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Hagamos un ejercicio de prospectiva (esa que, afortunadamente, suele fallar más que una escopeta de feria), teniendo en cuenta ejemplos significativos y reales.
El gobierno, en España, acumula una cantidad de poder desmesurado, habiéndose convertido el legislativo un mero órgano corroborativo o con funciones meramente formales. El gobierno controla la fiscalía, la educación, los cuerpos armados frente una población desarmada, y sobre todo, a través de organismos totalitarios y represivos (la AEAT, la TGSS…) absolutamente todos los bienes y propiedades de los ciudadanos y sus medios de vida. Los únicos pilares prácticos de control del ejecutivo nacional son los ejecutivos autonómicos (con un poder también omnímodo en sus territorios) y los tribunales, con su cúspide en el TS y el TC.
De la Unión Europea ni hablo, porque es el claro ejemplo de organización que traiciona sus principios fundacionales y cae en manos de los intereses concretos de determinadas corrientes, que la harán moverse según les convenga.
Con eso en mente, hay que tener en cuenta que el actual gobierno (en funciones) de España, controla de facto el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, con lo que ha desactivado también el control de las comunidades autónomas.
¿Quién decide que si una norma aprobada por el gobierno es inconstitucional, viola derechos fundamentales o ha usurpado la competencia de una autonomía? El TC, claro. ¿Y si el TC está en manos del gobierno nacional, ¿a favor de quien decidirá?
¿Quién decide si la decisión contraria al gobierno de un tribunal debe rescindirse? El TS o el TC, según los casos. Y si está en manos del gobierno ¿Qué decidirán?
Ahora mismo, el gobierno podría, por ejemplo, ilegalizar partidos, cerrar un periódico o detener sin juicio a un presidente (o presidenta) autonómico. ¿Quién va a controlarlo? ¿El TS? ¿El TC? ¿La fiscalía?
¿Y qué ciudadano va a protestar, cuando pueden dejarte vía AEAT sin bienes? ¿Va a poder reclamar ante un tribunal por el atropello?
Además, tanto dentro como fuera del país, siempre habrá imbéciles o mercenarios que dirán que es algo democrático, porque lo respaldan los tribunales y tenemos elecciones.
Sí, no es que vayamos de camino, sino que ya somos Rusia, Marruecos o Venezuela.
¿Algo que decir del resultado electoral?
Por Miguel Ángel Velarde. Facebook.
