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Al menos 347 inmigrantes fueron rescatados ayer en embarcaciones que se dirigían o habían tocado tierra española por sus propios medios no solo en el Mediterráneo andaluz, como viene siendo habitual, sino en aguas de Murcia, Alicante, las islas Canarias y las Baleares, donde fueron detenidas 40 personas desembarcadas de cuatro pateras llegadas a las islas de Mallorca, Ibiza y Formentera.
La máxima presión volvió a concentrarse en el tramo del mar de Alborán, donde se sigue buscando a los 17 subsaharianos supuestamente desaparecidos de una patera semihundida el viernes. En esta zona fueron socorridas ayer seis barcas más con 246 personas a bordo en total.
Más al norte, Salvamento Marítimo rescataba a once personas de otra patera en aguas cercanas a Cartagena, donde el jueves ya se habían interceptado otras cuatro con 47 ocupantes. Normalmente, hasta estas latitudes llegan embarcaciones originarias de Argelia, como puede que sea el caso también de las al menos cuatro más que fueron halladas ayer en el litoral alicantino, en puntos como Calpe, Jávea o las inmediaciones de Guardamar, algunas abandonadas. En la zona, Guardia Civil ha localizado o Cruz Roja atendido a más de una veintena de inmigrantes.
Por último, diez personas, en su mayoría menores, fueron asistidos cuando deambulaban por una carretera de Lanzarote tras haber alcanzado la isla en una embarcación. El presidente canario, Fernando Clavijo, denunció el viernes que el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) del archipiélago no funciona.
