¡Comparte esta publicación!
Un texto de Alfonso García: (atribuído)
«Creo que la opinión que me inspira la tal Jennifer Hermoso (La Yeni), esa que por conveniencia o cobardía es capaz de apuñalar por la espalda a personas que, en serio, consideraban ser sus amigos, es rigurosamente irreproducible en Facebook, bajo perspectivas de sanción a perpetuidad. Tal vez sí serían opiniones más populares en entornos como Forocoches. Quizá haya que plantearse la mudanza.
Traicionar a un amigo rebaja a cualquiera, al instante, a la condición de bono basura moral. Y eso es exactamente Jennifer Hermoso: un bono basura moral.
Inmenso su acto de gratitud a quien. aparte de sentirse su amigo, algo maniobró para que la rescataran temporalmente de una liga muy periférica y muy poco prestigiosa, donde rebaña los últimos cuartos que puede rebañar antes de la jubilación, para devolverle la internacionalidad, hacerla campeona del mundo y beneficiaria de una prima económica estratosférica.
Rubiales será lo que sea, y probablemente casi todo malo, pero intuyo que lo de apuñalar amigos por la espalda, al menos amigos que lo sean en ejercicio y con los que no haya existido ninguna querella previa, no forma parte de sus códigos morales. Que, en teoría podían ser confluyentes con los que respiró La Yeni en las calles, en el barrio, pero de los que, al final, parece que no ha absorbido más que el gusto por los tatuajes, la exquisitez para hacer peinetas, la expresividad bronca y el tic de colocar el adjetivo “puto” delante de los sustantivos. O sea, que La Yeni, de lo que supone y a lo que obliga ser de barrio poco exclusivo, se ha enterado poco o nada. Macarra sin grandeza. Los Burning jamás la admitirían en una de sus canciones».
