta de amenazas y desafíos asociados a enfermedades infecciosas, tanto naturales como intencionadas». En el documento se destaca que «las Fuerzas Armadas, a través del Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa, colaboran de forma activa con el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y con Sanidad Exterior en el manejo de situaciones de interés en salud pública», haciendo hincapié en que han potenciado las capacidades de su Sistema de Defensa nuclear, radiológico, bacteriológico y químico «frente a los riesgos biológicos que pudieran presentarse».
Es decir, que aunque no están en alerta, en cualquier momento pueden activarse y estar listas para actuar en un espacio de tiempo muy breve y poner a disposición del Gobierno sus capacidades y medios. ¿Cuáles? Los que se requieran, desde lucha contra amenazas biológicas a hospitales de campaña o incluso Policía Militar como apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Una de las unidades clave es la Brigada de Sanidad (BRISAN) del Ejército de Tierra, con base en Madrid. Hasta hace poco contaba con un hospital de campaña tipo «ROLE 3», de los más avanzados y que podía atender hasta a 1.000 personas al día, pero nunca fue utilizado y se desmanteló. El pasado año, la Brigada se reorganizó y sus materiales se repartieron entre sus dos Agrupaciones de Sanidad: Madrid (nº1) y Zaragoza (nº3). En la actualidad, cuentan con dos hospitales de campaña tipo «ROLE 2», uno con capacidad para atender a unas 50 personas y otro para 25. Además, disponen de una estación de descontaminación y aislamiento para amenazas nucleares, biológicas y químicas con capacidad para unas seis personas. Junto a esto, la BRISAN tiene una unidad logística para prestar apoyos, en abastecimiento y mantenimiento, a las unidades de Sanidad y a las Formaciones sanitarias que se constituyan.
Otra de las unidades que podría tener un papel clave (siempre en el hipotético caso de que se requiera su despliegue) es el Regimiento de Defensa NBQ (Nuclear, Biológica y Química) «Valencia nº 1», con capacidad para apoyar a las autoridades civiles para hacer frente a amenazas biológicas gracias, entre otros, a sus laboratorios propios y sus secciones de apoyo sanitario.
También el Ejército del Aire cuenta con unidades de este tipo, como las Unidades Médicas de Apoyo al Despliegue (UMAAD) de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y Zaragoza, cuya misión es la atención sanitaria (preventiva, especializada y quirúrgica). Intervienen en misiones en las que sea preciso proporcionar asistencia en lugares de deficiente infraestructura sanitaria o con cobertura médica saturada, como podría ser el caso si aumentan los contagiados por coronavirus. Tiene, además de aviones y helicópteros medicalizados, pequeños hospitales de campaña. La Unidad Médica de Aeroevacuación dispone de medios similares. El Ejército del Aire ya demostró sus capacidades en la crisis del ébola. La Armada, por su parte, también cuenta con efectivos preparados en temas médicos en su Dirección de Sanidad.
Incluso para las situaciones más críticas, las Fuerzas Armadas también están preparadas para, por ejemplo, levantar una edificación para albergar a pacientes en tiempo récord. Lo harían, por ejemplo, con el Regimiento de Especialidades de Ingenieros Nº 11 de Salamanca y, en concreto, con el Batallón de Castrametación II, cuyos efectivos han construido o reformado las bases españolas en países como Afganistán o Irak.
