España

La muerte de una inglesa (reina) y el patético postureo de los españoles

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De veras que no doy crédito…¡¡¡ Esto solo pasa en nuestra España!!!!

Vaya por delante que toda muerte es causa de tristeza y pesar en lo personal. En el caso de la Reina de Inglaterra ha fallecido con ella todo lo que ha podido llegar a representar, y no me refiero solamente a la figura monárquica y sus tradiciones, que, oiga, eso es un asunto propio de ingleses y/o súbditos de esta corona, no nuestros. En España andamos en otras órbitas.

Si bien, es cierto que Doña Isabel, la segunda para los británicos, ha podido despertar simpatías en nuestra piel de toro durante estos últimos años, hemos de recordar que esto ha deberse, posiblemente, a su longevidad y al fruto del marketing estadístico que la ha presentado como superviviente de una interminable lista de primeros ministros, presidentes americanos, obispos de Canterbury e incluso de varios Papas.

Otras posibles causas podrían encontrarse en la discreción con la que ha despachado los oscuros asuntos de sus hijos y familiares, o los chascarrillos cariñosos con los que el español de a pie, trataba el consumo de cócteles y bebidas espirituosas que afamaba a la monarca, justificando incluso con ello, el buen estado de salud que ha mantenido hasta su tardío fallecimiento.

Sin embargo, en España todo se perdona con la muerte. Este un país de llanto y pena, de inquina generacional y de faca de 14 muelles, pero oiga, en el momento que uno se convierte en difunto quedan exculpadas todas sus faltas y sale de titular en el equipo de santos y beatos. Eso, solo lo hacemos los españoles.

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Esta mañana, ante mi asombro e incredulidad inicial, leía en muchísimos muros de amigos y usuarios de las redes sociales su sentido “God save the Queen”. Madre mía…

Ahora resulta que más inglés que un inglés solo puede ser un español. A tanta gente le ha entrado un sentimiento británico repentino que he dudado si conocidos de Mairena, La Algaba, Linares, Cabra o El Ejido…se habían criado en Liverpool o en el propio Londres. Quiero imaginar que se debe al apego a la “Beefeater”.

Leía igualmente, para confirmar tamaña locura paleta que, de pronto, a muchos españoles les ha entrado complejo de mayordomo de Downton Abbey, gracejo que suscribo y corroboro, dado que en esta España nuestra y más aún en nuestra Andalucía, nos va eso del servilismo.

Si, lo criticamos en las series españolas cuando a la servidumbre, que no servicio, se le exagera su acento y procedencia andaluza, pero miramos hacia otro lado cuando nos inclinamos ante poderes y coronas extranjeras, Algo tan nuestro…

Lo de la memoria histórica solo sirve para reescribir nuestra cruel Guerra Civil, “no aplica” cuando de recordar la injuria secular británica se trata. Eso no vende ya, eso no es demócrata, eso es de fachas.

Estos del “God save”, son los mismos que hace años insultaban a la reina británica culpándola de la muerte de Lady Diana. Los mismos que se olvidan de la vergüenza de un asunto llamado Gibraltar, los mismos que hoy no quieren saber nada del vertido que sufre La Línea, gracias a la apropiación indebida inglesa del litoral gibraltareño. Son muchos de los que ningunean a Felipe VI, los mismos que arengan u olvidan la leyenda negra que estos hijos de… la pérfida Albión han propagado durante siglos para el escarnio de España.

No, no procede, que comunidades autónomas españolas decreten días de luto. No procede que españolitos de a pie piensen que han perdido a su yaya. No procede tanta tontería y postureo inculto como se fomenta y aplaude en España.

Seamos serios, lo sentimos por Doña Isabel como por cualquier persona, pero a la Reina de Inglaterra que la lloren los británicos.

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