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La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, se ha convertido a lo largo de los últimos años en un objetivo a batir por parte del independentismo más exaltado. Así, cualquier gesto o acción de la dirigente naranja es objeto de críticas en las redes sociales. Incluso tomarse una horchata en una tradicional heladería de Barcelona puede llevar a una campaña de boicot.
Según se puede constatar este lunes observando las redes sociales, la visita que ayer Arrimadas hizo a la horchatería «El Tió Ché» de Barcelona levantó ampollas entre centenares de activistas independentistas.
«Boicot a ‘El Tío Ché’ ya basta! Con Manuel Valls hizo igual. Si le ríos las gracietas a los fascistas, ni un duro más», apuntaba uno de esos encendidos mensajes.
Son varios, decenas, los internautas que arremeten contra los dueños del local por acoger a la comitiva de Ciudadanos, que ayer realizó un breve paseo de campaña por el barrio del Poblenou de Barcelona.
También hay varias llamadas al boicot de un negocio con décadas de historia y que participa y respalda todo tipo de actividades culturales y sociales del barrio, desde la fiesta mayor hasta las campañas de donación de sangre.
Afortunadamente, algunos comentarios también recuerdan que este local es parada casi obligada de todos los políticos que hacen campaña en este barrio cercano a las playas de la Ciudad Condal. «’El Tío Ché’ es uno de los lugares más emblemáticos del barrio, implicado con el vecindario, con las escuelas y las fiestas. Los políticos van a menudo, celebro que Tere los reciba a todos y todas», apuntaba otra usuaria. No en vano, en los últimos días otros candidatos, entre ellos el alcaldable de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, se han dejado caer por esta heladería sin que ello haya despertado ninguna campaña de boicot.
