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La realidad siempre supera la ficción, y la realidad que vivimos en el País Vasco -más concretamente en Bilbao- supera cualquier consideración.
En época de estrecheces, la casta se permite un gasto de más de 60 millones de euros para mantener a los llamados MENAS (Menores No Acompañados), un colectivo conflictivo, más conocido por esnifar pegamento que por cualquier aporte a la sociedad que les acoge.
Lo explico en este vídeo.