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¡La Unión Europea se derrumba! Mas grietas en una ruinosa UE: Polonia se niega a que el país pague el chantaje de Bruselas y el Europarlamento denuncia a la CE por “inacción”

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La amenaza se ha convertido en realidad. El Parlamento Europeo decidió ayer presentar la demanda formal contra el Ejecutivo comunitario ante el Tribunal de Justicia de la UE al considerar que la institución presidida por Ursula von der Leyen no está cumpliendo su deber de congelar los fondos europeos a Polonia por su deriva autoritaria.

Los Estados europeos idearon un nuevo mecanismo, que no se ha puesto todavía en práctica, para supeditar la llegada del maná europeo al cumplimiento del Estado de derecho. En protesta, Polonia y Hungría amenazaron con vetar la aprobación de los presupuestos europeos y el Fondo de Reconstrucción para hacer frente a los estragos del coronavirus. Como modo de convencer a estos dos países, el resto de las capitales les concedieron la potestad de acudir ante el Tribunal de Justicia de la UE para que éste se pronuncie sobre la legalidad de este nuevo instrumento.

Aunque formalmente la Comisión Europea no tiene la obligación de esperar esta sentencia para iniciar el procedimiento, que puede prolongarse de 5 a 8 meses, el Ejecutivo comunitario ha decidido postergar cualquier decisión hasta que el alto tribunal europeo se pronuncie y, mientras tanto, dar una oportunidad al diálogo con Polonia. Así lo confirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, la pasada semana tras la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que tuvo lugar en la capital comunitaria. De esta forma, la política alemana acabó siguiendo los consejos de su antigua jefa, Angela Merkel, quién en la que será previsiblemente su última cita de este tipo, abogó por esperar antes de tomar decisiones precipitadas.

Pero el Parlamento Europeo considera que al estar postergando este paso, la Comisión Europea no está cumpliendo su labor de guardiana de los Tratados. La situación se ha hecho más acuciante después de que a principios de mes el Tribunal Constitucional polaco pusiera en cuestión el principio de que el derecho nacional tiene preeminencia sobre el nacional, uno de las reglas que rige el funcionamiento del club europeo.

“El Reglamento, aprobado el pasado mes de diciembre, permite a la UE suspender los pagos con cargo al presupuesto comunitario a los Estados miembros en los que el Estado de Derecho esté amenazado. Sin embargo, la Comisión se ha abstenido de utilizarlo hasta ahora. Por ello, la comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento ha recomendado emprender acciones legales”, asegura el comunicado difundido ayer por la Eurocámara.

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Esta semana ha sido especialmente tensa en lo que concierne a las relaciones entre Varsovia y las instituciones europeas. Este pasado miércoles, el Tribunal de Justicia de la UE  condenó Polonia a una multa record de un millón de euros diarios hasta que el país no desmantele la sala disciplinaria del Tribunal Supremo, un organismo que según Bruselas socava la independencia de los jueces del país.

En caso de que Polonia se declare en rebeldía y no quiera pagar esta multa, el Ejecutivo comunitario ya ha anunciado que descontará esta cantidad de los fondos europeos que recibe el país.

Aunque la Comisión Europea se resiste a activar este mecanismo de respeto al Estado de Derecho, Bruselas no se ha quedado totalmente de brazos cruzados y ha congelado la aprobación del plan polaco para poder acceder a los fondos de reconstrucción europeos tras el coronavirus, del que al país le corresponden 36.000 millones de euros. Tras la sentencia de esta semana, von der Leyen dejó claro este jueves en rueda de prensa que el dinero no llegará a Polonia hasta que el país no de marcha atrás en esta reforma judicial.

 

El fiscal general de Polonia se niega a que el país pague el chantaje de Bruselas

VARSOVIA (Sputnik) — Polonia no puede ni debe pagar las multas impuestas por el Tribunal de la Unión Europea, declaró el ministro de Justicia y fiscal general de Polonia, Zbigniew Ziobro.

