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La OTAN afirmó hoy que va a “reexaminar” su implicación en Kosovo después de que su Parlamento haya aprobado transformar su limitada Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF) en un Ejército, un movimiento “inoportuno” para la Alianza que puede tensar aún más la tensión entre Serbia y su antigua provincia.
“La OTAN apoya el desarrollo de la KSF bajo su actual mandato. Con el cambio de mandato, el Consejo del Atlántico Norte tendrá ahora que reexaminar el nivel de compromiso de la OTAN con la Fuerza de Seguridad de Kosovo”, indicó el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en un comunicado. La Alianza encabeza actualmente una misión de paz con unos 4.000 efectivos. Varios países de la OTAN, entre ellos España, han criticado abiertamente la decisión de las autoridades kosovares.
La iniciativa de crear un Ejército propio ha salido adelante con el apoyo de 105 de los 120 diputados que componen el Parlamento kosovar. Once diputados de la minoría serbia se han ausentado de la votación como gesto de repulsa.
La Constitución de Kosovo contempla la creación de unas Fuerzas Armadas al uso, pero durante años el tema ha estado paralizado a la espera de un beneplácito de la comunidad serbia que no ha llegado. Con la nueva ley, se creará un Ministerio de Defensa y un cuerpo militar con 5.000 militares en activo y 3.000 reservistas, si bien el proceso aún podría durar diez años.
Belgrado se ha expresado en contra de cualquier avance en este sentido en su antigua provincia, que obtuvo la independencia de forma unilateral en 2008. La primera ministra de Serbia, Ana Brnabic, incluso ha alertado de que podría haber una intervención militar como respuesta.
