La crisis energética está contribuyendo a la reaparición de las centrales eléctricas de carbón en Alemania. Pese a la intensa campaña que durante décadas ejercieron los partidos de la izquierda verde alemana contra las centrales de carbón por su alto índice de contaminación ambiental y contribución al calentamiento global y al cambio climático, ahora, la coalición gubernamental, integrada por la social democracia y los verdes, ha incumplido su propia promesa electoral como consecuencia de la crisis de suministro de energía por la guerra de Ucrania.
La central eléctrica de Heyden, en Petershagen (Renania del Norte-Westfalia), en la frontera con Baja Sajonia, ha vuelto a la red con regularidad desde la madrugada de este 29 de agosto, ha dicho un portavoz del operador Uniper.
Según informaciones anteriores, debería producir electricidad hasta finales de abril. Con una capacidad de 875 megavatios, la central de Heyden 4 es una de las centrales de carbón más potentes de Alemania, según Uniper. Llevaba en funcionamiento desde 1987 y era la última en la reserva de la red. Esto significa que sólo producía hasta ahora temporalmente para la estabilidad de la red.
Alemania autoriza la reactivación de 27 plantas de carbón
La coalición del canciller socialdemócrata Olaf Scholz autorizó a 27 centrales a carbón reanudar operaciones hasta marzo de 2024. Desde el anuncio de esas posibles reanudaciones, a fines de junio, solo una central reabrió a plena capacidad: la de Mehrum (norte), a inicios de agosto, con una capacidad de 690 MW. El sector, al igual que toda la industria alemana, enfrenta una grave carencia de mano de obra.
En Moorburg, «la mayor parte de quienes se fueron, encontraron empleo en otros sitios o se jubilaron», comentó Robert Wacker, director de la central. El grupo energético RWE, que prepara la reapertura de tres bloques de 300 MW cada uno, confirmó a AFP que necesita «varias centenas de puestos».