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Hasta el 1-O, Anna Maruny era una actriz semidesconocida limitado su trabajo a círculos muy reducidos de la escena catalana. Pero se hizo internacionalmente conocida gracias a un vídeo producido por Ómnium Cultural en el que Maruny aparecía llorando bajo la frase “Esto es Barcelona”, denunciando la violencia policial en la jornada del referéndum ilegal.
Pero esa misma España que tanto denigró la ha acogido un año después, sin que la actriz haya tenido reparos en trabajar para el mismísimo gobierno español. Y es que, Maruny se ha sumado a la gira de la versión que la directora Helena Pimenta ha realizado de El Castigo sin venganza, de Lope de Vega, a cargo de la Companía Nacional de Teatro Clásico.
La gira incluye, entre otras, representaciones en Córdoba, Santander, Palma o Almagro.
