La desesperada súplica de una joven blanca antes de ser violada por cuatro hombres y brutalmente asesinada

Hannah Cornelius, una joven de 21 años  de raza blanca, fue secuestrada, violada y asesinada por cuatro hombres cuando dejaba a su compañero de clase Cheslin Marsh, de 22 años, en su casa en Stellenbosch, al oeste de Ciudad del Cabo, en la noche del 2017. Este atroz caso que ha conmocionado a Sudáfrica está siendo juzgado ahora.

Geraldo Parsons, de 27 años, Vernon Witbooi, de 33, Nashville Julius, de 29, y Eben van Niekerk, de 28, robaron y agredieron a Marsh y lo dejaron por muerto, antes de violar y asesinar brutalmente a Hannah.

Parsons dijo ante el tribunal durante el juicio que Cornelius les dijo que podían tener relaciones sexuales con ellos, en un desesperado intento de supervivencia, pero que no la mataran.

Al declarar sobre la violación, el asesinato, el secuestro y el robo, Parsons rompió a llorar al afirmar que no quiso violar a la víctima porque tenía una novia y niños pequeños, pero que lo hizo de todos modos. Afirmó que la joven no gritó ni se peleó cuando la violaron, según informa de News24.

Parson explicó que la intención de los atacantes era solo robar el coche de Cornelius tras verlo aparcado fuera del edificio de apartamentos de Chelin Mash, pero que todo cambió cuando vieron que los dos estudiantes aún estaban dentro del vehículo.

«Vernon dijo que Hannah había dicho que podríamos tener sexo con ella, pero debíamos dejarla después de eso», dijo Parsons, según Times Live, describiendo la mirada de terror en los ojos de Hannah. Tras esto, la joven fue agredida sexualmente por los cuatro hombres.

Después de la violación en grupo, en vez de liberarla, los cuatro hombres metieron a la joven de 21 años en el maletero de su propio automóvil y se dirigieron a un viñedo cercano donde fue apuñalada y golpeada con una roca.

La patóloga estatal, Deidre Abrahams, dijo al tribunal que la violencia contra la víctima fue tan brutal que murió instantáneamente. Según News24, al describir la agresión sexual, la doctora Abrahams dijo a la corte que fue una experiencia muy dolorosa para ella.