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Juanma Rodríguez (R).- Se ha convertido en una tradición que el Camp Nou pite el himno oficial de la Champions y anoche no fue una excepción. Lo que se pita no son por supuesto los magníficos arreglos que Tony Britten hizo del maravilloso Zadok el sacerdote de Händel, no; lo que pita el Camp Nou son las tres Copas de Europa seguidas del Real Madrid y cuatro en cinco años hasta un total de trece. El Barcelona lleva detrás de esta competición desde que se estrenó Cincuenta sombras de Grey, y resulta que hoy Anastasia Rose y Christian Trevelyan Grey son dos venerables ancianitos queestán para sopitas de ajo y poco más.
También se ha convertido en inexplicable tradición que el Camp Nou aproveche la disputa de la Champions para insultar a España, a la que se llama impunemente dictadura, y hacer proselitismo de los políticos presos por saltarse la Constitución y el Estado de Derecho a la torera. Anoche individuos ataviados con un peto amarillo cologaron una pancarta que está expresamente prohibida por el Código Disciplinario de la UEFA, que sanciona expresamente “la utilización de eventos deportivos para manifestaciones de naturaleza no deportiva”.
Dejando a un lado el hecho de que el autor de este artículo sea absolutamente incapaz de comprender cómo un ciudadano español que quiera de verdad a su nación mire hacia otro lado con estos temas y siga apoyando a un equipo que hace estas cosas, mi pregunta dirigida a la UEFA es “¿Hasta cuándo?”. El Barcelona es un club perteneciente a la LFP, ¿verdad? ¿Hasta cuándo, Javier Tebas? Y pertenece a la federación española, ¿no es cierto? ¿Hasta cuándo Rubiales? Quienes sí amamos a España estamos hartos de estar hartos. Tomen medidas ya.
