Historia

Llevamos 200 años cantando el villancico ‘Noche de paz’

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Noche de paz

Noche de Dios

Claro sol, brilla ya

Y los ángeles cantando están

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Gloria a Dios, gloria al Rey Celestial

Duerme el niño Jesús

Duerme el niño Jesús

Mejor o peor entonada, con unos u otros arreglos y algún que otro cambio en la letra, es muy probable que este villancico resuene en cualquier hogar afín a estas canciones tradicionales navideñas durante estas fechas. Pero no solo en España, ‘Noche de Paz’ ha sido traducido a 300 idiomas desde que, hace 200 años, un sacerdote llamado Joseph Franz Mohr, junto al maestro y organista de la iglesia de San Nicolás de Obendorf, Franz Xaver Gruber, ambos austriacos, pusieron letra y música respectivamente a la popular canción. Las raíces de esta pieza son tan fuertes a lo largo de dos siglos de Historia que‘Noche de Paz’,’Silent Night’, en inglés, ‘Douce Nuit’, en francés o ‘Stille Nacht’, en alemán y austriaco, este último, el idioma original de la pieza, son consideradas una obra Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

La melodía comenzó entonándose en los mercados navideños de Austria y fue precisamente en el Tirol donde fue escuchada por los hermanos Strasser de Hippach, cinco hermanos músicos que llevaron ‘Noche de Paz’, junto con otras canciones, de mercadillo en mercadillo. A ellos les tomaron el relevo los hermanos Ur- Rainers y finalmente el villancico había recorrido Europa y había llegado a Rusia y a Estados Unidos.

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Pero su camino no terminó allí. El villancico fue un siglo más tarde motivo de unión en uno de los peores momentos de Europa: en la Navidad de 1914, los soldados que formaban parte de los ejércitos de la Primera Guerra Mundial depositaban sus armas y declaraban una tregua a la muerte entonando, entre otros, esta canción.

Hoy en día existen miles de versiones, entre ellas, las de artistas reconocidos del panorama internacional, como Andrea Bocelli, Ainhoa Arteta, Laura Pausini, Justin Bieber, Mariah Carey, Raphael o Simon y Garfunkel. La obra de Mohr y Gruber es, por lo que parece, inmortal.

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