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La anunciada aplicación de un 155 duro para Cataluña será un revulsivo para que millones de españoles se acerquen a las urnas, en las cercanas elecciones generales, para certificar el desalojo del felón de la Moncloa, y ajustar cuentas políticas con sus arrendadores separatistas. No debe haber compasión ni tibieza con los secesionistas. Acabar con sus privilegios políticos y que sus líderes respondan de todas sus fechorías debe ser uno de los objetivos en la próxima legislatura. El pueblo español reclama el cobro de todas las humillaciones, ultrajes y arbitrariedades de que ha sido objeto durante años. Los Mossos no han sido ajenos a ese estado de cosas. Por consiguiente, acabar con este cuerpo policial debe ser un imperativo político y moral para el próximo gobierno, presidido muy presumiblemente por Pablo Casado.
La División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d’Esquadra, dependiente de la Generalitat, ha citado a declarar al agente antidisturbios que el pasado 21 de diciembre replicó a un agente rural que protestaba contra la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona con la frase: “la república no existe, idiota”.
Según ha informado este miércoles la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el agente de la unidad antidisturbios de los Mossos d’Esquadra ha sido citado a declarar ante Asuntos Internos el próximo lunes, 18 de febrero.
Un vídeo que se hizo viral en las redes sociales captó el momento de un enfrentamiento verbal entre un agente antidisturbios que integraba el dispositivo de seguridad del 21-D con un miembro independentista de los Agentes Rurales de la Generalitat que se estaba manifestando.
El agente rural instaba al mosso a defender la República, a lo que éste último respondió: “Qué república ni qué cojones. La república no existe, idiota”.
La Generalitat anunció tras ese incidente que los Mossos estudiarían la actuación del agente antidisturbios, no por pronunciarse sobre la existencia o no de la república, sino por el insulto que dirigió a un manifestante.