“El Estado polaco, igual que todo ciudadano, no debe obedecer a una disposición arbitraria”, dijo agregando que se trata de las multas impuestas por la mina de Turow y los cambios introducidos en el sistema judicial. “Polonia no puede ni debe pagar ni un zloty”, resumió.

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Ziobro subrayó que como ministro de Justicia insistirá en que Polonia tome la decisión de no pagarlas.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dispuso que Polonia debe pagar una multa de un millón de euros diarios hasta que sea eliminada la Cámara Disciplinaria del Tribunal Supremo de Polonia, así como medio millón de euros diarios por la negativa de dejar de explotar la mina de carbón de Turow, situada cerca de la frontera con la República Checa.

El 14 de julio, la UE exigió el cese inmediato del funcionamiento de la Cámara Disciplinaria por considerarla una amenaza a la independencia e imparcialidad de los jueces.

El Tribunal Constitucional polaco a su vez consideró que la decisión del tribunal comunitario no es vinculante. Pese a eso Polonia aceptó suspender el funcionamiento de la Cámara Disciplinaria del Tribunal Supremo. Pero la Comisión Europea sostiene que Varsovia no ha cumplido de lleno la disposición de la corte europea, por lo que el sistema judicial polaco sigue en riesgo y se dirigió al Tribunal de la UE proponiendo imponer sanciones financieras contra Varsovia.

 

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La Cancillería polaca cita al embajador de Bélgica tras una declaración de su primer ministro

VARSOVIA (Sputnik) — El embajador belga fue citado al Ministerio de Exteriores de Polonia con motivo de una declaración del primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, dirigida a su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, informó la agencia PAP.

“El embajador de Bélgica fue citado al Ministerio de Exteriores de Polonia con motivo de una declaración del primer ministro belga”, comunicó.

Morawiecki en una entrevista con Financial Times dijo que la Comisión Europea “pone la pistola en la sien de Polonia”y evaluó como “tercera guerra mundial” la intención de reducir la financiación de Polonia de los fondos de la UE.

De Croo, al comentarlo, señaló que quienes hacen tales declaraciones están jugando con fuego.

“A quienes conceden entrevistas provocadoras y creen necesario para su política anunciar una nueva guerra mundial en Financial Times, yo les diría: ustedes están jugando con fuego cuando toman el sendero de guerra en las relaciones con sus socios europeos, intentando ganar algo en las disputas entre naciones o dentro de la coalición”, declaró.

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Últimamente surgió una confrontación entre Polonia y los organismos de la Unión Europea. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dispuso que Polonia debe pagar una multa de un millón de euros diarios hasta que sea eliminada la Cámara Disciplinaria del Tribunal Supremo de Polonia, así como medio millón de euros diarios por la negativa de dejar de explotar la mina de carbón de Turow, situada cerca de la frontera con la República Checa.

En julio la UE exigió el cese inmediato del funcionamiento de la Cámara Disciplinaria por considerarla una amenaza a la independencia e imparcialidad de los jueces.

El Tribunal Constitucional polaco a su vez consideró que la decisión del tribunal comunitario no es vinculante. Pese a eso Polonia aceptó suspender el funcionamiento de la Cámara Disciplinaria del Tribunal Supremo. Pero la Comisión Europea sostiene que Varsovia no ha cumplido de lleno la disposición de la corte europea, por lo que el sistema judicial polaco sigue en riesgo y se dirigió al Tribunal de la UE proponiendo imponer sanciones financieras contra Varsovia.

 

La Comisión Europea continúa evaluando los planes de recuperación de Polonia y Hungría

MOSCÚ (Sputnik) — La Comisión Europea continúa evaluando los planes de resiliencia y recuperación de Hungría y Polonia, junto con las autoridades de los dos países, declaró el vicepresidente ejecutivo de la entidad, Valdis Dombrovskis.

