En la difícil tarea de explicar lo que para muchos carecía de explicación, PxC justificó la destitución de Anglada “por deficiencias” en su gestión presidencial. Lo paradójico es que lo dijeran los causantes del desastre electoral del partido en las elecciones municipales de 2015. PxC se quedó entonces a un paso de desaparecer en los municipios, al perder prácticamente el 90% de su representación territorial. Obtuvo solo ocho concejales, lejos de los 67 que en 2011, con Josep Anglada al frente. Tampoco es un dato menor que Anglada se quedara a las puertas de entrar en el Parlamento catalán en los comicios regionales de 2010. Por todo ello, el vicense no tardó en hacer leña de la estrepitosa caída de su expartido, acusando de “fracasados” a los que promovieron su expulsión.
Con tan pésimo bagaje a cuesta, PxC se adhirió, en mayo de 2016, a la federación Respeto, junto a España 2000 y el Partido por la Libertad (PxL).
Ahora que las expectativas de la citada federación ha perdido fuelle por la irrupción de Vox, a los de PxC les ha faltado tiempo para abandonar el bergantín y solicitar a Vox un puesto menor en la tripulación del nuevo buque. El charneguismo mutante no entiende de lealtades marinas.
Anglada, entre tanto, observa y sonríe pícaramente. Ya mantuvo en 2014 que quien traiciona la confianza una vez, la traiciona siempre. “Las traiciones son dolorosas, en menor o mayor medida, nadie espera ser traicionado, y aquel que traiciona existe un alto porcentaje de probabilidades de que vuelva a traicionar”, ha manifestado sobre esta nueva vuelta de tuerca de PxC.
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El fundador de PxC y en la actualidad concejal en Vic y presidente de Som Identitaris ha estado esta mañana en el programa “Alt News” de Santiago Fontenla, todo un fenómeno social de la radio española por internet. Anglada ha lamentado la desaparición de un proyecto que él fundó y elevó a cotas inimaginables hasta entonces para un partido identitario.
Recalcó que su antigua formación política cuenta con no menos de 20 afiliados y atribuyó el ingreso en Vox del equipo de dirección a la necesidad que tienen de hallar un refugio económico y laboral repitiendo como concejales. Hay que subrayar que se trata de personas sin oficios ni beneficios, auténtica escoria política afiliada al dinero público.
Anglada habló de ellos y también de Jordi de la Fuente, que ha pasado, en solo unos meses, de pertenecer a una formación neonazi y denostar a Vox en las redes sociales a defender hoy, con el fervor de un converso, al partido de los proisraelíes Rafael Bardají y Rocío Monasterio. “Los cuatro inútiles que quedaban se han cargado el proyecto”, subrayó el vicense.
A la vista de tan inquietantes precedentes y de la escasa o nula fiabilidad de los hasta ahora dirigentes plataformistas, bien haría Vox en cubrirse las espaldas y hacer una profunda depuración. Porque si no lo hace, el tsunami pasará y lo que dejará será una marea de suciedad en la playa. Y a Jordi de la Fuente recuperando su camisa parda.
Tras la entrevista a Anglada, Fontenla y Armando Robles hablaron de la carta del Vaticano en favor de la exhumación de Franco, así como del discurso ayer del Rey y de la posición de Vox en el asunto de los matrimonios homosexuales.
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