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Lejos quedaron aquellos tiempos en el que la única forma de realizar una compra era mediante el pago de dinero físico. Sin ningún género de dudas, los tiempos han cambiado ostensiblemente, llegando a toda la eclosión de múltiples campos como consecuencia de la generalización de la red de redes.
La práctica totalidad de actividades se realizan bajo el amparo interactivo, un soporte que hace cambiar de manera obligada los métodos de pago y cobro. Cuando hablamos de internet, el efectivo ha quedado desterrado por completo, generando nuevas opciones para realizar las diversas transacciones. Entre los métodos de pago más extendidos destacan las transferencias bancarias o electrónicas, pagos por tarjeta de crédito, las billeteras electrónicas o las criptomonedas entre otros.
Estas nuevas formas de pago son comprobables a simple vista en muchos sectores, pero fueron campos como el del juego online, uno de los primeros en ponerlos a disposición de todos sus usuarios de manera sencilla y segura.
En este sentido, establecimientos físicos como el Casino Gran Madrid han sabido reinventarse y dar el salto al mercado online de una manera clara. En este caso el modelo tradicional de negocio sigue con buen pie su curso, pero siempre hay que dar al cliente lo que demanda, y en este caso buena parte de la población asidua a esta actividad lo realiza de manera online.
Como se ha argumentado anteriormente, uno de los pilares básicos de esta reconversión de la actividad del juego, es la actualización de los métodos de pago y cobro a los que pueden acceder los clientes. La tarjeta de crédito es el método más asiduo en este nicho, pero poco a poco van ganando peso otros, como las criptomonedas.
Algo que comenzó como puntual o que muy pocas personas utilizaban, se ha convertido en algo primordial y vehicular. Internet ha cambiado por completo la percepción de todo lo que nos rodea, y es previsible que, en pocos años, la práctica totalidad de compras se realicen a través de la red de redes.
Un cambio en las preferencias de la sociedad en general que tendrá muchos damnificados. Entre ellos, el dinero metálico que irá ocupando poco a poco a una parte más subsidiaria en todo el mercado monetario internacional. Tanto las monedas como los billetes tienen las horas contadas, dejando paso a las tarjetas bancarias o el pago móvil, como los métodos más asiduos para realizar transacciones.