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“La Comisión sigue la evaluación de estos planes de recuperación y resiliencia. Nuestra cooperación con las autoridades húngaras y polacas continúa y trabajamos para concluir nuestra evaluación cuanto antes”, dijo Dombrovskis en una rueda de prensa posterior a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas comunitarios.

El 27 de octubre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea impuso a Polonia una multa de un millón de euros diarios hasta que sea eliminada la Cámara Disciplinaria del Tribunal Supremo de Polonia. En respuesta, el viceministro de Justicia polaco Marcin Romanowski propuso rechazar los pagos al presupuesto de la UE, ignorando la decisión de la corte.

A mediados de julio, la UE exigió la suspensión inmediata de la Cámara Disciplinaria, por considerar su labor una amenaza a la independencia e imparcialidad de los jueces.

Varsovia sostiene que la decisión del tribunal comunitario al respecto no es vinculante, si bien la semana pasada el primer ministro, Mateusz Morawiecki, afirmó que el Gobierno disolvería la Cámara Disciplinaria, pero no dio un plazo preciso.

 

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La decisión de la UE

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, insistió en que Polonia debe seguir las directrices de la Unión Europea respecto a la disolución de su Cámara Disciplinaria.

“Queremos que el plan para restaurar la economía polaca incluya un claro compromiso de detener el trabajo de la Cámara Disciplinaria, completar la reforma del régimen disciplinario y reanudar el poder de los jueces previamente suspendidos”, dijo Von der Leyen.

Según la jefa de la CE, “estas tareas son realizables” y espera llegar a un acuerdo con Polonia, “pero la parte de reformas es importante para este proceso”.

Von der Leyen indicó que las condiciones previas en la asignación de fondos para la recuperación de la economía de los países de la UE eran claras y estaban vinculadas con “recomendaciones específicas” para cada país, incluida “la recomendación” para Polonia de que su poder judicial debe ser independiente.

El 14 de julio, la UE exigió el cese inmediato de la Cámara Disciplinaria por considerar su labor una amenaza a la independencia e imparcialidad de los jueces.

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Varsovia sostiene que la decisión del tribunal comunitario al respecto no es vinculante, si bien el primer ministro, Mateusz Morawiecki, reafirmó hace unos días que su Gobierno disolvería la Cámara Disciplinaria, pero no dio un plazo preciso y hasta la fecha no hay un proyecto de ley para abolir el órgano disciplinario.

Además, el 7 de octubre el Tribunal Constitucional polaco confirmó la primacía de la Carta Magna de la república sobre la legislación de la UE a la luz de una serie de decisiones del Tribunal Europeo que habían condenado unas enmiendas a la Ley polaca sobre el Consejo Nacional del Poder Judicial. Hungría se manifestó en apoyo de su vecino comunitario.

Con esta sentencia, Polonia atentó contra uno de los pilares de la Unión Europea, el cual consiste en que el derecho comunitario prima sobre el nacional.

Entre las herramientas al alcance del Ejecutivo comunitario para gestionar la disputa a su favor, está cerrar el grifo del dinero y no tramitar el plan de recuperación y resiliencia polaco, cifrado en 36.000 millones de euros, de los que 23.900 millones son transferencias a fondo perdido y 12.000 millones, préstamos.

 

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Análisis: Bruselas aplica la bomba económica para doblegar a Varsovia

Luis Rivas

PARÍS (Sputnik) — “La Tercera Guerra Mundial ha comenzado”. Así lo advirtió el primer ministro polaco en el caso de que su país fuera castigado por negarse a cumplir las órdenes de la Unión Europea sobre subordinación de la justicia nacional a las leyes comunitarias.

Para los dirigentes comunitarios, el gobierno conservador del partido “Ley y Justicia” (PiS) ha desoído todos los apercibimientos sobre la controvertida “cámara disciplinaria” de la Corte Suprema nacional que, según Bruselas, propicia el control político sobre los jueces polacos. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea aplica, con la multa de un millón de euros diarios hasta que Varsovia obedezca, el castigo más duro desde el nacimiento del club comunitario.

Como era de esperar, las reacciones del gobierno polaco hablan de “chantaje“, de “agresión” y, como ya se dijo días antes, de “guerra híbrida jurídica” contra su país. Lo cierto es que, a la UE, que horas antes de la decisión de su brazo jurídico abogaba por la negociación, quizá no le quedaba más remedio que dar un zapatazo sobre la mesa para no seguir perdiendo una credibilidad creciente entre los ciudadanos europeos.

 

Una norma impuesta a escondidas y contra la opinión popular

Convendría, sin embargo, recordar cómo la cuestión de fondo, la primacía de la justicia europea sobre el derecho, la soberanía y las constituciones nacionales, es un empeño que se introdujo de tapadillo en los textos legales europeos.

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Por supuesto, no figuraba en el Tratado de Roma, la fe de bautismo de la UE en 1956; en 1970, el Tribunal de Justicia de la UE reafirma el principio que se mencionó implícitamente en 1964, pero todos los pasos se dan en la oscuridad de los despachos y sin repercusión entre la prensa y la ciudadanía que el caso merece. La regularización se intentó en 2004, con el “Tratado sobre la Constitución Europea”. Y explotaron las primeras minas contra la medida.

El texto debe ser refrendado por los parlamentos de cada país europeo. En Francia y los Países Bajos los ciudadanos rechazan la “Constitución”, pero los gobiernos hacen caso omiso de la opinión popular mayoritaria e imponen la medida. Ese es el valor que se da a la respuesta democrática de un ciudadano que se niega a abdicar de su soberanía. El Tratado de Lisboa, en 2007, introduce el supuesto de la sujeción del derecho nacional al comunitario relegado al anexo del texto principal, semiescondido bajo el epígrafe “Declaración número 17”.

Es ya un tópico referirse a la decisión del Tribunal Constitucional alemán, que en 2020 puso en duda la jurisdicción europea en el caso de compra de deuda del Banco Central Europeo. Prueba de que no son los “iliberales” los que ponen en duda los mandamientos de la UE.

 

Centroeuropa defiende su soberanía

La integración en la UE de cuatro países centroeuropeos, en especial los componentes del Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa) saca de las catacumbas legales la cuestión de la soberanía jurídica nacional en una secuencia paralela al choque de valores entre los nuevos miembros y los llamados países fundadores.

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Para los cuatro de Visegrado su cultura y su religión forman parte de una historia de resistencia ante poderes exteriores impuestos. El modelo “liberal” del Oeste de Europa —y concretamente de Francia y Alemania— se da, sin embargo, como consustancial a la pertenencia al club.

Pero ese modelo que saluda la eliminación de diferencias culturales, al tiempo que los controles en las fronteras, ese ejemplo de multiculturalidad no es aceptado por todos en una organización que, por mucho que ahora sus dirigentes insistan en los “valores de la UE”, es por encima de todo, un pacto de libre comercio entre vecinos que hace décadas se mataban en los campos de batalla por razones territoriales, económicas o ideológicas.

 

Valor moral y valor económico

La multa diaria, 365 millones de euros al año, supone el 3 por de la suma que percibe de la UE en el mismo período Polonia, 12.000 millones de euros. A ese castigo se suma la congelación de la cantidad que Varsovia recibiría del plan de relanzamiento post-COVID, 36 mil millones de euros.

El castigo económico al “crimen” del gobierno polaco golpea pues a una población mayoritariamente (80%) anti “Polexit“. Los dirigentes de la UE saben que la añagaza económica es la principal arma para hacer respetar lo que ellos defienden e imponen como unos “valores comunes” que la realidad demuestra que no lo son por mor de la historia.

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Además, cuando esos valores son convertibles en moneda se pone de manifiesto que el principal interés de los aspirantes a la entrada en la Unión Europea es la seguridad de recibir miles de millones de euros en ayudas durante años. Un maná que nunca obtendrían por sus propios medios. Luego, renunciar a sus propios valores es la condición obligatoria para ser admitido en la organización.

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